La Mayora afronta el nuevo curso con ambiciosos retos estructurales y científicos. Desde que en 1966 se desarrollaran las primeras experiencias piloto con el fresón –que terminó asentándose en Huelva– los miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la Estación Experimental ubicada en Algarrobo, han revolucionado la agricultura local con la implantación de los invernaderos, los subtropicales, el tomate o la patata. También han contribuido de forma decisiva en el estudio de plagas para conseguir cultivos más sostenibles con el medio ambiente evitando el uso abusivo de insecticidas. En febrero de 2010 se unieron los equipos de investigación del CSIC y la Universidad de Málaga (UMA) creándose el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM).

El equipo de laboratorio de la Profesora Titular del CSIC Marta Monserrat.

Este curso 2020-2021 será el de la consolidación de ese proyecto de fusión.El principal reto que afrontan es el traslado completo al nuevo edificio científico que se ha construido en el Campus de Teatinos. Actualmente apenas trabajan en él ocho investigadores y sólo cuentan con dos invernaderos. El objetivo es que lo hagan también las 150 personas que trabajan en la finca de Algarrobo y que se incorporen nuevos doctores de la Facultad de Ciencias.“El año 2021 va a ser un año en el que se va a dar el salto significativo para la consolidación de este nuevo proyecto. Por tanto, los esfuerzos van a ir especialmente dirigidos a la captación de los fondos necesarios para completar todos los aspectos de equipamiento científico de ese nuevo edificio y la realización de los movimientos de ocupación e inicio del funcionamiento de los laboratorios en este nuevo centro”, explicó Enrique Moriones, director del IHSM.

“Estamos muy ilusionados con esta nueva etapa en la que se inaugurarán las nuevas instalaciones y con el beneficio de la captación de nuevos investigadores que nos permitirán más líneas de investigación. Es un proyecto muy ilusionante del que tenemos que estar todos orgullosos y Málaga especialmente por la importancia que tiene porque el IHSM se convierta en un centro de referencia de investigación internacional en el ámbito de la fruticultura subtropical y mediterránea”, resaltó.

En la finca de Algarrobo se trabaja con diferentes variedades de mango.

Desde el punto de vista científico, Moriones señaló que el principal reto que tienen por delante es “consolidar el proceso de crecimiento científico” que esencialmente se está reflejando en la captación de nuevos investigadores y en la introducción de nuevas líneas de trabajo. “Unos de los objetivos principales que tuvimos en la creación de este instituto era incrementar la masa crítica científica que teníamos y esto se está cumpliendo año a año y se está manifestando en estos últimos de forma significativa. El año 2021 va a ser excepcionalmente importante para esta consolidación del proceso de fijación de personal si los procesos de selección se celebran en las fechas establecidas”, adelantó el director del IHSM consciente de que todos estos avances están condicionados porque se abran las convocatorias y “la economía en general tenga una buena salud y movimiento para la captación de fondos”.

Sobre las futuras incorporaciones, el director de este centro avanzó que han captado investigadores de otros institutos “gracias al interés que ha despertado el IHSM como centro de investigación”. “Dos más en un conjunto de 37 investigadores que es lo que se tiene más o menos actualmente en el claustro científico del CSIC más un tercer investigador que se incorpora por movimiento de otro instituto es una proporción muy importante”, afirmó. “Es casi un 10% y por lo tanto va a suponer un revulsivo muy relevante para la actividad científica que se realiza. Esperamos que esta tendencia se mantenga de forma sostenida durante los próximos años con las nuevas instalaciones”, reiteró satisfecho.Con respecto a las líneas de trabajo en la que los científicos de La Mayora trabajan en los últimos años, Moriones destacó la relacionada con el desarrollo y producción sostenible de los cultivos. Ésta comprende tanto la protección de éstos como la genética y la mejora de la biotecnología.

“En esta líneas lo fundamental es avanzar en los conocimientos del desarrollo de los procesos de producción más respetuosa con el medio ambiente. Y lo es desde el punto de vista de la protección frente  a plagas para evitar la utilización masiva de insecticidas que se realizan en la agricultura actualmente”.Para el director del IHSM también es fundamental proteger a las plantas de enfermedades tratando de controlarlas reduciendo al mínimo la utilización a agroquímicos “para proteger y salvaguardar el medio ambiente”. En el ámbito de la fruticultura subtropical, el instituto ha tenido mucho que ver en la expansión de mangos y aguacates en la Axarquía, y con ello del desarrollo económico de esta comarca que abastece el mercado europeo de estos cultivos tan demandados actualmente. “Estamos trabajando en la utilización de nuevas variedades y especies que puedan encontrar un nicho de mercado diferencial para la producción subtropical de España, que nos permita diferenciar  como producto de nuestros competidores externos”. En este sentido, según indicó, La Mayora tiene líneas muy activas y ya ha iniciado estrategias de interacción con el sector para diseñar a medio plazo una producción que identifique más a la que se realiza en España.

“El mercado externo tiene que diferenciar el producto que viene de España del que viene de otros lugares”, aseveró. “Esto puede ser con producciones en épocas diferentes, de algunos de los cultivos como el mango, cuya campaña empieza próximamente. La producción que se realiza en España tiene un gran problema por las variedades que se utilizan. Ésta está muy concentrada en un periodo de veinte días, de mediados de septiembre a mediados de octubre”, explicó Moriones quien destacó los esfuerzos que está haciendo el instituto para seleccionar variedades cuyo rango temporal de producción sea mucho más amplio que el de las que se producen actualmente. Ello permitiría, que los agricultores puedan salirse de ese periodo en el que se produce una saturación del mercado, y podrían ganar más dinero con nuevas variedades.También hay línea de trabajos activas para la selección de nuevas especies como pueden ser el longan, la pitaya, el cacao o incluso el café, en el que se está trabajando de cara a una producción futura de alta calidad y en nichos de mercado muy selectivos de Europa.