El Guadalhorce clama contra un "obsoleto y deteriorado" sistema de riego

Alcaldes y agricultores señalan la necesidad de mejorar las conducciones, que cuentan con fugas y se averían con frecuencia

Preocupación en la comarca del Guadalhorce: otra avería deja sin agua a 5.000 hectáreas

Un canal de riego del Guadalhorce en una imagen de archivo. / M. H.

"El año pasado salvé los árboles, pero los 20.000 kilos de limones que producen tuve que dejar que se perdieran. Ahora nos encontramos con que es la época en la que necesitan más agua, porque están cuajando, y empiezan a caerse también al no llegarnos por las averías", explica Manuel Gálvez, perteneciente a la comunidad de regantes de Dehesa Alta, que asegura que desde que se iniciaran los riegos el pasado 19 de mayo su hectárea y media casi no ha recibido agua por las roturas registradas en una compuerta y el sifón de Cártama. La de mayor calado, que afectaba a 5.000 hectáreas, se produjo el domingo por la tarde y se reparó el miércoles por la mañana, pero el agua tarda en fluir por las canalizaciones hasta llegar a todas las comunidades. La segunda incidencia en curso, que afecta a unas 500 hectáreas, no ha podido ser reparada aún, puesto que se trata, en palabras del delegado de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, de una "rotura de importancia" en una zona "de muy difícil acceso" y en la que, no obstante, "se trabaja a destajo" para que "los primeros días de junio" esté restablecido el suministro. El problema, aseguran los regantes consultados, es que estas dos averías no son sino la "punta del iceberg" de un problema al que no ven fin. Y que en cosa de unos días ha perjudicado a algo más de la mitad de la zona agrícola regable de la comarca.

"Las palabras para definir el sistema de riego del Guadalhorce son dos: obsoleto y deteriorado", afirman fuentes de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema), que se reconocen cansadas de la situación. "El sistema tiene 70 años. ¿Cómo va a funcionar? Pues mal. Ni siquiera está adaptado a la agricultura moderna. Fue concebido para regar por inundación, cuando hoy día lo hacemos por goteo". Aunque lo que más les perjudica, aseguran, es la "falta de previsión y la dejadez" de la administración autonómica, que "no planifica a largo plazo". "Cuando llega la fecha, que este año ha sido más tarde además, se da el agua y ya, pero las deficiencias están ahí desde el año pasado; no tiene sentido ponerse a reparar en época de riego, debe hacerse antes", añaden desde la asociación, que cifra en un 25% el líquido elemento perdido por filtraciones cada campaña de riego. Unos meses (de mayo a septiembre) en los que se topan con fugas, roturas, evaporaciones y también robos a su paso por las acequias, que poco a poco esquilman el suministro.

A ellos es preciso sumar algunos impedimentos añadidos, como la parcelación del Guadalhorce en fincas. "Miles de viviendas están hechas en terreno donde hay canalizaciones, de modo que cuando la comunidad va a reparar o limpiar no pueden entrar porque no les dejan". En paralelo corre también el problema del descontrol que hay entre comunidades, algunas de las cuales ni siquiera poseen esa certificación. Aprema representa a unas 5.000 hectáreas, presta servicio esporádico a otras 3.000 y asegura que hay 2.000 que pertenecen a grupos que no quieren constituirse como comunidades formalmente, dibujando un mapa "muy complicado" y "con poco músculo" para negociar mejoras con la administración.

Uno de los municipios cuya red registra más averías cada año, señalan los regantes, es Cártama. "Entre lo antigua que es la infraestructura y que no se le hace el mantenimiento oportuno lo que ocurre es que el agua sale por todos lados menos por donde debe", ilustra el alcalde de la localidad, Jorge Gallardo. El regidor recuerda que tener unas conducciones más eficientes es "una reivindicación histórica" de los agricultores, a los que, en su opinión, la Junta debe escuchar más. "Sin inversiones es imposible cuidar el sector primario". Sin embargo, lo que ocurre en este término municipal no es sino un ejemplo más, insisten los regantes, del mal estado generalizado de los canales de toda la comarca. Lo que ha llevado al alcalde de Alhaurín el Grande, Anthony Bermúdez, a lanzar la propuesta de que "seamos los propios ayuntamientos los que podamos realizar una aportación económica para hacer proyectos técnicos en beneficio de la red de agua del Guadalhorce". También colea el proyecto de impulsar una Junta Central de Usuarios del Guadalhorce, que el próximo 26 de junio celebrará su primera asamblea general.

Mientras tanto en Álora, según denuncia Asaja, parte de las acequias continúan inutilizadas por la acumulación de fango y lodo tras los daños ocasionados por las danas. Una incidencia que, aseguran, pese a ser notificada hace semanas, aún no está subsanada. Hasta tal punto que hay camiones retirando estos sedimentos en la zona, pero aún sin fecha en concreta para la puesta en servicio, lo que prolonga la inactividad en numerosas fincas. "El año pasado tuvimos que ayudar a los regantes desde el Ayuntamiento aportando cemento y metros de tuberías. Era una pena: se tiraba más agua de la que llegaba", recuerda el alcalde, Francisco Martínez.

Precisamente, Álora es uno de los municipios donde se está actuando para mejorar canales. "Se están haciendo obras, pero tienen que seguir, los problemas los da la conducción general, no donde se ha trabajado", asevera el primer edil. Por su parte, el delegado de Agricultura señalaba estos días que se han estado llevando a cabo unas obras de modernización en el sistema, principal causa por la que los riegos comenzaron el 19 de mayo, y no el 5 como demandaban los agricultores. Unos trabajos que, explicó, consisten en "un proyecto de mejora de los canales principales de riego del propio sistema Guadalhorce-Limonero, con una inversión de casi tres millones y que llevaba consigo reforzar la impermeabilización de los diferentes tramos del canal, cubrir los canales e instalar caudalímetros por 42 tomas".

Y añadió que conviene recordar y destacar que "la mejora de los riegos del Guadalhorce es una de las obras declaradas de interés general del Estado" y que "el Gobierno tiene que ejecutar sin que hasta este momento haya movido un dedo ni haya mostrado ningún interés en llevar a cabo esa actuación". También aseguró que el corte por averías "no es agua perdida, es decir, que los 30 hectómetros cúbicos los van a recibir íntegramente a lo largo de este periodo hasta el 30 de septiembre y, por lo tanto, no van a tener menoscabo o pérdida de ningún caudal ninguna de las comunidades regantes". Por último, el delegado añadió que se trata de unas instalaciones "muy antiguas, muy deterioradas, que aunque hemos hecho inversiones importantes por parte de la Junta de Andalucía, no son suficientes, puesto que no contamos tampoco con la colaboración del Gobierno de España".

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