Unicaja

Txemi Urtasun, un servicio más siempre

Álex y Txemi Urtasun

Álex y Txemi Urtasun / Clavijo

José Miguel "Txemi" Urtasun Uriz (Pamplona, 1984) tiene integrado el gen de Marcelinho Huertas, el gran paradigma de cómo rendir llegado a la cuarentena, en un baloncesto que ya te exige una preparación física elevada, evolución que no para. Y donde la única alternativa a romper argumentos basados en física, y el ciclo de la vida, es a base de mantener un amor intenso y vivo hacia el baloncesto; por mucho que las nuevas generaciones estén más hechas que antaño, más admirable es mantener el hambre, ya con una carrera escrita y en sus últimas líneas, pero que siempre da lugar a una página más. Cumplirá 40 años en abril, los nuevos 30, dicen. En baloncesto desde luego. No en ACB, ya demasiado toro para el navarro, aunque hasta hace pocos meses estaba en el Betis, pero calidad y baloncesto de sobra para manejarse una LEB Oro nada desdeñable. Disfruta junto a su hermano Álex en Clavijo, con el objetivo de huir de la LEB Plata, en tres meses críticos y sin margen de error. El equipo logroñés es colista, con 4 victorias y 20 derrotas, las mismas que marcan la salvación. Difícil con diez jornadas por disputar, pero viene de ganar a Cáceres (78-76), penúltimo, con 20 puntos del ex jugador del Unicaja, que vuelve a engrandecer a ese tipo de jugadores que el baloncesto no engulle, sino que además rinden. Y para colmo, el ganar ese partido a Cáceres con una canasta ganadora, entrada a canasta vieja escuela pero igualmente efectiva tras casi un cuarto de siglo.

Y con su hermano Álex. Los hermanos Urtasun por y para siempre. Pero desde los 18 años no jugaban juntos, y eso que ha habido intentonas. Entre los dos suman 36 clubes, difícil encontrar un club de la zona media-baja de ACB donde no conste un Urtasun. Ha habido que esperar a los casi 40 años de los gemelos para compartir equipo, una clausura de la trayectoria de ambos especial, pase lo que pase hasta junio. Álex firmó un contrato temporal en enero, prolongado hasta final de temporada, un acicate indispensable para que Txemi aceptase una propuesta que llegó hace un mes, que debería suponer el último reto a más de dos décadas de baloncesto. O no. Porque siempre hay un servicio más. Encomiable es, que casi un año inactivo, sin jugar desde la temporada pasada, en Ourense en la final de la 22/23, promedie 17.5 puntos en Logroño desde que llegó, superando los 20 en los tres últimos.

Breogán, Gipuzkoa, Estudiantes, León, Alicante, Sevilla, Unicaja, Gran Canaria, Obradoiro, Zaragoza y Betis. En todos esos equipos jugó Txemi Urtasun en ACB. En Málaga jugó dos temporadas, de 2012 a 2014. Con Repesa, en su primer año, rindió a buen nivel, más de 9 puntos de media en ACB ese año y manteniendo los guarismos en Euroliga; bajó sus prestaciones con la llegada de Plaza, lesiones musculares que cortaron esa progresión, y se marcharía de Los Guindos después de esperar una propuesta de renovación que no llegó, dirección al Gran Canaria de Aíto García Reneses. Aquello ya queda en otra vida. Se le pudo ver en Málaga hace unos meses, presenciando en el Martín Urbano un partido del Unicaja Mijas. Ahora en Logroño. Mañana ya veremos dónde.

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