Nerja

'Pepita', un esqueleto de más de 8.000 años, pasa reconocimiento

  • Fue hallada en 1982 en la Cueva y ahora será sometida a una restauración y al análisis del ADN

Los restos de Pepita fueron encontrados hace treinta y cuatro años en la Cueva de Nerja pero su datación por radiocarbono determina que murió en 6.310 años a.C. Era una mujer joven que vivió en el periodo Epipaleolítico. Tras ser hallada en el nivel 13 del corte abierto por el doctor Manuel Pellicer en la sala de La Torca fue exhibida en la del Belén en el interior de la gruta hasta 2007, y ya en 2011 fue trasladada al Museo de la Cueva de Nerja que se quedó con su custodia. Para su idónea conservación, se acondicionó una vitrina para que los visitantes la contemplaran.

Ayer, la Fundación que dirige el monumento natural anunció que iba a ser restaurada. La intención de la institución es consolidar sus huesos, reintegrar sus volúmenes y aplicarle una nueva capa de protección. También se procederá al análisis de las piezas para completar los estudios antropológicos y, entre otros aspectos, la determinación de ADN. Los trabajos, que cuentan con la autorización de la delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía mediante la resolución favorable publicada el pasado 15 de septiembre, serán realizados por el restaurador Rafael Ruiz de la Linde.

Además, se eliminarán las resinas mal aplicadas y se montará el esqueleto. Al respecto, el Museo de Nerja destacó que, "a la vista del estado que presentan los restos antropológicos de referencia, es urgente efectuar toda una serie de actuaciones que corrijan los males que afectan a dichos restos y que pueden llegar a ser del todo irreversibles si no se actúa con celeridad". Tras su descubrimiento, en el año 1982, fue estudiado desde el punto de vista antropológico por el equipo del doctor Manuel García Sánchez, efectuándose el proceso de remontaje de los restos esqueléticos, para lo cual se empleó hilo de bramante, así como adhesivos que hoy en día son considerados "duros" por los técnicos en conservación.

Por ello, y tras varios periodos de almacenaje de las piezas, se ha producido una situación en la que tanto los elementos de sujeción, cordelería y adhesivos, así como la propia materia ósea, se han visto degradados, apreciándose varios desperfectos puntuales y genéricos, como el desprendimiento del omóplato izquierdo y caída del húmero izquierdo, entre otros.

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