Ghana

África llora con Gyan

  • Todo el continente lamenta la ocasión perdida de pasar a las semifinales

Asamoah Gyan asegura que es fuerte, que se recuperará, pero toda África llora las lágrimas del hombre que tuvo en sus pies el mayor logro futbolístico en la historia del continente.

"Un momento terrible para todo el continente", dijo el jefe de la Federación Ghanesa, Kwesi Nyantakyi, sobre la dramática derrota de su selección. "Robaron a África", escribió el diario Cape Town Times.

Ese momento llegó en el minuto 120 del encuentro. En el último segundo de la prórroga. Gyan, el goleador estrella ghanés, falló un penalti que podría haber metido a un equipo africano por primera vez en las semifinales.

Su disparo se fue al travesaño y, en un segundo, intercambió papeles con Luis Suárez, el hombre que había provocado la pena máxima deteniendo el balón con las manos.

De héroe a villano, de villano a héroe. Del llanto a la alegría y viceversa. Las lágrimas de Suárez, que se retiraba desconsolado al túnel de vestuarios tras su expulsión, se trasladaron de repente a los ojos de Gyan, que no pudo deshacer el 1-1 y abocó a su equipo a los penaltis.

Y allí Uruguay no dio una segunda oportunidad. Los bicampeones mundiales ganaron 4-2 y se clasificaron para semifinales por primera vez en 40 años. "Veía el destino en este equipo, pero nuestro destino está maldito, no el de Ghana, sino el de África", dijo Mumba Chisenga, un aficionado desconsolado que vio el partido en la zona habilitada para fans en Lusaka, Zambia.

Parte de la frustración africana señaló a Suárez y su mano como los culpables del adiós de Ghana. "¿Beautiful game?", se preguntó un lector de la web de noticias news24.com. "Los franceses entraron al torneo haciendo trampas, los ingleses fueron eliminados con un error grave del árbitro y ahora Suárez es considerado un héroe".

"Asamoah Gyan, comparto tu dolor", añadió otro internauta. "Perder es una cosa, pero perder así es otra muy diferente". En ausencia del lesionado Michael Essien, Gyan se convirtió en la estrella del equipo ghanés, el más compacto, ordenado de los africanos.

El delantero del Rennes francés llegó al partido contra Uruguay con tres goles en su haber, el último, logrado en la prórroga ante Estados Unidos, fue además el 2-1 que dio a Ghana el pase a cuartos. Los otros dos habían sido anotados desde el punto de penalti.

"Me recuperaré de esto. Soy fuerte mentalmente", dijo el delantero, que a sus 24 años estaba utilizando el Mundial como un escaparate para cotas mayores.

"Con mis características, con mi calidad, creo que puedo llegar lejos", había asegurado el jugador antes del duelo en el estadio Soccer City de Johannesburgo. "Tengo mucha confianza en mí mismo".

Deberá conservar esa confianza al menos cuatro años si quiere secar en Brasil 2014 las lágrimas de frustración de África.

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