Ha realizado una pretemporada atípica, sin jugar ningún partido y entrenando mucho tiempo en solitario para sanar de una rotura muscular que corría riesgo de complicación. Carlos Suárez, uno de los jugadores bisagra de la plantilla cajista, ya está de vuelta. No fue casualidad que el año pasado fuera el jugador con más minutos en pista en toda la temporada. Es hombre capital en los planes de Joan Plaza y lo será también esta temporada.

Aunque lleva ya un par de semanas trabajando a buen ritmo con los compañeros, tiene que coger todavía buenas vibraciones el de Aranjuez, que tendrá un papel ambivalente también esta temporada. Fue significativo que en el comienzo del tercer cuarto ante el Andorra jugara minutos como cuatro. Estaban sanos Will Thomas y Caleb Green, los dos jugadores destinados a ocupar esa posición cuando se montó la plantilla. Green no salió a pista en toda la segunda mitad. Una secuencia de puntos de Ivanov, alguna desaplicación defensiva y tres faltas cometidas en apenas siete minutos en pista le postergaron. "Ha de entender que o está metido desde el principio o le comen con patatas fritas", fue el explícito razonamiento de Plaza cuando se le cuestionó por el norteamericano.

La solución de Suárez como cuatro ya la empleó Plaza en momentos puntuales de la pasada temporada, sobre todo con las recurrentes lesiones de Nik Caner-Medley. Y será frecuente verle ahí también esta temporada. Con equipos en los que los ala-pivots se muevan con soltura de cara y con rango de peligro desde el triple el madrileño es una buena solución. Sobre todo, mientras se produce el aterrizaje de Green y Thomas a una doble competición tan exigente como la ACB y la Euroliga. Suárez estará ahí. El domingo ya se empleó siete minutos, casi la mitad de lo que jugó.