El lamento de los ganaderos malagueños: "Se me parte el alma cuando tengo que tirar la leche"
Alimentación
Vaqueros malagueños aseguran que los precios que tratan de imponerles por su producción serán la "ruina" de sus explotaciones
El precio de la leche de vaca ahoga a los ganaderos andaluces
La venganza de los ganaderos andaluces contra el cártel de la leche
Ganaderos de vacuno de diferentes puntos de la provincia de Málaga están tirando parte de su producción de leche debido al conflicto que mantienen abierto con la multinacional Puleva, empresa a la que acusan de haberse negado a retirarles la producción si los productores no aceptaban la firma de un contrato con una reducción de 9 céntimos por litro de leche, según denunció la asociación agraria COAG.
“Se me parte el alma cuando tengo que tirar la leche”, asegura un ganadero de Alozaina que cuenta con unas 100 vacas de ordeño y que sostiene que con el nuevo precio que buscan imponerles “entraría en pérdidas de forma automática”. En este sentido, asegura que “si seguimos así no podremos aguantar mucho, en un mes tendrá que mandar las vacas al matadero, de hecho, hoy ya quité cuatro vacas de la producción”.
“Los tiempos de los esclavos ya pasaron”, insiste Merino, que asegura que no tienen otra opción que no sea tirar la leche, ya que al tratarse de un producto perecedero aunque la mantengan en frío al poco tiempo ya no es apta para el consumo.
“Es una ruina para el sector, dicen que tienen que regularizar con la inflación, pero bastante tenemos nosotros ya con los años que llevamos y ahora la sequía, que no tenemos para darle de comer a los animales”, señala Merino, que lamenta que se pretenda sacar mayor rédito a costa de los ganaderos”.
En su caso, al pertenecer a una cooperativa de ganaderos están logrando reubicar sobre un 50% de la producción vendiendo a otras pequeñas queserías del resto de España, aunque asegura que compañeros que no cuentan con esta opción están teniendo que tirar la totalidad de la producción estos días.
En unos términos parecidos se pronuncia Salvador Romero, un ganadero de Alameda que cuenta con una explotación de unas 200 vacas de ordeño. “Es preferible morir de golpe que por agonía”, señala, al tiempo que lamenta que el Ministerio de Agricultura no esté apoyando al sector en este conflicto. “No quieren saber nada”, asegura.
De momento en su explotación han optado por reducir la alimentación de las vacas para mermar la producción y así minimizar las posibles pérdidas, tratando de este modo de evitar la peor de las decisiones que es el envío de animales al matadero.
Además, lamenta que tras unos años complicados con la pandemia en la que tuvieron que recurrir a créditos para salvar sus explotaciones ahora se llegue desde la industria con esta “imposición” que les vuelve a llevar a las pérdidas.
Por otra parte, Romero lamentó que se esté permitiendo la llegada de leche desde Francia para que esta industria pueda hacer frente a parte de su producción.
Mientras tanto, el responsable de los sectores ganaderos de COAG Andalucía, Juan Antonio Rodríguez, se muestra visiblemente "molesto" con la situación que se está produciendo, señalando que “firmando ese contrato estamos firmando nuestra sentencia de muerte”.
“Pedimos a nuestra administración autonómica que salga su consejera o el presidente dando la cara para defender a sus ganaderos andaluces, que somos productores de Andalucía y tenemos que estar defendidos por nuestros gobiernos”, dijo Rodríguez.
En este sentido, también pidió a los responsables del Ministerio de Agricultura que realmente pongan en marcha la ley de la cadena y “que den la cara, que reconozca que tenemos un problema y que no se puede arruinar a los ganaderos”.
Unas críticas que no se quedaron en los responsables políticos, ya que también apuntó a los propios ciudadanos, afirmando que “los consumidores tienen que dejarse de tanta ironía y tanta estupidez y que reconozcan que comer un alimento sano, comer un producto que se está produciendo en Andalucía con los estándares europeos y con esta garantía vale dinero. Rodríguez se pregunta: “¿Aquí vale dinero todo menos la alimentación? ¿Aquí vale el dinero que se pida un whisky o un paquete de tabaco, lo que sea, y la alimentación no?”
Unas críticas que llevó más allá, señalando que “aquí está todo el mundo dispuesto, si es barato, hasta beberse la sangre de los agricultores y los ganaderos y nadie dice nada, puesta hasta aquí hemos llegado”.
Puleva se justifica
Por su parte, desde Grupo Lactalis han manifestado en un comunicado que, tras semanas de negociaciones y dos modificaciones en las ofertas de compra de leche propuestas a las ganaderías colaboradoras de la compañía en Andalucía, las cuales "superan el precio medio de la leche en origen en Europa y en España", no ha sido posible alcanzar un acuerdo con algunas de ellas para los próximos tres meses.
En el contexto actual de reducción de consumo de los productos lácteos en España, con algunas categorías experimentando bajadas de precios en los puntos de venta como los yogures y los quesos, y en un momento en el que el precio de leche en origen en Andalucía "está por encima del europeo y del del resto de España", las propuestas de Lactalis, han incidido desde la empresa, "buscan ajustar de forma gradual el precio de la leche en las ganaderías al contexto y al mercado español y europeo".
Grupo Lactalis ha indicado por último que trabaja desde hace décadas con las ganaderías andaluzas y confía en alcanzar "a la mayor brevedad posible" con las ganaderías que están protestando un acuerdo que contribuya a adaptar los precios del primer eslabón de la cadena láctea a "la compleja situación actual del mercado de la alimentación, una situación que afecta a toda la cadena, desde las ganaderías a los consumidores, pasando por la industria, y que obliga a realizar ajustes en todos los eslabones"
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