Málaga se está preparando. En la tarde del viernes se vivió un ambiente muy particular en las calles de la ciudad. Una mezcla de reencuentros, ilusión y algo de nervios. Y es que los traslados habían vuelto después de dos años cancelados por la pandemia.

El hermano de Crucifixión pudo volver a encontrarse con la mirada de ojos verde del crucificado, el hermano del Rescate volvió a repartir abrazos cofrades en calle Agua, el hermano la Esperanza se encontró con su Virgen rindiendo homenaje al pasado de la Archicofradía, el hermano de Nueva Esperanza volvió a sentir el peso de la cruz del Nazareno y los hermanos del Rescate volvieron a cantar juntos el 'Gaudeamus Igitur'.

La hermandad Crucifixión llevó a cabo un sobrio y elegante traslado de sus imágenes de la parroquia del Buen Pastor a la casa hermandad con la participación de la capilla musical Nuestra Señora del Carmen Doloroso. Un barrio volcado en la Plazuela del Santísimo Cristo de la Crucifixión que acompañó a sus titulares hasta la casa hermandad donde recibieron la bendición del director espiritual de la cofradía tras rezar el Padre Nuestro y el Ave María.

En el barrio la Victoria, el Rescate trasladó a sus titulares en unas sencillas andas de la capilla de calle Agua a su casa hermandad. En el barrio del Perchel, los archicofrades trasladaron al Nazareno del paso y la Virgen de la Esperanza desde la basílica hasta el salón de tronos. La virgen de la Esperanza recuperó la estética que presentaba en la década de los años 20 del siglo pasado y que el diseñador y cofrade Fernando Prini ha incluido en su cartel anunciador de la Semana Santa de Málaga. 

En Nueva Málaga, las imágenes de la Hermandad de Nueva Esperanza salieron en un trono de traslado hasta la casa hermandad desde su sede canónica con un cortejo procesional muy cuidado y un gran número de personas que arroparon a la cofradía en todo su itinerario.

El primer viernes de traslado se cerró con la cofradía con el traslado de los titulares de Estudiantes a la casa hermandad de calle Alcazabilla. Fueron miles de personas las que siguieron la procesión y pudieron disfrutar de los sones musicales de la banda de música Nuestra Señora de la Soledad. Un viernes de traslados muy completo, que da los primeros pasos oficiales hacia una Semana Santa 2022.