Gp de mónaco

Espectacular remontada de Alonso en Mónaco

  • El asturiano, que salía desde la última posición, terminó sexto. Webber se subió a lo más alto del podio, al que también subieron su compañero Vettel y Kubica.

El australiano Mark Webber y el alemán Sebastian Vettel lograron un doblete para Red Bull en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, en el que el español Fernando Alonso remontó desde la última hasta la sexta posición en una espectacular carrera.

Webber logró en el mítico trazado urbano de Mónaco el segundo triunfo en el plazo de una semana, pues el domingo pasado festejó en España. Al igual que en Barcelona, venció con comodidad desde la pole position. El australiano de 33 años suma cuatro victorias en su trayectoria y dos en 2010. Disputados ya seis Grandes Premios, comanda la clasificación con los mismos 78 puntos que Vettel y con tres sobre Alonso.

El español de Ferrari fue el gran triunfador del día junto a los Red Bull. Alonso recuperó la fortuna que le faltó el sábado y con una estrategia atrevida consiguió recuperar 18 puestos y sumar seis puntos inesperados tras el accidente que no le permitió participar en la clasificación un día antes. Sólo en los últimos metros se vio superado por el alemán Michael Schumacher cuando se retiró el último coche de seguridad, por lo que bajó a la séptima plaza a escasos segundos de ver la bandera de cuadros. Finalmente la FIA sancionó al alemán con 20 segundos, por lo que Alonso subió a la sexta plaza. El podio lo completó el polaco de Renault Robert Kubica, seguido del Ferrari de Felipe Massa y del McLaren del británico Lewis Hamilton.

Mientras Michael Douglas, Jennifer López y Marc Anthony se preparaban para ver la carrera y las modelos de curvas artificiales se hacían las últimas fotos junto a los muros de neumáticos, los coches se posicionaron en parrilla para la carrera más tensa del campeonato por la angostura del trazado. No decepcionó.

Alonso esperaba solo en el pit lane a que los semáforos se apagaran en una recta de salida en la que faltaba su monoplaza. Comenzó una carrera caótica. En los primeros metros, Vettel adelantó a Kubica y se situó segundo detrás de Webber gracias una ajustada maniobra por la derecha del polaco en la que el alemán rozó las barreras. El Williams del brasileño Rubens Barrichello adelantó también de una vez a los Mercedes de Nico Rosberg y Michael Schumacher, que más tarde superó a su compañero.

Apenas se había lanzado la carrera, se volvió a parar. En la segunda vuelta tuvo que salir el coche de seguridad tras un fuerte accidente del Williams del alemán Nico Hulkenberg, que se estrelló contra los raíles protectores dentro del mítico túnel, la parte más rápida de los 3,340 kilómetros de circuito urbano. En plena procesión hasta que se limpiara la pista, el McLaren del británico Jenson Button se convirtió en una chimenea y tuvo que abandonar la carrera, perdiendo así ya seguro el liderato del campeonato que ostentaba hasta ahora. Tras su victoria el año pasado en el Principado, Button recorrió parte del trazado corriendo con el casco en la mano y jubiloso. Esta vez lo hizo andando y con la cabeza baja.

Un pequeño triunfo para Alonso, que era segundo de la tabla hasta entonces detrás del actual campeón. El español entró en boxes en la primera vuelta para cambiar neumáticos y poner los duros ya hasta el final de la carrera. Era un riesgo que tenía que correr en busca de algún punto después de que el bicampeón mundial no pudiera participar en la clasificación del sábado por el accidente sufrido en la última sesión de prácticas, por lo que partió último. La salida del coche de seguridad en la segunda vuelta le benefició.

En el séptimo giro se relanzó la carrera. Para entonces, Alonso había adelantado a los Hispania de Bruno Senna y Karun Chandhok. Luego, al Virgin de Lucas di Grassi a la salida del túnel, antes de la chicane. En el mismo sitio superó al Lotus del italiano Jarno Trulli. Y al Virgin de Timo Glock poco después. Y al otro Lotus, el del finlandés Heikki Kovalainen. ¿Quién dijo que no era posible adelantar? Alonso ya era decimosexto en 17 vueltas.

Por delante, Webber, como en Barcelona, marcaba un ritmo insoportable para Vettel pese a que llevan el mismo coche. Llegó el momento de las paradas en boxes. Schumacher superó a Barrichello, pero, estabilizada la carrera, Alonso, que ya había hecho sus deberes, era el más beneficiado: era séptimo por delante justo del Kaiser y por detrás del McLaren de Lewis Hamilton. En 28 vueltas había ganado 17 puestos.

El español Pedro de la Rosa tuvo que abandonar en la vuelta 24. Sólo terminó uno de los seis Grandes Premios disputados en lo que va de año. Rosberg fue el que más tardó en entrar a cambiar neumáticos. Cuando lo hizo, devolvió el liderazgo a los dos Red Bull y cedió otro puesto para Alonso, que era sexto y emulaba la recuperación de Schumacher en 2006, cuando salió último -también con un Ferrari- y acabó quinto. En la vuelta 31 entró en acción de nuevo el coche de seguridad por el accidente de Barrichello en Massenet. Era el séptimo abandono del día.

Relanzada la carrera, la pregunta: ¿iban a aguantar los neumáticos de Alonso 40 vueltas más? En la vuelta 44, otra vez el coche de seguridad por una alcantarilla suelta en la curva tres. La carrera entró (al fin) en una fase de calma con nueve coches fuera de pista. A tres giros del final, Trulli y Chandhok se engancharon en la curva de La Rascasse y el Lotus acabó encima del Hispania. Último coche de seguridad y 11 abandonos.

Aún hubo tiempo de más. A pocos metros del final, se retiró el coche de seguridad y en esos pocos metros, Schumacher fue capaz de adelantar a Alonso y quedarse con la sexta plaza amargando un poco la gran carrera del español. Alonso acabó séptimo y casi tan feliz como Webber y Vettel, cuyos Red Bull ya cabalgan en solitario al frente del campeonato, pero a poca distancia del lazo del español.

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