Horario y previa del Dijon-Unicaja

Mostaza en Dijon (20:30)

  • El Unicaja devuelve visita a un Dijon que es mejor equipo de lo que exhibió dos semanas atrás en Málaga

  • Sek Henry, ausente en los rivales por un positivo antidopaje en la ida

Imagen del partido de ida.

Imagen del partido de ida. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

Dijon, capital mundial de la mostaza, recibe al Unicaja, autoritario en la BCL y doliente en la ACB. Se ha mitigado la delicada situación en la Liga con la victoria ante el Hereda San Pablo Burgos, que se ha llevado por delante al ex cajista Zan Tabak, y el partido más importante de la semana es el del sábado ante el Urbas Fuenlabrada, pero hay que seguir sembrando también en la competición europea. El equipo francés no tiene el nivel real que mostró en Málaga, donde fue vapuleado por el Unicaja. Un buen partido malagueño y uno nefasto del tercer clasificado en esta competición en 2020 y el año pasado finalista de la Liga de Francia convergieron para mostrar una imagen un tanto distorsionada. No hay 30 puntos de diferencia entre los dos equipos.

El equipo francés ha recuperado efectivos ausentes, como Chase Simon, máximo anotador, y al alero local Galliou. También pierde a Sek Henry, positivo en el antidopaje que pasó en el encuentro de Málaga. Se enfrenta a una larga sanción si la muestra B no es negativa porque ya dio en su día en Polonia. En cualquier caso, es un equipo que tiene un nivel más alto del exhibido. No el de Málaga. Pero se hace fuerte en el Jean-Michel Geoffroy, en el que hay un buen ambiente de baloncesto. El club se ha ido consolidando en los últimos tiempos en la parte alta. El Unicaja se midió en el camino de la conquista de la Korac de 2001, quizá una buena premonición de hace 20 años. Perdió en la ida por cuatro puntos y remontó con un partido en Málaga sobrado.

El Unicaja actual necesita picos de rendimiento más prolongados. Está más serio en defensa, donde ha habido una progresión que se sublima en la BCL, donde deja en 62 puntos a los rivales en los tres primeros partidos. El hábito de ganar, perdido hace tiempo en Málaga, se construye ganando. Y quizá radique ahí la mayor importancia del partido, en la necesidad de encadenar encuentros solventes y triunfos. El primer puesto del grupo, que evita un play in molesto a principios de enero, se espera que en plena batalla por la Copa, está cercano, pero hay que rematarlo. Y en Dijon hay una buena oportunidad de dejarse el match ball para el siguiente partido. Ante el Burgos el equipo hizo un partido lineal y continuo desde el segundo cuarto. Será interesante ver cómo gestiona Katsikaris la rotación de sus jugadores, con 12 hombres sanos (y la posibilidad latente de un fichaje) los minutos se cotizan caros, Bouteille y Abromaitis pasaron de la treintena el sábado. El tiempo en pista no se regala.

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