SEMANA SANTA

Devoción en las calles veleñas

  • Las hermandades salieron desde San Juan, San Francisco y desde un tinglado en San Isidro

Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto

Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto / José M. Blanco (VÉLEZ MÁLAGA)

El Miércoles Santo veleño está cargado de fervor y sentimiento. Y, después de dos años sin procesionar, se reflejó más si cabe en cada rincón del casco antiguo. En el triángulo que forman San Francisco, San Juan y San Isidro, muchos fieles se congregaban para ver a sus Titulares.

A las diez de la noche, las tres cofradías se habían hecho con el centro histórico. Tres hermandades señeras a las que siguieron los devotos a cada paso: Huerto y Desamparados, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y el Medinaceli y Magdalena.

La Pontificia y Muy Antigua Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y María Santísima de los Desamparados fue la primera en ponerse en la calle poco antes de las ocho de la tarde. Su cambio, de la plaza Antonio Garrido Moraga al interior del Mercado de San Francisco no supuso ninguna modificación en el recorrido aunque sí una mejora de su estampa.

Como siempre, muy esperada por los devotos veleños, que la acompañaron durante todo el recorrido: al Cristo a los sones de Pescador de Hombres interpretada por la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir (Cofradía de Viñeros de Málaga capital) y a la Reina de la Villa para verla adentrarse por su feligresía bajo los sones de la Banda de Música de Las Golondrinas de Vélez-Málaga. No en vano, la hermandad ha iniciado el expediente para su coronación canónica.

Muy acertado como siempre, el exorno floral de la Virgen de los Desamparados en tonos blancos y el del Cristo en burdeos y lilas. También sumó al conjunto, la nueva candelería de la “Reina de la Villa”. Además, estrenó campana y la estructura metálica. Los varales y las túnicas de la horquillería de ambos tronos también eran nuevos.

Muchos son los devotos de Maria Santísima de los Desamparados, cuya cofradía ha iniciado el expediente de coronación

La Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santisima de Gracia y Perdón salió desde San Isidro pasadas las nueve de la noche. Lo hizo para enfilar Plaza de las Indias, Las Tiendas y Félix Lomas, un tramo del recorrido que data de 1688, y que son muchas las cofradías veleñas que lo mantienen en su desfile procesional.

Llegó bajo los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo del Mar con el que están hermanados. Especial emoción cuando sonó su marcha procesional “Y dictó Sentencia”. Ha sido dedicada a este titular cristífero con motivo de su 40 aniversario. El compositor es Ignacio García Pérez.

Entre las peculiaridades de este año el nuevo paño de la Verónica, obra de Manuel Lorente y la medalla del que fuese concejal del Ayuntamiento de Vélez – Málaga, Claudio Morales, sujetada por un lazo bordado en hilo de oro en tonos verdes y dorados.

El Cristo de la Sentencia también estrenó el nudete, con una peculiar forma y la inscripción JHS, bordado en hilo de oro por José Antonio Heredia. También fueron muy llamativas las nuevas bocinas realizadas por la Orfebreía Domínguez con óleos de José Carlos Chica. Representan la Encarnación de María, guiño a su sede canónica y la Sentencia de Cristo.

l broche del Miércoles Santo lo puso la Hermandad y Cofradía de Culto y Procesión de Nuestro Padre Jesús Cautivo Medinaceli y Santa María Magdalena. Una de las hermandades con más devotos en Vélez – Málaga y cuya salida desde la iglesia de San Juan es de las más esperadas.

El primer viernes de marzo son muchos los que le acompañan en su iglesia para cumplir con el ritual de las “tres monedas”. El Miécoles Santo, le siguen en su peregrinar por las calles.

Este año con motivo del 400 Aniversario de la llegada de Santa María Magdalena a la ciudad se estrenó un estandarte bordado en sedas y oro por Cristina Badillo, orfebrería de Raúl Cejas y diseño de Santa Conserva.El trono del Cristo de Medinaceli estrenó doce cartelas realizadas por Valero Téllez. Representan la Santísima Trinidad, una alegoría a Jesús de Medinaceli, el pecado original y los siete pecados capitales.

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