Operación 'Kipourosi': detienen a un hombre por robar en una gasolinera con unas tijeras de podar
El autor consiguió sustraer de la caja registradora 450 euros
Un robo a un banco de Málaga frustrado y un botín en el suelo: el ladrón que tiró casi un millón de euros
La Guardia Civil, en el marco de la operación 'Kipourosi', ha detenido a una persona como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación ocurrido en una gasolinera en Coín.
Los hechos se produjeron el pasado mes de febrero cuando cerca de la hora de cierre del establecimiento, irrumpió un individuo con gafas de sol oscuras y guantes, esgrimiendo unas tijeras de jardinería de las utilizadas para podar con las que amenazó a las dos empleadas, sustrayendo unos 450 euros efectivo de la caja registradora, ha indicado la Guardia Civil en un comunicado.
Por los hechos, se inició una investigación para identificar al autor, centrando las pesquisas en un vehículo todoterreno con serigrafía relacionada con trabajos de jardinería que se encontraba en las inmediaciones.
Tras las gestiones realizadas, fue identificado un varón, de 42 años, y residente en la localidad de Coín, siendo detenido por un delito de robo con violencia e intimidación. En el momento de la detención le fueron intervenidos los guantes y las tijeras de jardinería utilizados en el asalto, siendo recuperado gran parte del dinero en efectivo sustraído.
Las diligencias, que fueron instruidas por efectivos del Puesto Principal de la Guardia Civil de Coín, fueron entregadas junto con el detenido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Coín.
Encañonan a una cajera en un atraco a un supermercado de Puerto de la Torre
La inquietud se instauró el pasado 15 de abril entre los vecinos del distrito malagueño de Puerto de la Torre tras dos atracos perpetrados el Lunes Santo en dos supermercados. El modus operandi empleado fue casi idéntico: el asaltante hizo uso de un arma de fuego. En el primero de los casos, en calle Lope de Rueda, apuntó con una pistola a la cabeza de una trabajadora y, aunque la emprendió a golpes con la caja de recaudación para hacerse con el botín, tuvo que desistir. Huyó con las manos vacías. Al escapar, no se dio una tregua. Sólo unos minutos después irrumpió en otro comercio situado a sólo unos metros de la zona.
Eran las 9 y 5 de la mañana cuando se registró el primero de los asaltos. Los responsables del supermercado, que pertenece a la cadena Maskom, acababan de subir la persiana para comenzar la jornada de trabajo, según el testimonio aportado a este periódico por el encargado del local. Ya habían entrado los clientes más madrugadores. El tercero de ellos no pasó desapercibido. Llevaba, en palabras del encargado, el rostro cubierto con una mascarilla negra y vestía una gorra de color azul. Sólo dejaba al descubierto los ojos. "Apenas se le veía la cara. Entró como un cliente más, dio la vuelta y fue hacia la cajera", explicó el empleado. Entonces, la encañonó, apuntándole a la cabeza. La amenazó para que le entregara la recaudación. "Se vio acorralada por una persona que llevaba una pistola. Para esto nunca se está preparado, porque uno no sabe qué hacer. Lo mejor es siempre acceder", relató.
El atracador tomó la iniciativa y se afanó en abrir la caja registradora. Tras varios golpes, no lo consiguió. En ese instante acudió el encargado del negocio, que también fue testigo de los hechos. "Cuando llegué ya estaba golpeando la caja. Había clientes que estaban llamando a la Policía", contó el responsable de Maskom. La trabajadora sufrió una crisis de ansiedad, pero no resultó herida. La escena fue recogida por las cámaras de seguridad del supermercado, que los agentes ya están analizando para capturar al sospechoso.
Tras el fracaso, la única salida del ladrón era, entonces, la huida. Lo hizo a la carrera. Al salir, no tardó en probar suerte en otro comercio. Para su segundo asalto eligió un supermercado de Carril del Molino, donde también amenazó a punta de pistola a una trabajadora.
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