Entrevista con Karel Guzmán, jugador del Cluj-Napoca

  • El jugador cubano es una de las referencias del sorprendente Cluj al que mañana se enfrentará el Unicaja y que ya ganó en Málaga

  • Relata su experiencia y cómo llegó hasta allí

“A Cuba no llegaba la NBA, me fijaba en el Helicóptero Vázquez y el Gato Silvestre”

Karel Guzmán, jugador del Cluj-Napoca. Karel Guzmán, jugador del Cluj-Napoca.

Karel Guzmán, jugador del Cluj-Napoca. / FIBA BCL

Karel Guzmán Abreu (La Habana, 1995) es uno de los jugadores claves en el muy sorprendente Cluj-Napoca, el mejor equipo a mes de marzo en la Basketball Champions League. En Málaga ganó con autoridad y en la ciudad rumana mañana habrá un partido clave para el futuro europeo del Unicaja. Guzmán es un defensor de nivel que tras salir de Cuba y jugar tres temporadas en Argentina cumple su segundo ejercicio en Rumanía, donde todo le va sobre ruedas. Atiende con cariño y educación la llamada de Málaga Hoy y cuenta cómo fue la evolución de su carrera, su ética de trabajo y lo que le espera al equipo malagueño en tierras rumanas.

–¿Qué hace un cubano en Transilvania?

-Llevaba tres años jugando en Argentina y con mi representante decidimos que era el momento de jugar en Europa, no sabía en qué país o liga. Tuve una oferta de Grecia, pero se demoraron y no contestaron y apareció el Cluj. Mi representante me dijo que era un buen club, que iba a jugar clasificación para la Champions, que la ciudad era muy bonita y los entrenadores muy buenos. Y le dije que sí. Soy joven y no me puedo dar el lujo de esperar. Mucha gente me dice que qué hace un cubano en Rumanía. Pero yo estoy muy bien.

-Ucrania está cerca de Cluj, a unos 200 kilómetros de la frontera. ¿Notan algunos movimientos de llegada de refugiados por la guerra?

-Debo decir la verdad, no salgo de mi casa apenas. Del entrenamiento a la casa y del entrenamiento a la casa. Pero no oí a nadie del club hablar de refugiados por aquí. Capaz que sí hay en Rumanía, pero por aquí creo que aún no llegaron.

Karel Guzmán realiza un espectacular mate en el Carpena. Karel Guzmán realiza un espectacular mate en el Carpena.

Karel Guzmán realiza un espectacular mate en el Carpena. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

-Jugaron el pasado jueves contra el Prometey, que se retiró de la competición el pasado sábado. ¿Cómo vieron a los jugadores?

-No hablé con ellos personalmente de la situación, pero jugaron y compitieron bien. Nos salieron mejor las cosas, pero ellos salieron a jugar. Seguro que se sentían mal, yo me pongo en su posición y me sentiría muy mal, es humano.

"El Cluj es un buen equipo y una familia, salimos a jugarle de tú a tú a cualquiera sin menospreciar a nadie”

-Está sorprendiendo a todo el mundo el Cluj en la BCL. ¿Cuál es el secreto?

-Primero de todo las cosas nos salen bien porque nos lo estamos creyendo, creemos que sí podemos. Salimos a jugarle de tú a tú a cualquier equipo, sin menospreciar a ninguno. El trabajo que hacemos día y noche influye. Somos un buen equipo, una familia. Cada uno sabemos el rol que le toca hacer dentro de la cancha, siempre nos motivamos. Hay situaciones en otros clubes en que ves cinco, siete u ocho situaciones malas y todos bajan la cabeza. Nosotros no, siempre cabeza en alto y siempre a pelear. Si tenemos acciones malas, nos motivamos y seguimos peleando. Y también nos esforzamos mucho en defensa. Eso es el punto clave para las victorias que hemos tenido.

-Hablaba de la defensa y aquí sorprendió su actuación en Málaga por cómo defendió usted a jugadores diferentes.

-Llevo años trabajando en eso. Es mi fuerte, cada cual debe reconocer su fuerte y el mío es la defensa. Siempre me gusta defender, tengo mucha energía y me gusta presionar siempre la bola. Creo que ayudo bastante al equipo en ese aspecto, le doy lo que hace falta.

-Pero defiende a todo tipo de jugadores.

-Defiendo todas las posiciones, sí. Uno, dos, tres, cuatro... Todavía no me dieron a defender a un cinco, pero en algún cambio lo puedo hacer (risas). Tengo la motivación, la posibilidad y físicamente lo puedo hacer. Bases, escoltas, alero, un cuatro... Lo que sea.

Karel Guzmán, en una presentación con el Cluj. Karel Guzmán, en una presentación con el Cluj.

Karel Guzmán, en una presentación con el Cluj. / FIBA BCL

-¿Cómo es la afición en Cluj? Vimos imágenes recibiendo al equipo después de victorias europeas.

-Sí, nos apoyan bastante. Tras una victoria nos vinieron a recibir al aeropuerto muchas personas. Yo no me lo esperaba y creo que el resto del equipo tampoco. Ese recibimiento, después en la cancha, donde quiera que nos vean... Eso ayuda.

-¿Cuánta gente acude al partido?

-Por la cuestión del Covid puede acudir un 30% sólo, unas 3.000 personas. Se vendió todo.

-¿Qué le pareció el Unicaja?

-Hablamos que era un equipo fuerte. Yo respeto a todos los equipos y jugadores. Son un gran equipo, salimos a jugar con ellos fuerte. A pesar de las ausencias que tenían, compitieron muy bien, es un equipo con mucho talento para anotar y conseguimos limitarlo.

-Ha habido cambio de entrenador y llegaron tres fichajes.

-Hablamos en la última práctica de esos cambios y sabemos que no va a ser lo mismo, pero vamos a salir igual que siempre, a por el partido.

-En Cuba hay tradición de baloncesto, fueron medallistas olímpicos en Múnich’72 y jugaban Mundiales. ¿Qué pasó?

-Primero de todo, el baloncesto en Cuba es amateur. Bajó el rendimiento, por cuestiones de economía redujeron de cuatro o cinco meses que duraba la Liga a sólo tres. Y muchas cosas extra. El baloncesto ahora coge su auge. Ahora en las últimas ventanas ha acudido mucha gente y eso nos ha motivado. Mucha gente nos siguió por el resultado que tuvimos contra Estados Unidos en la anterior [perdieron 95-90], que no fue una victoria pero el sabor fue a triunfo porque fue un gran partido. La gente nos sigue y nos apoya más. Tenemos más de la mitad del plantel jugando afuera con contrato. Eso ayuda. Aparte, están acudiendo a varios jugadores que se fueron años atrás y que quieren volver a jugar con la selección. Los estamos recibiendo a todos con las manos abiertas. Sería una ayuda para nosotros, para el equipo y la afición de Cuba.

-¿Cómo llegó al baloncesto?

-Tengo un hermano mayor que fue seleccionado nacional en taekwondo. Yo empecé en taekwondo a los ocho años y mi hermano había empezado en baloncesto. A mí no me gustó y tras dos semanas me cambié y a mi hermano no le gustó el baloncesto y empezó en el taekwondo, un poco loco (risas). Así que desde los ocho-nueve años empecé ahí. Él se retiró hace dos años, él era la segunda figura del país. Por la potencia que tenía y por ser zurdo tuve ofertas para cambiarme al voleibol, pero no me gustaba y seguí en el baloncesto.

-¿En quién se fijaba? ¿Llegaba algo de NBA allá a Cuba?

-No, no. La NBA empezaría a llegar dos o tres años atrás a Cuba, cuando yo estaba allí no se veía nada. Llega pero lo hace atrasado de un mes o dos. Tuve jugadores de allí en Cuba que eran muy buenos, como el Helicóptero Vázquez o el Gato Silvestre, que estuvo allá en España jugando un tiempo (lo hizo en Tenerife y Plasencia). Tuve fijación por esos jugadores, pero a la misma vez me motivaba conmigo porque pensaba que lo podía hacer mejor que ellos y siempre pensaba en mejorar.

"Tenemos que darle un porcentaje a la Federación cubana, es el convenio para dejarnos salir”

-Hay compatriotas suyos como Jasiel Rivero y Justiz en España en la élite.

-Jasiel estas últimas temporadas las jugó muy bien. Hablamos mucho, somos de La Habana los dos y nos conocemos desde que teníamos 10 años o por ahí. Sé el sacrificio que pasó él y él sabe lo que pasé yo para estar donde estamos ahora. Son cosas que nos motivan para seguir adelante. Tenemos que seguir trabajando progresando, nos animamos a hacerlo. Sobre Javier Justiz la verdad es que ha tenido esa lesión que le tiene dos años fuera. Era un jugador que nos hacía mucha falta en la selección. Venía bien, fue un jugador que llegó tarde al baloncesto. Pesaba 150 kilos, se sacrificó muchísimo, se esforzó y pudo llegar hasta España y tuvo el fastidio de la lesión. Pero mente dura y a seguir adelante, le dije que tenía que recuperarse. Aparte, hay más jugadores, en Alemania, Argentina, otros países de Europa... Todos quieren jugar por Cuba y ojalá que todos puedan porque con esos jugadores el nivel puede aumentar muchísimo. Los recibo a todos porque la mayoría se fueron y ahora quieren jugar por su país. Sería bueno.

Karel Guzmán, durante un partido. Karel Guzmán, durante un partido.

Karel Guzmán, durante un partido. / BCL

-¿Le gustaría venir a la ACB?

-Obvio, es una liga de mucho nivel, la mejor de Europa. Soy una persona que espera su momento. No me vuelvo loco, siempre estoy preparado para cuando llegue y afrontarlo de la mejor manera. Si me toca, me toca.

-El Unicaja buscaba a un jugador de sus características, un exteriore físico capaz de defender en varias posiciones. Tenga el teléfono preparado.

-Mi teléfono está listo (risas).

"Defiendo todas las posiciones, sí. Uno, dos, tres, cuatro... Todavía no me dieron a defender a un cinco, pero en algún cambio lo puedo hacer"

-¿Cómo está el deporte ahora en Cuba?

-Ha cambiado. No dejaban salir a jugadores con contrato fuera del país. Ahora nos han liberado y eso cambió bastante. El deporte ha subido un poco el nivel. No sólo en baloncesto. Boxeo, voleibol, atletismo... Nos ayuda como deporte, también económicamente a la familia, que es muy importante. Y sube el nivel del país. Así es como las cosas han cambiado, no mucho, pero algo sí.

-Cuando habla de salir de contrato implica que cuando firman profesionalmente una parte queda para el Estado cubano.

-No sé en otros deportes, pero en baloncesto tenemos un representante que se hace cargo de los jugadores de la selección y tenemos que darle un porcentaje para la Federación. Es el convenio que hay para dejarnos salir. Lo prefiero así para ayudar a mi familia, mejorar deportivamente y en lo personal. Nos puede ayudar obviamente a todos. Si hace falta mando dinero a mi familia. Estoy haciendo lo que me gusta y obtengo mi dinero también.

Karel Guzmán, en otra acción. Karel Guzmán, en otra acción.

Karel Guzmán, en otra acción. / BCL

-¿Y ese regreso de jugadores que se marcharon se ve como un símbolo positivo?

-A mí no me molesta, lo veo como una ayuda. Por ejemplo, está el caso de Tito, que juega allá en España [Sigfredo Casero, que juega en el CB Morón en LEB Plata]. Él ha vuelto a la selección y a jugadores de allí que están en la preselección se les hace más difícil entrar. Pero también se pueden mirar en el espejo y pelear con él y al final nos ayuda a todos. Si viene un jugador de fuera en mi posición, pues me tengo que pelear con él, defenderlo e intentar mejorar. Y puedo subir de nivel y transmitir la experiencia de jugar fuera.

"Hablamos mucho con Jasiel Rivero, somos de La Habana los dos y nos conocemos desde que teníamos 10 años"

-¿Su progresión como jugador hacia dónde va?

-Tengo que mejorar todo. Tiro, defensa.... Para ser sincero, es como que no sé aún nada, todos los días trabajo mucho, escucho consejos para seguir mejorando. Lo mío es la intensidad y mis padres me enseñaron toda la vida a escuchar. Sea mayor, menor o de mi edad. Hay que escuchar siempre, de todas las personas se saca algo positivo.

-¿Cómo está la situación en Cuba? Hubo revueltas un año atrás.

-La situación está más tranquila que un año atrás. La economía sigue baja, hay muchos problemas. Si yo voy a Cuba con dinero, conseguir comida o cosas extra para la casa se me hace muy difícil por la sencilla razón de que no hay. Pero bueno, tengo la suerte de que la mayoría de las cosas que necesita mi familia o yo puedo mandarlas o llevarlas yo allí. Siento lástima por esas personas que no tienen esa posibilidad. Se inventan de mil maneras cómo conseguirlas. Pero siguen luchando.

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