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Cancha para Sabonis

  • El mediano de los hijos de Arvydas tendrá minutos esta temporada en el Clínicas Rincón

En el verano de 2001, los tres hijos del mito Arvydas Sabonis entraron en la cantera de Los Guindos: Zygimantas, Tautvydas y Domantas. El primero dejó de jugar a nivel competitivo, el segundo tendrá esta temporada mayor protagonismo en el Clínicas Rincón y el tercero, cuentan, es el que viene con mejor proyección. Será cadete aún la próxima campaña, mide 1.91 metros y es un alero zurdo con un gran físico.

En su primer año como senior, Tautvydas jugó en el Clínicas Rincón apenas 18 simbólicos minutos en toda la temporada, diseminados en cinco encuentros. Lo hizo con asiduidad en el equipo de EBA. 23 minutos, con promedios de 9.8 puntos, 5.4 rebotes y 1.5 robos. Si la pasada temporada jugó de manera testimonial y era el jugador 12 o 13 en el Clínicas, en esta tendrá mayor protagonismo a las órdenes de Manolo Povea. Para él está reservado uno de los puestos de alero en el equipo, junto a un prometedor checo, Samuel Faifr (18 años y 2.00 metros).

Tuti, como sus compañeros y técnicos conocen en Los Guindos al mediano de la saga, tiene 19 años y mide 2.02 metros. Nació en Valladolid (1992) cuando su padre jugaba en el Fórum, creció entre Madrid y Portland, donde Arvydas hizo después carrera, y ha vivido la mayoría de su vida en Torremolinos, donde se instaló la familia tras la retirada. De hecho, lleva una década en la cantera del Unicaja. O sea, que cumple de sobra con la nueva figura del jugador de formación.

Pese a ello, juega con Lituania, con la que atesora un palmarés impresionante a su edad. Ha sido campeón de Europa sub 16 y sub 18 y Mundial sub 19 este verano. Al calor de una generación liderada por Jonas Valanciunas (número cinco del último draft), Tuti ha saboreado el oro de manera repetida. Su participación no ha sido muy amplia en el último Mundial. 11 minutos por duelo, con 2.9 puntos y 1.5 rebotes.

Los técnicos que le han entrenado en Los Guindos se refieren a Tautvydas Sabonis como un jugador con una buena comprensión de juego al que le falta moldear su físico para hacerse un hueco en el baloncesto profesional. Él tiene como modelo a Carlos Jiménez. No parece un jugador de dimensión superior y la etiqueta de ser el "hijo de..." la tiene puesta. Pero esta temporada tendrá la oportunidad de demostrar que puede competir en la segunda categoría nacional.

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