Sufrió el filial, pero acabó llevándose un triunfo vital para sus aspiraciones de play off. El equipo de Jaime Molina se topó con un Vélez muy necesitado, que lo dejó todo sobre el césped, pero no encontró la fortuna de su parte para sacar algo positivo del partido.

De hecho, la primera mitad casi se salda sin ocasiones para ambos equipos. Alguna que otra intentona de Juanillo y varios lanzamientos a balón parado de un Vélez bien plantado sobre el césped. Aun así, los malaguistas se marcharían a vestuarios con ventaja en el marcador. El tanto llegó en una ocasión que no presagiaba ningún peligro, pero un despeje de Manolo Pino se convirtió en el primer tanto del partido. El balón se topó primero con Adrián, después con el palo y finalmente el pequeño extremo blanquiazul sólo tuvo que empujar a la red el balón para adelantar a los suyos.

La fortuna se aliaba con el Malagueño, que sin ofrecer mucho se encontraba por delante en el marcador. Con esa ventaja se acabaría la primera parte. La charla de entrenadores surtió efecto en los locales, quienese ante la posibilidad de salir del descenso salieron a comerse el campo. Pero la intención se quedó en nada cuando el colegiado expulsó a Jarrillo. Con un hombre más sobre el campo, Cala y Juanillo tomaron el control del partido y se sucedieron varias ocasiones para rematar el encuentro. Por suerte para los veleños, Imanol aguantó el tipo bajo los palos.

Pero la superioridad duraría poco. Apenas diez minutos después Paco Aguza vería la roja y el Vélez disfrutaría de las mejores ocasiones para empatar. La más clara no dudó en transformarla: penalti por mano de Toni y Manolo Pino no perdonó.

A once minutos del final, el Vélez estaba fuera del descenso y el Malagueño más lejos que nunca del ascenso. La dualidad se solventó rápido. Lo que tardó Juanfri en batir a Imanol tras una buena pared con Samu. Un gol que vale tres puntos, los mismos que volaron del Vivar Téllez, donde la vida sigue igual.