Un pastor encontró el cadáver abandonado en Alpandeire con varios traumatismos

La Guardia Civil continúa investigando las circunstancias que rodean la muerte de un hombre cuyo cadáver fue encontrado este domingo con signos de violencia en Alpandeire. El cuerpo había sido localizado por un pastor en la carretera A-369, que une Ronda con Algeciras, según han informado fuentes cercanas a la investigación. En palabras del subdelegado del Gobierno, Javier Salas, ha precisado que el fallecimiento se ha producido por "diversos traumatismos" y que se está investigando qué ha podido causarlos, además de identificar "a los culpables".

Los investigadores también están "recabando pruebas" para determinar la causa exacta de la muerte y el posible origen. Los resultados preliminares de la autopsia que ayer le practicaron un equipo de forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga arrojaron que la víctima había sufrido una muerte violenta. El cadáver, que todavía no ha sido identificado, presentaba múltiples lesiones, pero no han trascendido más datos de la investigación hasta el momento.

Fue un pastor quien halló el cuerpo en la tarde-noche del domingo en una zona llana de un carril de tierra junto a la carretera. Si bien el cuidador ya había hecho el mismo camino poco antes, no se percató de nada extraño en la ida. Una vez que regresó se topó con el macabro hallazgo. El hombre no es vecino de Alpandeire ni conocido en los pueblos de la zona, según Efe.

Se trata del segundo cuerpo sin vida localizado en Málaga en las últimas horas en circunstancias violentas. El hallazgo anterior se producía en Puerto Banús. Allí, una embarcación —posiblemente una narcolancha— se acercó, apunta la investigación, a la costa a la altura de Puerto Banús. Los tripulantes arrojaron, por causas que están bajo investigación, un cuerpo antes de regresar a alta mar. Entre las hipótesis que se contempla figura la posibilidad de que se trate de un nuevo altercado entre bandas rivales. Por ahora, todas las líneas de trabajo están abiertas.

Testigos avisaban a los servicios de emergencias de que una lancha semirrígida se había aproximado a la bocana del puerto y había lanzado un cuerpo antes de alejarse. Fue en el muelle o cerca del muelle, pero fuera del agua, según precisaron desde la Benemérita.

De inmediato, se desplazaron hasta la zona patrullas de la Policía Nacional, la Guardia Civil y efectivos del 061, que rescataron el cuerpo y trataron de reanimar a la víctima. Cuando los servicios sanitarios llegaron al lugar, la persona se encontraba ya sin vida. Una vez confirmado el deceso, se activó la comitiva judicial, compuesta por el juez de guardia, el letrado de la Administración de Justicia y el médico forense, que se encargaron del levantamiento del cadáver.