Mientras muchos malaguistas se preguntan quiénes serán las nuevas incorporaciones, en el club se le da más trascendencia al capítulo de salidas. Que sean pocas, que no afecten mucho a la línea de flotación y que, hecho el daño deportivo, al menos puedan dejar en caja una suculenta cantidad de dinero para afrontar las trabas de la temporada financiera. Darder es uno de los que tiene más papeletas para ser traspasado. Sobre todo, por la insistencia de algunos clubes importantes. Y ahí está el Inter de Milán, dispuesto a hacer un esfuerzo importante por él. Según pudo saber este periódico, estos días está preparando su ofensiva al objeto de rematar su incorporación al conjunto neroazzuro la próxima temporada.

De hecho, los contactos se dejaron en un punto avanzado hace varias semanas con la palabra de que se rescatarían una vez finalizados los campeonatos español e italiano (este último lo hizo el pasado domingo, una semana después). La dirección deportiva que encabeza Javier Zanetti tiene una prisa considerable por armar los cimientos de un nuevo proyecto que permita a un club histórico reverdecer la gloria de días no muy lejanos. Esta temporada cayó eliminado en cuartos de final de la copa italiana, en octavos de la Europa League y, lo peor, finalizó en octava posición el campeonato, lo cual le dejará sin competición europea el año que viene. Un auténtico fracaso para el cuadro milanés, que ya ha emprendido negociaciones en varios frentes para traer nuevas y potentes incorporaciones, así como para retener a algunos de sus pilares actuales.

Erick Tohir, el potentado ingeniero que hace casi dos años se hizo con la propiedad del Inter, quiere devolver al equipo a la élite del fútbol y parece que no escatimará esfuerzos en ello. A pesar incluso de la sanción que la UEFA comunicó hace un mes por sobredimensionar su plantilla y que le reportará una multa de 20 millones de euros. Roberto Mancini, actual entrenador, ha pedido un esfuerzo por traer objetivos importantes y también jóvenes valores, y ahí es donde entra la figura del centrocampista balear. Darder es muy del gusto del director deportivo, quien tiene abiertas negociaciones con su homólogo, Mario Husillos, y también anda en contacto con su agente, José María Minguella junior, quien recientemente reconoció que existían serias posibilidades de que se pudiera llegar a un acuerdo definitivo.

El futbolista, por su parte, se encuentra de vacaciones ajeno a las conversaciones entre clubes, aunque en todo momento alerta por si la operación entra en su tramo final y tiene que presentar en el club o incluso en Milán. El escenario de negociación a día de hoy pasaría por cerrar una cantidad fija de venta cercana a los diez millones y cantidades posteriores por objetivos e incluso un porcentaje de venta futura. Salvo sorpresa, será uno de los temas del verano llamados a resolverse con mayor prontitud.