Unicaja Baloncesto | Entrevista con Aleksandar Djordjevic

“Milosavljevic es un competidor increíble, no tiene miedo a nadie”

  • El seleccionador serbio atiende a 'Málaga Hoy' horas antes de la Copa

  • "La pasión que hay en Málaga por el baloncesto la hay en pocos sitios, la fuerza del Unicaja está en las gradas", explica

Djordjevic da instrucciones a Milosavljevic en un partido con Serbia.

Djordjevic da instrucciones a Milosavljevic en un partido con Serbia. / FIBA Europe

Aleksandar Djordjevic (Belgrado, 1967) fue uno de los mejores jugadores europeos de los NBA, de los pocos a los que se le abrieron las puertas de la NBA, y ahora intenta no desmerecer su leyenda en los banquillos. Tras algunas experiencias en clubes, el verdadero éxito le llegó bajo los colores de su país. El mítico base ha puesto a Serbia a la espalda de Estados Unidos y codeándose con España en el último lustro. Atiende a Málaga Hoy para hablar sobre Milosavljevic, un fijo en sus planes y por el que siente predilección. Tiene grandes palabras para Casimiro, el Unicaja y Málaga. Una conversación de puro baloncesto.

–¿Qué tal? ¿Preparando la próxima ventana?

–Sí, ahora preparando la ventana y también me voy a la Copa de Serbia. Con tranquilidad.

–Decía antes de la fase de clasificación que sería complicado sellar el billete y así está siendo.

–Hace dos años dije que con este sistema iba a cambiar artificialmente la jerarquía de los medallistas. Fue la verdad. Por la imposibilidad de tener el mejor equipos somos perjudicados nosotros que tenemos muchos jugadores en las ligas más importantes del mundo. Eslovenia, nosotros...

–Hablando de jerarquías, en el último lustro España y su selección fueron las que más se acercaron a Estados Unidos.

–Sí, incluso diría que en los últimos cuatro años nos hemos adelantado a España gracias a las tres finales [Mundial, Juegos Olímpicos y Eurobásket]. Queremos seguir con esa trayectoria. La verdad es que mi misión y obsesión. El objetivo más claro cuando cogí la selección era ganar contra España, lo declaré públicamente porque para mí España era la mejor en ese tiempo. Lo conseguimos en el 2015 y los otros años conseguimos estar adelante de ellos. Es la metáfora de seguir creciendo y seguir sintiéndonos mejores con los resultados que comprueban esta teoría.

"Dragan se tiene que relajar, se pone mucha presión; tiene que jugar disfrutando y si lo hace le irá mejor"

–¿Dirigir a Serbia es uno de los mayores retos de su carrera como entrenador?

–Sin ninguna duda. Mi sentimiento más grande es cuando consigues una victoria tras otra y, sobre todo, una medalla con tu país. Mi objetivo más grande, como le dije a mis colaboradores, jugadores y a los medios, es que nuestro himno nacional sea la última melodía que se sintiese en las competiciones. Quiere decir que hemos ganado el oro. Eso pienso que la selección serbia tiene que tener como el objetivo más grande siempre.

–¿No echa de menos entrenar a diario?

–No. Soy muy metódico en lo que hago, cada parte de trabajo tiene sus pros y sus contras. Siempre quiero fijarme en los pros. No tengo ningún problema, tengo tiempo. Mi carrera en el baloncesto no empezó siendo entrenador, por suerte. Llevo más de 35 años dentro del baloncesto como profesional y es bastante baloncesto en mi vida.

–Ahora quería que me hablara de Dragan Milosavljevic, al que conoce bien. ¿Cómo le está viendo?

–Gagi es seguramente, sin hablar con Luis Casimiro, el corazón de ese equipo. Como siempre en su carrera, desde el Partizán hasta todos sus equipos. Siempre lo fue en sus equipos por cómo se comporta, por cómo juega, por cómo da el 110% cada día, por cómo quiere jugar cuando está lesionado y toda la garra que pone. Es un competidor increíble, transmite sus ganas de ganar, sus ganas de ser mejor a todo el ambiente. Es un tipo que no tiene miedo contra nadie. Es muy importante para nuestro grupo. Le aprecio muchísimo como persona, tiene madera de capitán. Para mí elegir a los jugadores es una parte de mi manera de seleccionarles, por la calidad humana. Ahí no está nadie delante suyo. Es una persona increíble. Le tengo mucho cariño y le aprecio por todo lo que hace. Por cómo se comporta cada día, por cómo hace declaraciones, por cómo juega, cuando está mejor en la cancha o cuando no; siempre está con la misma actitud. Eso es oro para cada club. Estoy seguro que en Málaga, lo sé porque lo he hablado con Carlos Jiménez, lo aprecian mucho y Dragan está haciendo una carrera excepcional. Estoy muy contento por él.

"Le aprecio por cómo se comporta cada día, cómo hace declaraciones, por cómo juega, siempre con la misma actitud"

–Es curioso que es uno de los jugadores que siempre lleva, incluso cuando dispone de los jugadores Euroliga y NBA.

–Desde el 2015 cuando empecé a entrenar a Serbia lo llevé por primera vez y quiero contar un episodio. Él tuvo una rotura fibrilar en el cuadriceps y no quiso decirlo en dos o tres días. Trabajó y se entrenó como un loco para ganarse el sitio. Luego tuvo que parar, pero no perdió su lugar porque yo aprecié mucho lo que hizo. Toda esa generosidad como jugador le lleva a ser una pieza fundamental en la selección. En mi manera de ser, él lo sabe, cuando estamos para hacer una convocatoria de 16 jugadores antes de una competición ellos se ganan el sitio trabajando cada día. Todos tienen la misma oportunidad y cuando está citado es por sus cualidades. En él veo esa parte de carácter, esa cultura del trabajo. Me gusta mucho la escritura de Cultura del Esfuerzo en la camiseta del Valencia Básket; es una vía principal en mi manera de ver el deporte.

–¿Qué le está faltando en el Unicaja para mostrar su mejor versión?

–Él se tiene que relajar, se pone muchísima presión para ser siempre el mejor. Tiene que relajarse y jugar disfrutando porque ya ha mostrado su valor. Él tiene en su cabeza que tiene que demostrar, pero ya ha demostrado que es un grandísimo jugador, con una grandísima carrera y con éxito. Si pudiera hacer esto seguramente le iría mejor, sobre todo, para alcanzar esa continuidad en ataque. En los tiradores es básica la confianza en sí mismo y en eso tiene que mejorar.

–¿Ha visto mucho al Unicaja? ¿Qué le está pareciendo?

–Muy bien. Luis es un maestro con su calma, tranquilidad y sabiduría del baloncesto. La experiencia que tiene le hace saber que el trabajo de cada entrenador es coger el máximo de su equipo y lo está haciendo. Pienso que es un matrimonio muy bueno Luis con el Unicaja. La pasión que hay en Málaga por el baloncesto está en pocos sitios y eso es lo que están transmitiendo en esta nueva etapa. Tampoco me fijo mucho en analizar toda la temporada, miro un poco una foto global, no en el pequeño detalle.

Djordjevic, durante el Unicaja-Bayern de Eurocup, en 2016. Djordjevic, durante el Unicaja-Bayern de Eurocup, en 2016.

Djordjevic, durante el Unicaja-Bayern de Eurocup, en 2016. / Javier Albiñana

–Habla del ambiente en Málaga.

–Se vive mucho el baloncesto en la ciudad, tiene mucha historia. Cuando aterricé en Barcelona en mi etapa como jugador en el 1996 desde Portland sabía de los Smith y me encontré con Nacho Rodríguez, que fue un ejemplo del orgullo español jugando para el Unicaja. Tenía competitividad, garra... También estaba Babkov. Recuerdo que el pabellón era pequeño [Ciudad Jardín], tuve la suerte de jugar en ese ambiente. Por eso a Málaga le tengo respeto y cariño. Luego vino un pabellón nuevo y grandes entrenadores como Boza Maljkovic, Sergio Scariolo, Repesa o Plaza. Siempre están creciendo y el Unicaja ahora es una realidad del baloncesto europeo. Seguramente, junto con Valencia, se merece una licencia A para la Euroliga por esa continuidad. Hacen siempre equipos competitivos y sacan ese orgullo del sur que lleváis ahí, ese encanto de gente...Sólo los que hemos vivido, yo como visitante, pudimos sentir que el calor que tienen en las gradas es increíble. Es algo que tenéis que llevar siempre hasta el límite. La fuerza del Unicaja está en las gradas y luego se transmite a los jugadores.

–Hablando de su etapa como jugador, ¿qué recuerdos de la Copa del Rey tiene?

–La Copa siempre se recuerda más por esos partidos entre el Real Madrid y el Barcelona, yo los pude jugar por ambos lados y por eso soy muy afortunado. Ya no pienso más atrás de lo que comí hoy en el desayuno. Es mi manera de pensar. Lo que hice está en la historia y en quien la recuerde. Yo voy por mi camino y en lo que me espera esta noche, mañana o pasado.

–¿Qué es básico en la Copa para sobrevivir día a día?

–La Copa es muy particular, es una competición muy original. Están los ocho mejores equipos y cada uno puede tener un buen día y ganar contra los favoritos. Cuando hablan de sorpresas yo digo que no las hay. Cada equipo, sobre todo en España que es una liga muy competitiva, puede ganar contra cualquiera. Eso es lo bueno de la Copa. Cada equipo viene con ganas, ambición, carácter, con su gente y a disfrutar. Los que no son favoritos sobre la carta vienen con muchas ganas. Esa imprevisibilidad diferencia a la Copa. Para la gente que hace apuestas es muy interesante, yo como soy contrario no me interesa. La calidad de la organización es en España seguramente la número uno. Es un espectáculo, la gente que lo organiza, la ciudad, unas veces fue Málaga o Vitoria; siempre fue una fiesta para demostrar la cultura de ese lugar a todo el mundo. 

–Me gustaría hablar de algunos nombres propios que tienen lazos con Málaga. Empecemos por Nedovic.

–Un jugador muy especial. Es una persona a la que tengo mucho cariño, es muy buen chaval, muy educado. Tiene una explosividad, unas piernas increíbles y un talento ofensivo igual a nadie. Tuvo problemas después de un par de años sin jugar en la NBA. Le costó adaptarse al competitivo baloncesto europeo. En Valencia en el primer año y en la primera mitad de la temporada en el Unicaja no fue buena para él. Lo hizo mejor en los dos últimos meses. Luego jugó como jugó la última. Es un jugador que está creciendo, muy importante también para nuestra selección, y es un ejemplo. Tiene mucho margen de mejora, pero llegó a un nivel muy bueno en Europa.

"El Unicaja, junto a Valencia Básket, se merece una licencia A en la Euroliga por esa continuidad"

–Sigamos por Scariolo, con el que le une una buena relación.

–Él ha hecho historia. Somos muy amigos, estoy orgulloso de serlo porque fui su jugador. Cuando empecé la carrera de entrenador le dije a todos los que fueron mis técnicos que los respetaba mucho más que cuando era jugador. Sergio es un gran trabajador, muy metódico y un maniático del detalle. Sabemos que los detalles en el baloncesto te hacen ganar títulos y medallas. Él lo consiguió en Málaga y en el Madrid. Nosotros lo conseguimos juntos en una primera etapa en la Fortitudo Bolonia y luego en Madrid. Ahora como rivales somos amigos y respeto mucho lo que está haciendo. Le sigo, pero aún no le hice una llamada para preguntarle qué tal la nueva experiencia. Seguro que lo está aprovechando al máximo.

–En la NBA pocos jugadores pueden decir que compartieron quinteto con jugadores como Larry Bird o McHale.

–Fue en el 1990, jugué un amistoso, que fue mi único partido con los Celtics. Fue una etapa diversa, diferente. Todo lo que piensan en este momentos los americanos de los europeos era diferente. No conocían nuestra calidad, nuestro talento, lo que podíamos hacer. Fuimos pioneros, le abrimos las puertas, que ahora están completamente abiertas para los que no son americanos. Después estuve en Portland, pero fue una edad como le ocurrió ahora a Milos Teodosic, con 29 ó 30 años. Un jugador de esa edad quiere jugar, quiere ser decisivo, quiere llevar su propio equipo y jugar por los títulos porque estás acostumbrado a eso. Mi estancia en Portland fue distinto, como lo fue con Milos en los Clippers. Con 24 años te puedes adaptar, con 29 quieres jugar y ser importante como siempre lo has sido. Es distinto de ahora. En aquella época sólo los mejores podían ir a la NBA. Hace 20 o 25 años sólo los mejores quizá tenían la oportunidad. Ahora también los que tienen un rol más pequeño pueden encontrar un hueco porque ellos han ententido lo que podemos dar.

–De europeos actuales me gustaría conocer su opinión de Nikola Jokic y Luka Doncic.

–Son dos que están haciendo historia. Doncic la verdad es que su desarrollo es impresionante. Lo que está haciendo es gracias a la experiencia que le dio el Real Madrid y a la confianza que pusieron en él Pablo Laso y Alberto Herreros. Compañeros también. Es un talento increíble, lo está haciendo de una manera única. Pienso que va a ir todavía a más. Jokic es muy particular, es un producto de la escuela de Divac y los hermanos Gasol. En el sentir el juego, entenderlo, en el querer pasar, en el querer jugar con el equipo... Es un talento natural para hacer un juego que me gusta muchísimo. Está cambiando la manera en que se juega en América. Pasar de esa manera no es algo que todos los equipos hacen en la NBA. Es una estrella, absolutamente. Ser All Star es una confirmación de esa calidad y sólo puedo hacer mis cumplidos por lo que está haciendo. Desde Río de Janeiro no estuvo con nosotros en la selección por varias razones y ahora, quizás, si nos clasificamos para el Mundial va a estar otra vez con nosotros y estoy seguro que nos va a dar otra calidad.

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