Semana Santa

Distancia ante el Medinaceli

  • La festividad del primer viernes de marzo se celebra con todas las medidas de seguridad para prevenir el contagio del coronavirus

Fieles ante el Medinaceli de la iglesia de Santiago.

Fieles ante el Medinaceli de la iglesia de Santiago. / José Miguel Ramírez

Málaga es fiel a su cita con el Señor. Como cada primer viernes de marzo, cientos de fieles esperaban pacientemente para postrarse ante el Señor de Medinaceli de la iglesia de Santiago con motivo de su festividad. Este año, las medidas de seguridad y la distancia interpersonal han sido las protagonistas en una jornada fría y desapacible. Pero nada impidió que los devotos veneraran al Medinaceli.

A primera hora de la mañana el templo se presentaba tranquilo, con una afluencia fluida de personas, sin embargo, conforme avanzaban las horas y se acercaba la tarde, las colas eran cada vez mayores. De forma ordenada, todos se ubicaron en la calle Santiago, antes de entrar al templo para cumplir con el rito de las tres monedas. El Señor se colocó de forma extraordinaria bajo el coro de la iglesia, para que todos los fieles transitaran por un recorrido completamente acotado. La entrada se realizó por la puerta sur y la salida por la norte.

Colas en la mañana del viernes para venerar al Medinaceli de Santiago. Colas en la mañana del viernes para venerar al Medinaceli de Santiago.

Colas en la mañana del viernes para venerar al Medinaceli de Santiago. / M. H.

En el interior del céntrico templo se dispusieron unas marcas para formar dos filas y así evitar la aglomeración de personas. En la puerta se ubicaron varios miembros de protección civil para velar por la seguridad de la vía pública. Además, todos los que desearan entrar a la iglesia de Santiago debían pasar por una toma previa de temperatura y un lavado de manos con el gel hidroalcohólico.

El altar efímero que dispuso el grupo parroquial de fieles se compuso de un dosel y cuatro hachones dorados pertenecientes a la hermandad de la Sentencia. En el exorno floral predominó el color rojo. Con motivo de la pandemia, el sábado permanecerá expuesto también para su veneración de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00.

El barrio de Martiricos veneró también a Jesús de Medinaceli junto a María Santísima de la Candelaria. La parroquia de Santo Tomás de Aquino acogió a sus vecinos durante todo el día, que se postraron ante las sagradas imágenes de esta cofradía. El Señor, con las manos atadas por varias vueltas de su cíngulo y ataviado con una túnica morada lisa, se mostró con un original exorno de flores rojas y moradas a sus pies.

Jesús de Medinaceli y María Santísima de la Candelaria. Jesús de Medinaceli y María Santísima de la Candelaria.

Jesús de Medinaceli y María Santísima de la Candelaria. / José Miguel Ramírez (Málaga)

Y en el barrio de la Victoria, la capilla de calle Agua abrió sus puertas desde las 8:00 para venerar a Nuestro Padre Jesús del Rescate. La cofradía del Martes Santo inició así su primer día de triduo a su sagrado titular, que vestía su túnica bordada. Este sábado 6 de marzo, a las 20:30 continuarán sus cultos en el santuario de Santa María de la Victoria, y finalizarán el domingo con una misa a las 12:00. Tras la ceremonia religiosa, la corporación presentará su cartel realizado por el joven Javier Díaz.

Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia. Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia.

Nuestro Padre Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia. / José Miguel Ramírez

A pesar de todas las circunstancias, Málaga volvió a vivir una jornada repleta de fe y devoción. Este año, la petición era unánime, salud para todos. Así lo expresaba Mari Carmen Cuervo, que justo antes de entrar a venerar a Jesús de Medinaceli de Santiago charlaba con su nieto Carlos. “Le estoy contando que es una tradición muy bonita, y que es un encuentro muy especial, porque a pesar de todo tenemos que agradecer que estamos aquí otro año más”, comentaba emocionada Cuervo.

Una tradición que persiste hasta en tiempos de pandemia. El origen de la advocación de Medinaceli hay que buscarlo en las redenciones de cautivos llevadas a cabo en el siglo XVII por la orden trinitaria, siendo la de Mámora, en 1682, una de las más importantes. En ella se obtuvo, además de cautivos y otras imágenes, una talla de Jesús Nazareno, de estatura natural con las manos atadas adelante.

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