Francis Alonso (Málaga, 1996) inicia su cuarto curso en EEUU, el tercero en la Universidad de North Carolina Greensboro (UNCG). Después de una brillante temporada en la que ganó el título de la South Conference de la liga universitaria y se quedó a una victoria de jugar la famosa March Madness, el escolta malagueño afronta desde mañana, cuando su equipo debuta ante Virginia, una campaña en la que seguramente tendrá más responsabilidad aún. Empieza la especialidad de Business en su tercer curso. Al final de un entrenamiento y antes de terminar un trabajo sobre el uso de las armas en EEUU, candente por la última matanza en Texas, atiende a Málaga Hoy.

-¿Cómo llega a la temporada?

-Jugamos el pasado fin de semana un torneo contra otras tres universidades. Fue benéfico, para las víctimas de los últimos huracanes. Partidos de 15 minutos, pero le ganamos a la mítica North Carolina. Ahora ya empieza la temporada. Primero jugamos 13 partidos contra equipos de otras conferencias y después vienen 18 contra los otros nueve equipos de la nuestra, la SoCon. Esos partidos son los que cuentan para después hacer los cruces para luchar por el título. Si consiguiéramos ganar iremos a la March Madness.

-Se marchó a finales de junio de Málaga, después volvió con su universidad. ¿Cómo ha sido la pretemporada?

-Hemos trabajado mucho. En estos primeros meses hacemos más físico, mucho correr y pesas, preparar la temporada. Las reglas de la NCAA impiden a los entrenadores estar más de un tiempo determinado con nosotros. De los siete días de la semana, seis hacíamos físico y pesas más entrenamiento individual. Con el tema de las clases pues es mucho volumen.

-Ya ha elegido especialidad.

-Sí, empiezo Business, son estudios sobre economía y administración de empresas. Quiero estar relacionado con el deporte cuando acabe. Me gustaría tener una conexión con el baloncesto en el futuro, a lo mejor como agente de jugadores. Buscaba algo que aplicar al básket.

-¿Qué expectativas tiene para la temporada?

-A nivel colectivo, han acabado su ciclo ya dos piezas claves, R.J. White y Diante Baldwin, el pívot y el base titular. Tuvimos un buen año, con récord de la universidad. Hacíamos un juego efectivo pero al final de la temporada quizá era algo previsible y los rivales procuraban que ellos dos no entraran en juego. Este año quizá el equipo es mucho más completo. Hay jugadores de primer año que nos van a ayudar bastante ya, en ataque y defensa y con capacidad atlética. Jugaremos con cinco jugadores capaces de tirar por fuera, igual no va a ser tan fácil de leer para los rivales.

-Su entrenador, Wes Miller, decía en Málaga que debía prepararse para jugar de base.

-Hemos tenido un par de reuniones, incluso en España ya lo hice en amistosos, para decirme que este año voy a jugar de uno, que esté preparado para el paso. Es un esfuerzo grande de la manera que jugamos. Siempre me he criado siendo un base, pero mi capacidad de tiro me ayudó a jugar de dos. En el Unicaja ya jugaba ahí, es algo positivo que me sienta cómodo para las dos posiciones, en mi futuro me puede ayudar. El baloncesto está cambiando, hay muchos equipos que buscan ese combo.

-¿Cómo va su evolución física?

-Trato ahora de seguir una dieta. El año pasado a final de octubre pesaba 92 kilos y este año en el mismo mes peso 87. Busco ser más rápido y explosivo.

-¿Le vamos a ver hacer algún mate?

-He hecho alguno y los entrenadores se reían de mí (risas)...

-¿Habla con su amigo Domas? Se está saliendo en Indiana.

-Claro, le sigo mucho, he hablado recientemente un par de veces con él. Para mí es increíble ver ahí a un chico que se ha criado en Málaga, amigo mío. Sé qué tipo de persona es, qué visión y mentalidad tiene. Es un chico muy trabajador. Cómo está jugando no me ha sorprendo. Siempre va a dar el 100%, no se va fijar en sus números.

-El otro día jugó un gran partido en el Madison ante Porzingis y recordaba una final del Campeonato de Andalucía en Cazorla con los dos en plan figura.

-Es increíble, claro que me acuerdo de esa final, ahí estaba yo ¡Hace sólo cuatro años! Eran dos gigantes. He estado con Domas jugando desde baby en Los Guindos y créeme que a los que le conocemos no nos sorprende. Si uno pone su esfuerzo en mejorar, lo persigue y eres constante, mejoras.

-¿Está viendo al Unicaja?

-Ver no mucho, la verdad, porque por horarios es muy difícil. Pero sí estoy al día de los resultados. Han tenido buenas victorias en ACB y Euroliga y también algún partido que quizá no se debía escapar. Un calendario tan duro a lo mejor hace que a rivales no muy buenos no le prestes la atención que requieren. Sé que es difícil, pero confío en el que equipo gane muchos partidos.

-Hay tres ex compañeros suyos en el equipo.

-Sí, me alegro mucho por ellos. Alberto ya es un jugador importante. Vi que Morayo hizo una gran pretemporada y me alegré mucho, seguro que le van a llegar las oportunidades. Y Viny es un trabajador impresionante. He visto cómo trabajaba en verano y tiene que dar fruto.

-¿Qué dicen sus compañeros de su visita a Málaga?

-Alucinaron, fliparon. Son vidas diferentes las de EEUU y la de España. Pudieron ir a Madrid, Granada, Sevilla y Málaga... Sobre todo se sorprendieron de la calidez de la gente. Para muchos era la primera vez que salían de EEUU. Fue una experiencia increíble. Que conocieran mi casa fue muy bonito para mí también.