RaiQuan Gray, una mole en el AEK: "El Unicaja te puede preocupar"
"Desde el lunes llevo pensando en el partido del viernes", dice el interior americano del rival cajista
Los preparativos de la Final Four
RaiQuan Gray fue una apuesta importante del AEK Atenas, rival del Unicaja, el pasado verano. Con algún partido de experiencia en la NBA, en Brooklyn y San Antonio, después de cuatro años de formación en Florida State, es su primera experiencia en Europa. Es un interior de 2.03 metros pero de alto voltaje, con 9.1 puntos, 3.7 rebotes y 2.6 asistencias por partido en la BCL, cifras algo más altas en la Liga de Grecia. Con 25 años, tiene margen de progresión para ir subiendo escalones a este lado del Atlántico. En el AEK ha caído bien.
Gray era cuestionado en la web del club heleno por las mejoras que se están haciendo en el Sunel Arena para el evento. "Primero que nada, me encanta. Es increíble ver los cambios y las novedades que aportan a la Final Four. Tengo muchas ganas de ver cómo será el juego; es perfecto y creo que a los aficionados también les gustará", decía el americano. Los equipos no pueden probar la pista hasta este jueves, aunque al Unicaja le colocaron el horario de las 21:00 horas y ha preferido hacerlo en horas más tempestivas.
“Tengo mucha ilusión, solo quiero que pasen los días y llegue el viernes… Desde el momento en que me desperté el lunes estaba pensando en el viernes y me fue difícil prepararme y esperar los días, sabiendo lo importante que es el partido para nosotros y nuestros aficionados. Será genial y no puedo esperar", señalaba el pívot yankee, confiado de las posibilidades de su equipo desde el respeto al vigente campeón: "Nuestro enfoque es ganar, independientemente del oponente. Hemos ido cogiendo ritmo a lo largo de la temporada y hemos demostrado que estamos teniendo un año excelente. Tenemos la ventaja de jugar en casa, ya que la F4 se celebra en Atenas. El Unicaja Málaga es un equipo que te puede preocupar, el año pasado ganaron la competición, pero somos un buen equipo, así que no puedo ir con nadie más que no sea el equipo y mis compañeros".
"Mi mejor momento fue al bajar del avión en Atenas. Venir aquí, para mejorar y desarrollar mi juego, fue una de las mejores decisiones de mi vida. También he evolucionado como persona; ha sido un gran año para mí dentro y fuera de la cancha, y para mis compañeros y entrenadores, así que no fue una mala decisión. Lo pasé genial todo el año, el equipo ganaba, hicimos historia y, diría yo, solo tengo buenos recuerdos y buenas vibras del AEK. Es difícil encontrar un mal momento. Quizás lo peor fue la lesión que tuve y que me mantuvo fuera de algunos partidos importantes. Aquí los partidos son uno o dos por semana y yo me perdí dos o tres semanas, así que eso me "mató", pero el equipo iba ganando y seguíamos avanzando en todas las competiciones, así que eso me mantuvo alerta", señalaba sobre cómo había sido su adaptación.
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