El consejero de Presidencia, Antonio Sanz, también tiene entre sus competencias las de Interior y, por tanto, la gestión de las emergencias. Este verano ha asumido las competencias del plan contra incendios forestales de la Junta, el conocido plan Infoca, que hasta ahora se encontraba en la Consejería de Sostenibilidad. Tanto para emergencias por incendios como para otras catástrofes naturales, la Junta cuenta con un sistema de alerta masiva para la población, el Es-Alert, como el utilizado en Madrid, y desarrolla una plataforma que utiliza inteligencia artificial para una comunicación personalizada.  

-Después de las lluvias del pasado fin de semana y del descenso de temperatura, ¿podemos dar por acabado la fase de mayor riesgo de incendios?

-Pues todo lo contrario, estamos en máximo riesgo. Aunque Andalucía venga de un fin de semana en el que el mapa de riesgo estuvo todo verde, ahora estamos en riesgo alto y, al menos, así estaremos hasta el 31 de octubre. Los períodos de riesgo extremos no sólo tienen que ver con las temperaturas, también con la sequedad y, sobre todo, con el nivel de actividad humana que se desarrolla en ese momento. Los incendios están muy relacionados con la actividad humana, con la negligencia y los accidentes, y las olas de calor hacen que disminuyan esas actividades. Es después, cuando se regresa al campo, cuando el riesgo es extremo. La segunda quincena de agosto y septiembre son siempre muy preocupantes, porque la evolución de la sequedad es superior.

Antonio Sanz.

-Algo habrán aliviado estas lluvias.

-Sí, pero Andalucía es muy grande y el riesgo siempre es alto, entre otras razones porque los incendios están cambiando, se propagan a mayor velocidad, son más virulentos y es fácil que se conviertan en catástrofe. Han ido evolucionado y a peor.

-El conjunto del verano sí ha sido bueno.

-Eso sí, pero no lancemos las campanas al vuelo, tenemos que ser muy prudentes. Por el territorio tan amplio que tenemos y por la extensión de la riqueza forestal, estamos expuestos siempre a un incendio. Aun así, si en España se han superado este año las 85.000 hectáreas de terrenos afectados, en Andalucía han sido 1.570 hectáreas. Nuestra media anual es de 7.500 hectáreas, pero eso no sirve, nos relaja pero no podemos bajar la guardia.

-¿Por qué?

-Porque la clave es el número de incendios al que tenemos que hacer frente, y eso prácticamente no ha bajado. Hemos tenido 564, muy pocos menos que el año anterior. Lo que ocurre es que se viene trabajando desde hace años, que el Gobierno de Juanma Moreno ha confiado en este plan y que, por tanto, tenemos el mejor dispositivo de toda España. Y con diferencia. El plan Infoca es el más preparado y el que cuenta con más medios de España, disponemos de 4.700 efectivos y 41 medios aéreos. Y esto último nos ha permitido diseñar una estrategia distinta contra el fuego.

Hemos cambiado la estrategia contra el fuego, ahora actuamos de modo inminente y con todos los medios

-¿En qué consiste?

-Actuamos de modo inminente sobre los incendios y con el mayor número de medios posibles, eso lo que hace es disminuir la gravedad. Es posible que en el inicio del incendio contemos con 14 ó 15 medios aéreos. ¿Qué conseguimos? Pues que el incendio se quede en conato o que el gran incendio se quede sólo en incendio. Pero esto no exime de que Andalucía este abocada a un gran incendio, ya hemos tenido uno de sexta generación y es posible.

-¿Por qué no baja el número de incendios? ¿Qué los causa de modo mayoritario?

-El 80% son negligencias, otras veces son accidentes. Incendios de camiones, por ejemplo, por actividad laboral en zonas agrícolas. Por tanto, tienen que ver con la actividad humana, no son intencionados.  

-¿Por qué decidió el Gobierno andaluz que la Consejería de Presidencia y de Interior asumiese el plan Infoca?

-En una gran mayoría de comunidades autónomas, y siguiendo la directrices del Estado y las europeas, un incendio forestal, tal como han evolucionado hasta el momento, es una emergencia de protección civil. Una gran mayoría de incendios termina en una emergencia de protección civil, y no sólo porque hay riesgo para la vida de las personas, sino por sus propias consecuencias. 

-¿Y la gestión forestal, que es consustancial a la prevención, está en Presidencia o en Sostenibilidad?

-La prevención se desarrolla igual, el plan Infoca es el que planifica la prevención y la ejecución la va a seguir desarrollando Amaya (Agencia Andaluza de Medio Ambiente y Agua), ligada a Sostenibilidad. 

-Hay un principio de acuerdo entre la Junta y los sindicatos para extender los contratos del personal a todo el año.

-Sí, hay una demanda sindical de muchos años y hemos adquirido el compromiso para ello. La incorporación del Infoca a la futura Agencia de Seguridad y Emergencias de Andalucía también obedece a que debemos tener una plantilla dedicada a otros tipos de emergencias. La nueva normativa encarga al Infoca los incendios y cualquier tipo de emergencia natural, caso de terremotos e inundaciones. El Infoca, por ejemplo, ya participa de facto en asuntos como búsqueda de personas en entornos naturales o durante la propia pandemia de Covid. Actuó como la Unidad Militar de Emergencias en labores de desinfección. Infoca actuó en las últimas inundaciones de Málaga y en las de Lepe. Andalucía no puede tener un capital humano y de medios tan importante sólo para incendios.

-¿Qué plantilla queda por estabilizar durante todo el año?

-Son 700 personas, se ha ido avanzando mucho y en cuatro años vamos a completarlo. La idea es que todo el personal esté disponible para cualquier tipo de emergencias los 365 días del año. A la vez, estamos renovando todos los medios, el 85% de los vehículos estará renovado a final de año y además vamos incorporando otros medios muy novedosos. Contamos ya con un dron terrestre que es capaz de llegar a zonas de gran peligrosidad donde no llegan los bomberos, entra, desbroza y abre caminos. Esto no lo tiene nadie en España. También hemos incorporado un depósito que se transporta de modo aéreo y que, desde el punto donde se deje, actúa como una nodriza.

"Tenemos un sistema de alertas como el de Madrid, se activó pero no fue necesario usarlo en el Rocío, la romería de la Virgen de las Cabezas y en el Circuito de Jerez"

-Uno de los problemas de los incendios de sexta generación es el alto riesgo para las vidas humanas, debido a la proliferación de zonas urbanas en medios naturales, interfases entre los dos ambientes. ¿Los municipios andaluces y las urbanizaciones tienen la obligación de contar con planes de contingencia para ello?

-Sí, es una obligación. Ahora tenemos más de 150 estudios de zonas de interfases, en el que tenemos detallado quién reside en cada casa y cómo se localizan a esas personas. Todo está identificado, si hay caminos, cancelas, animales... todo eso es protección civil.

Antonio Sanz, en su despacho del Palacio de San Telmo.

-Usted se encarga de todas las emergencias naturales. Recientemente, ha puesto en marcha un plan de respuesta para tsunamis.

-Bueno, son hechos que piensas que no van a ocurrir, pero que la historia y la ciencia lo ven posible. De hecho, en más de una ocasión, cuando se producen terremotos frente a las costas de Portugal, se activan avisos, lo que ocurre es que después no ha pasado nada. El riesgo existe, aunque tarde en ocurrir tres siglos, pero el Gobierno debe tener un plan de respuesta. Estamos en una fase de formación y de información, porque en ocasiones el ciudadano actúa de modo contrario a lo que es adecuado, por eso hay que informar. 

"Hemos hecho un estudio de la edificabilidad de 2.000 kilómetros de costa como parte del plan de tsunamis"

-¿Hacen lo contrario? 

-Sí, en caso de terremotos, y lo hemos visto, la gente tiende a salir a la calle, cuando es peligroso si te colocas en zonas expuestas. En Lorca murió una personas porque se le cayó una cornisa en la calle. Lo que hay que hacer es quedarte en casa, a resguardo, meterte debajo de una mesa, esperar, porque los edificios están preparados. En el caso del plan de los maremotos, hemos hecho un estudio de edificabilidad de 2.000 kilómetros de costa, pueblo a pueblo, eso no lo había hecho nadie. Este estudio nos dice cuál sería la reacción de las casas, es un estudio pionero. Y ahora los ayuntamientos van a iniciar los planes de contingencia.

-¿Qué le ha perecido la llamada de alerta general que se ha hecho en la comunidad de Madrid a través de los teléfonos móviles?

-Nosotros tenemos ese sistema, el sistema Alert, que envía mensajes masivos a los entornos que se definan, un barrio, un pueblo, una comarca, lo que se desee. Es un buen dispositivo, sólo lo hemos utilizado en simulacros. En el caso de Madrid, siempre es complejo cuándo decidir si se manda una alerta, hay que ser prudente y también previsor, medir eso no es fácil. 

-Pero las consecuencias de equivocarse no son tan negativas.

-Bueno, la actividad se paraliza, las consecuencias sí son importantes. Nosotros teníamos una situación más compleja en la provincia de Cádiz, se avisó a la ciudadanía, pero no se envió ese mensaje general. De todos modos, si fuera necesario, se utilizaría, tenga en cuenta que es una herramienta muy valiosa para evacuación de personal. Es que hasta ahora se hace puerta a puerta, esto es un gran avance. En la Junta hemos contratado un sistema de inteligencia artificial no sólo para alertar, sino para comunicar, por ejemplo, con personas en riesgo, personas impedidas o que necesitan algún tipo de medicamentos. El sistema Alert lo hemos tenido activado en tres ocasiones, en las romerías del Rocío y de la Virgen de las Cabezas y el mundial del Circuito de Jerez.