Balaídos se volvió a quedar con cara de póquer esta temporada. Todo porque el Getafe apareció a cinco minutos del final para amargar al Celta, que ya festejaba un triunfo vital para tomar impulso en la clasificación. Quien se quedó también frustrado fue Maxi Gómez, quien marcó otro tanto, el cuarto de la temporada, que no vino acompañado de un triunfo de los suyos.

El encuentro mostró a un Celta dominador en el arranque y de ellos se aprovechó el delantero el uruguayo a los 25 minutos. Aspas ganó de cabeza un balón que parecía perdido y su compañeros remachó ante Guaita con la defensa del Getafe reclamado fuera de juego.

La segunda mitad fue mucho más equilibrada porque el Getafe adelantó líneas y se fue acercando poco a poco a la meta gallega. La apuesta de los madrileños, con toda la carne en el asador gracias a los cambios de Bordalás, obtuvo su premio a los 85 minutos con un gol de Ángel al rematar desde cerca un gran centro de Álvaro Jiménez. La confusión entre la zaga celeste y Sergio Álvarez le permitió marcar casi a placer. El Celta se quedó con cara de tonto y el Getafe sumó su quinto punto en la competición, todos ellos a domicilio.