Sevilla

Asenjo: el servidor que llevará una vida escondida

  • El hasta ahora arzobispo sevillano llevará una vida tranquila y de oración y se pone a disposición de Saiz Meneses para ayuda en lo que considere

Monseñor Juan José Asenjo durante la rueda de prensa ofrecida ayer.

Monseñor Juan José Asenjo durante la rueda de prensa ofrecida ayer. / José Ángel García

Una vida tranquila, de oración, pero dispuesto a servir al nuevo arzobispo en aquello que le solicite. El hasta ahora arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, se despedirá de los fieles en una ceremonia que se celebrará en la Catedral el próximo 5 de junio. Atrás quedarán 12 años de servicio a la Iglesia de Sevilla, a la que se ha entregado en cuerpo y alma. El ya administrador apostólico ha cosechado importantes frutos pastorales y espirituales. Su preocupación por el clero ha sido constante. Como con el patrimonio, volcándose en numerosas restauraciones. Ha trabajado en favor de los más necesitados, ha dado un nuevo impulso el Seminario, sacando adelante un proyecto tan importantes como la Facultad de Teología, y se ha sabido entender con todas las realidades de la diócesis. Ayer, eran muy numerosos los mensajes de agradecimiento que le fueron dispensados en las redes sociales, porque si la ciudad lo recibió con recelo, su episcopado ha dejado huella y se le ha despedido con mucho cariño y respeto.

Monseñor Asenjo se deshizo en elogios hacia su sucesor, monseñor Saiz Meneses. El hasta ahora arzobispo sevillano se va a quedar a residir durante gran parte del año en Sevilla, “una ciudad a que quiero mucho”, llegó a decir durante la rueda de prensa. Asenjo se trasladará a vivir al barrio de San Lorenzo, a una vivienda propiedad de la Archidiócesis en la calle Hombre de Piedra anexa a la Casa Sacerdotal de Santa Clara. Allí llevará una vida de oración y estará al servicio del arzobispo. “Voy a ser su primer colaborador. Voy a prestarle el servicio que me pida. Llevaré una vida escondida y mi mayor servicio será rezar por la diócesis y por todos vosotros”, indicó.

El episcopado de monseñor Asenjo en Sevilla ha estado salpicado por diversos contratiempos de salud. Los últimos han sido los problemas de visión. El arzobispo ha llegado a perder completamente la de un ojo y del otro apenas conserva el 20% de su funcionalidad. Este hecho ha deparado que en los últimos meses no haya podido llevar a cabo su labor con toda la dedicación que le hubiera gustado, aunque siempre ha servido a la Iglesia de Sevilla de una manera abnegada y sacrificada, sobreponiéndose a estas circunstancias sobrevenidas.

Monseñor Asenjo cuando recibió el título de Hijo Adoptivo de Sevilla. Monseñor Asenjo cuando recibió el título de Hijo Adoptivo de Sevilla.

Monseñor Asenjo cuando recibió el título de Hijo Adoptivo de Sevilla. / D. S.

En sus últimos servicios, monseñor Asenjo ha estado recogiendo los frutos del trabajo realizado durante todos estos años. En septiembre el arzobispo recogió el título de Hijo Adoptivo de la ciudad de las manos de Juan Espadas, un alcalde con el que ha sabido entenderse a las mil maravillas para desbloquear asuntos enquistados, como la restauración de la antigua iglesia de Santa Clara, que felizmente ya han podido arrancar.

Las hermandades también han reconocido el trabajo de monseñor Asenjo. Así lo hizo el Gran Poder, que le nombró hermano mayor honorario. En las visitas realizadas durante la última Semana Santa pudo recoger todas estas muestras de afecto. Monseñor Asenjo ha logrado también que las cofradías crezcan en eclesialidad durante este tiempo.

Asenjo durante la bendición de la iglesia de Santa Catalina tras la restauración. Asenjo durante la bendición de la iglesia de Santa Catalina tras la restauración.

Asenjo durante la bendición de la iglesia de Santa Catalina tras la restauración. / José Ángel García

Asenjo ha modernizado la administración Diocesana durante su episcopado. Ha renovado en estos años las distintas delegaciones episcopales, poniendo al frente a sacerdotes jóvenes muy bien formados. Ha revitalizado el Cabildo Catedral con el nombramiento de 24 capitulares. Ha creado el seminario menor, ha puesto en marcha cinco Centros de Orientación Familiar, la Fundación de Enseñanza Victoria Díez, se ha afanado en la formación permanente del clero, ha planteado una propuesta formativa sólida para el laicado a través del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, ha conseguido inaugurar la ansiada facultad de Teología, ha dotado a la Archidiócesis cuentas sólidas y transparentes, ha promulgado nuevas Normas Diocesanas para las Cofradías y Estatutos para el Consejo, ha puesto en marcha el protectorado canónigo para las fundaciones y asociaciones diocesanas o la oficina para la denuncia de abusos. Ha conseguido sacar adelante numerosas restauraciones de templos, y la construcción de otros tantos, además de mostrar un gran interés porque los fieles pudieran visitar y conocer todas estas joyas atesoradas por la Iglesia de Sevilla.

Monseñor Asenjo durante la rueda de prensa en la que anunció su relevo. Monseñor Asenjo durante la rueda de prensa en la que anunció su relevo.

Monseñor Asenjo durante la rueda de prensa en la que anunció su relevo. / José Ángel García

El arzobispo ha tenido este sábado unas palabras de despedida para toda la Archidiócesis. Desde los fieles y sacerdote, a las autoridades y quien fuera su obispo auxiliar y mano derecha, Santiago Gómez Sierra. Durante las próximas semana, señaló, se irá despidiendo formalmente de todos y les agradecerá su apoyo. También visitará todos los monasterios de clausura, que siempre han tenido una oración para su prelado.

Asenjo se marcha de la Plaza de la Virgen de los Reyes, pero estará siempre al servicio de sus fieles y del nuevo arzobispo.

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