De los últimos cinco partidos de la ACB el Unicaja ganó cuatro. De los cuatro primeros había perdido tres. El balance de los malagueños es de 5-4 tras 10 jornadas de la fase regular (hay que recordar que le tocó descansar el fin de semana anterior). Aún hay que remar para certificar el billete de la Copa del Rey, un objetivo mínimo para los de Luis Casimiro. Y ahora, sobre el papel, viene un tramo propicio en el calendario. De los siguientes seis encuentros de la Liga Endesa, sólo el Real Madrid está por encima de los rivales. Toca llenar el zurrón con los de abajo, que tienen, por otro lado, la necesidad de ir mirando hacia arriba. En este tramo final de 2020 va a estar la presencia en uno de los torneos clave de la temporada. 

El primero en ponerse delante en el Acunsa GBC, que se lo ganó en la pista y peleó en los despachos para hoy ser equipo de pleno derecho de la ACB. Se reinventaron los guipuzcoanos tras caer a la LEB Oro y están pronto de vuelta en la élite del baloncesto español. Un proyecto con sangre fresca y casi totalmente renovado. Aún se recuerda cuando en verano anunciaron los 12 nombres de la plantilla de una tirada. Sin duda, una estrategia de comunicación pocas veces vista. Pero en este año ya poco debiera sorprender. Lo cierto es el trabajo en los despachos y en el parqué aún no está obteniendo recompensa. Los de Marcelo Nicola, que tiene algún encuentro menos, sólo ganaron un duelo. Y no compitieron en unos tantos otros. Está al fondo de la clasificación, que comparte con el Bilbao. 

Es cierto que no es sencillo montar un proyecto con la incertidumbre que planeaba sobre el club, varios meses sin saber qué competición jugarían. Repercute en lo económico, con el añadido de la pandemia, y también en la capacidad de convencer a jugadores de nivel. No obstante, aún tienen la oportunidad de reengancharse. Está el asunto comprimido por el sótano de la ACB. Tienen, pese a todo, algún jugador interesante. Como Jaime Echenique, al que se conocía de la selección venezolana, pero que ha cuajado buenos partidos en su aterrizaje en España. Elegible para el Draft, su salida hacia la NBA podría ser un mazazo importante. Y claro, Viny Okouo. El canterano cajista salió de Málaga y va encontrando su mejor cara. Brilló en Lituania con minutos y ahora trata de hacerse un hueco en un escenario de mucha más exigencia. Hay ganas de ver esos avances. 

Sigue fuera Mekel, al que no se espera ya en noviembre. El israelí recayó de su lesión y da varios pasos atrás en su recuperación. Su ausencia compromete a Alberto Díaz, a un nivel excepcional aunque con más minutos de los que debiera a estas alturas en las piernas. Por ver el vaso medio lleno, también es una buena oportunidad para que se siga rodando en momentos de la verdad Jaime Fernández porque más adelante viene lo gordo. Como la Copa, un estímulo suficiente para pisar el acelerador y seguir llenando el granero.