Unicaja
  • Greg, padre del exterior cajista, fue jugador y después entrenador durante varios años y relata para 'Málaga Hoy' el crecimiento y cómo ve a su hijo en su experiencia europea: "Disfruto mucho viendo al Unicaja"

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Coach Carter, la forja del MVP Tyson: "Desde los dos años estaba con un balón de baloncesto"

Tyson y Greg Carter, tras quedar campeones en el instituto. Tyson y Greg Carter, tras quedar campeones en el instituto.

Tyson y Greg Carter, tras quedar campeones en el instituto. / M. G.

El vigente MVP de la Copa del Rey de baloncesto responde al nombre de Tyson Gregory Carter (Starkville, 1998). El jugador más joven de la plantilla del Unicaja se crió en una pequeña ciudad de poco más de 20.000 habitantes en el sur profundo de Estados Unidos. Cerca de Jackson, Mississippi, a la que cantaba Bruno Mars en la conocida Uptown FunkAl lado de Tupelo, la cuna de Elvis Presley. Próximo a los límites con Tennessee, Arkansas, Alabama y Louisiana. Un escenario distinto al que Tyson tiene en Málaga.

Ese Gregory viene por vía paterna. Su padre es Greg, entrenador de baloncesto, antiguo jugador. Y fue su guía durante varias temporadas en el instituto de Starkville, los Jacketscon el que fueron campeones del estado antes de dar el salto a Mississippi State, la universidad en la que había jugado antes su progenitor. Málaga Hoy localiza a Greg en Starkville. Tras 25 años dirigiendo al instituto ahora está en Hattiesburg Public School District. Y desde allí habla de su hijo con indisimulable orgullo de padre, pero también con las ideas que muestra por qué Tyson es como es.

Tyson Carter, en sus años de instituto. Tyson Carter, en sus años de instituto.

Tyson Carter, en sus años de instituto.

"Yo era un alero, anotaba más cerca de la canasta. Jugaba en el poste bajo para meter cerca del aro. El nivel de habilidad del juego de Tyson es mucho más elevado del que era el mío. Su manejo de balón es excelente. Él puede tirar, entrar a canasta, pasar muy bien la bola... Es otro nivel de jugador, más completo. Tenemos cuerpos diferentes", relata Greg, fornido y más alto que Tyson, rozando los dos metros. Contrasta con la levedad y ligereza del escolta del Unicaja, que durante varios años en su edad de formación fue adiestrado por su padre.

"Fue una etapa bonita, llegamos a ganar un campeonato estatal en el instituto. No era difícil para nosotros. Una vez entrábamos en el instituto, era el entrenador. Una vez salíamos de él, era el padre. En el instituto Tyson hablaba con el entrenador y en casa con su padre, supimos diferenciar", recalca Greg sobre cómo era esa relación que no es sencilla, pero que resultó fluida dese que Tyson era niño: "Amó el baloncesto desde pequeño, no fue nada forzado, fue un proceso natural. Lo recuerdo con una pelota cuando él tenía sólo dos años. Tenía una pelota pequeña para que pudiera llegar a la canasta, pero se pasaba horas lanzando. Él era muy bueno jugando al fútbol americano, lo hacía de wide receiver, venía gente a convencerlo para que jugara al fútbol, pero no le gustaba tantísimo como sí el baloncesto". En Mississippi, el fútbol americano es el gran deporte, pero Tyson resistió a las tentaciones. "Soy de Mississippi y allí es un gran estado del fútbol, allí todos los niños juegan. Es una mezcla, no hay equipo profesional de baloncesto, pero hay muchas universidades con tradición. No hay muchas más cosas que hacer en Mississippi que practicar deporte (risas). Y es lo que hacemos, jugar a los diferentes deportes", explicaba el jugador en estas páginas un par de meses atrás.

Tyson Carter, con seis años. Tyson Carter, con seis años.

Tyson Carter, con seis años. / M. G.

Una vez decidido por el baloncesto, el joven Tyson empezó a crecer, aunque su maduración física fue más tardía. De hecho, aún un proceso de mejora su cuerpo para absorber mejor los contactos en esta etapa en Málaga. "En su segundo año de instituto, el año de junior, sí empecé a ver claro que empezaba a explotar", relata su padre sobre cómo fue el momento en el que de verdad comprendió que su hijo era tenía potencial para ser un jugador serio: "Ya era bastante bueno en ese momento. Y quizá en su segundo año de universidad ya sí pensé que podía ser un jugador profesional, ya destacaba con jugadores mayores que él". Tyson tenía otras ofertas pero eligió jugar en Mississippi State, la misma en la que jugó Greg. Y acabó batiendo su registro de puntos en ella aunque la temporada 2019/20 se cancelaría antes de tiempo por la pandemia. "Sé que tenía la oportunidad de batir esa marca y lógicamente fue un momento muy especial vivirlo y estuve muy feliz por él", apunta Greg sobre un momento simbólico y no usual entre padres e hijos.

Alguna ha referido Ibon Navarro la capacidad de mejora de Tyson Carter y su predisposición al trabajo. "Él se ha criado en un ambiente de respeto al entrenador. Él venía desde que era muy niño a los entrenamientos y veía cómo me relacionaba con los jugadores. Aprendió el juego pero también veía cómo comportarse. Y él siempre ha tenido una gran capacidad de trabajar", reflexiona Greg Carter, que desde la distancia sigue por streaming los partidos de su hijo: "Sí, tengo la oportunidad de verlos. Él lo está haciendo realmente bien. Lo más importante es que Tyson está ayudando cada año a su equipo, desde que llegó a Europa hace cuatro temporadas, a que su equipo gane. Y lo hace jugando bien. Me gusta verle y tener éxito. Pero me gusta más aún que sus equipos ganen mucho y creo que es un plus para estos cuatro años que lleva en Europa, pienso que él ha encajado en lugares diferentes. Es muy buena señal".

Tyson Carter, en su etapa en la universidad. Tyson Carter, en su etapa en la universidad.

Tyson Carter, en su etapa en la universidad. / Tennessee

"Me gusta mucho ver jugar al Unicaja. Cómo juega la defensa, es lo que más me gusta. Hay un gran trabajo detrás de esa manera de defender. Y también el ritmo que imprime a los partidos, muy rápido pero no locos, todo lo que se hace tiene sentido", dice el patriarca de los Carter sobre lo que ve en la pista desde Estados Unidos con el Unicaja, al tiempo que responde a una pregunta frecuente que hay entre los aficionados cajistas, sobre si es mejor Tyson como base o como escolta: "Creo que es mejor como base, es capaz de llevar bien al equipo, sabe tener a todos los compañeros involucrados en el ataque sin perder su capacidad de anotación. Pero lo digo desde el máximo respeto a la labor del coach Navarro y de las necesidades del equipo. Lo veo cómodo ahí cuando dirige, pero tiene que adaptarse a lo que hace falta para ganar. Tyson respeta mucho al coach, está siempre hablando de él, de lo que hace, de cómo trabaja...".

"Muy feliz por él, fue muy emocionante verlo en la distancia cómo jugó y el equipo ganó con él de MVP. Lo más importante fue el título del equipo, claro", rememora Greg Carter sobre cómo vivió aquel momento en el que el Unicaja levantó el título en Badalona y Tyson fue nombrado MVP de la Copa del Rey: "Sí, él es tímido y reservado también con la familia, es un gran chico. Es su personalidad, pero en la pista es otra. Ahí es un jugador muy emocional. Creo que él no tiene límites, él ya está jugando al nivel más alto del baloncesto en Europa. Los mejores años de su carrera están aún por venir y él trabaja para crecer y ser mejor".

Tyson Carter, MVP de la Copa de 2023. Tyson Carter, MVP de la Copa de 2023.

Tyson Carter, MVP de la Copa de 2023. / ACB PHOTO

Desde la distancia, Greg observa a su hijo feliz en Málaga y en el Unicaja, paladeando de un tramo del trayecto en el que lo ayudó desde niño. "Tyson adora Málaga y lo está disfrutando. Le encanta la ciudad, estar allí. Sé que tiene una relación especial con los otros jugadores americanos del equipo aunque también habla muy bien de los españoles. Le ayudan los otros americanos, él está camino de su madurez y esa guía al lado es buena. Y no para de hablar tampoco de lo que le gusta jugar delante de la afición de Málaga. Dice que les llevan volando en muchos partidos, que disfruta mucho y que es muy especial". Este fin de semana hay una oportunidad para revivir aquel fin de semana mágico, pero hay licencia para soñar, como lo hace este chico tímido de Mississippi que ya demostró que en momentos calientes es capaz de ser un killer cuyo carácter se forjó a miles de kilómetros bajo la batuta del coach Greg Carter.

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