La Copa del Rey estaba bien encarrilada para que viniera a Málaga en 2019. Ya se acometió la posibilidad de que esta edición de 2018 tuviera al Carpena como escenario del mayor evento de baloncesto en suelo patrio, pero finalmente Gran Canaria ganó la carrera para celebrar el evento que hoy se inicia. Pero esa opción preferente se evaporado y, a día de hoy, Madrid tiene muchas de las papeletas para acoger en 2019 la Copa. El acuerdo pactado se ha ido con el cambio de presidencia en la ACB. Se había encauzado con Francisco Roca el acuerdo, pero se lo ha llevado el viento con su marcha. La capital española puja fuerte y llega al canon de algo más de un millón de euros que solicita la ACB para la concesión de la organización. La oferta de Málaga, agrupando a Ayuntamiento, Junta y Diputación, estaba sobre los 700.000 euros. Los responsables de la ACB desconocían ese pacto y han agilizado las gestiones con Madrid, que desde 2011 no es sede después de ser frecuente parada en la anterior década. No ha habido opción de réplica para Málaga, que ahora lo tiene difícil.

El acuerdo con la anterior cúpula de la ACB incluía que Sevilla organizara la edición de 2018 de la Supercopa, pero ahora mismo está en suspenso. La celebración de la Copa es habitual hervidero de responsables políticos y se pueden acelerar los acuerdos. Málaga es contemplada por la ACB como lugar preferente por las facilidades logísticas, de comunicación y alojamiento más las buenas instalaciones del Carpena, que ya acogió en 2001, 2007 y 2014 el torneo. Pero el tema económico pesa y Madrid siempre tiene ascendencia. Con la capitalidad europea del deporte de 2020, Málaga pretende reunir eventos deportivos de alto nivel, ya ha organizado varios de calado y en camino está por ejemplo, la salida de la Vuelta a España en agosto. La Copa sería un broche más, pero organizar la de 2019 es hoy bastante complicado.