Pocos se atreven a hablar de pactos a escasas horas de que se celebren las elecciones. Todos confían en ganar o, al menos, en obtener la representación necesaria para que su partido sea clave en las futuras corporaciones municipales de Málaga. Pero tras el domingo se harán necesarios para gobernar en más de un caso.

El PSOE tiene claro que no respetará a la fuerza más votada si eso implica que sea el PP el que pueda gobernar en un municipio. El secretario de Política Institucional del PSOE-A, número dos en la lista del partido al Ayuntamiento de la capital y portavoz del grupo en la Diputación provincial, Francisco Conejo, fue contundente al señalar que "frente a la derecha optaremos siempre por una alternativa de izquierda" e insistió en que en ese contexto "vamos a apostar por la mayoría de izquierdas en los casos que sea posible porque hay que frenar a la política de la derecha".

No obstante, quiso matizar que tras los resultados de los comicios de mañana y en función de cómo quede el panorama político de la provincia "analizaremos la alianza de pactos porque ahora entran en juegos otros partidos".

Aunque aclaró que su partido defiende la estabilidad en las instituciones "porque es nuestro planteamiento histórico", si bien aseguró que "a lo menor la fuerza más votada no da estabilidad".

No cree que sea de buen gusto hablar del tema la secretaria general del PP en Málaga, Margarita del Cid, a pesar de que fue el presidente de su partido en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, el que ofreció al PSOE un posible pacto al respecto tras las pasadas elecciones autonómicas. En su opinión, "sin que antes hablen los malagueños no deberíamos hablar nosotros y repartirnos sillones".

Pero sí dijo que lo parece mal que "todos los partidos lleguen a un acuerdo y que se abra un debate sobre esta cuestión", pero que "se respete y so sea cuando interesa".

El PP, como el resto, defienden que saldrán a ganar, pero la realidad de los posibles pactos subyace en esta ocasión con más fuerza que nunca. Tampoco la coordinadora provincial de la campaña de IU, Antonia Morillas, quiso aventurar que ocurrirá a partir del domingo llegado el caso de que su partido sea posible llave para formar gobierno aún no habiendo ganado las elecciones, aunque sí aclaró que cualquier acuerdo que se plantee "vendrá determinado por la confluencia en el programa electoral y el refrendo de la militancia y los simpatizantes del partido".

Como ya hicieran cuando en las elecciones autonómicas de 2012 apoyaron al PSOE para gobernar en Andalucía a pesar de que había sido el PP el que había ganado en aquella ocasión, Morillas dijo que "aplicaremos la máxima democracia para elegir si ese posible pacto se produce", pero aseguró que en cualquier caso "no se decidirá en ningún despacho".