Chus Mateo no dimitirá. Si el Consejo de Administración cree conveniente el relevo en el banquillo deberá ser el órgano ejecutivo del club el que tome la decisión. Este fue el titular de una comparecencia en la que el técnico madrileño elevó su tono crítico hacia los jugadores "más veteranos y expertos", a los que pidió un paso al frente, y en la que se comprometió a no volver a hablar de fichajes.

"Lo único que me planteo ahora es luchar, no puedo de ningún modo decir que voy a bajar los brazos. No puedo, estoy desde el primer día que empezó esta crisis diciendo que hay que luchar, que hay que pelear. Creo que no sería un buen ejemplo para nadie decir que voy a bajar los brazos. No creo que sea esa la postura más inteligente", comentó Mateo cuando se le cuestionó si se había planteado poner su cargo a disposición del club. El entrenador reconoció haber hablado con algunos directivos después del encuentro aunque de "nada concreto, nada que pueda ser ahora mismo de interés".

Descartada su dimisión, Mateo centró su crítica sobre algunos jugadores de la plantilla, visto el exceso de protagonismo que tuvo que tomar el joven Álex Abrines: "Me alegro por la actuación de un joven como Álex, pero estoy muy disgustado con la actuación de gente con más veteranía y más experiencia. Es obvio que necesitamos algo más que Álex. Es un muy buen jugador pero los demás hemos de dar un paso adelante y hay que hacer las cosas que se nos supone a todos que debemos hacer". "Lo que hay que hacer es exigir a la gente que dé un paso al frente. Hacer lo que se pide, lo que se demanda. A veces el esfuerzo no es suficiente, hay que dar más de concentración, de atención, de prepararse para los partidos", añadió el madrileño, que sólo se refirió a un nombre propio: Gerald Fitch. "Si la moral del equipo está mal, creo que la suya está aún más baja. Hay que intentar recuperarlo como sea porque es un desatascador. Ahora mismo, en ocasiones, no es lo que necesitábamos y lo que no vamos a hacer es dejar de intentarlo. Mientras esté con nosotros hay que intentarlo", comentó sobre el norteamericano.

Mateo no se resigna a recuperar a Fitch, pero a lo que parece que sí se rinde es a la posibilidad de conseguir que le llegue algún refuerzo: "Mañana [por hoy] volveremos a trabajar los que estamos. Particularmente no me preocuparé más de ese tema, voy a tratar de asumir la responsabilidad que me toca con la gente que tengo, no pensar en si habrá o no habrá fichajes. De momento, son estos y con estos vamos a ir". Y si no llegan, la recuperación de Tremmell Darden y Jorge Garbajosa, que podrían volver para el próximo partido en casa ante el Lucentum, se convierten en el único argumento para intentar ser positivo: "Hemos de recuperar a Darden y a Jorge, que son dos jugadores con más experiencia. Seguramente nos ayudarán mucho también dentro del vestuario, porque ahora no están con la misma presencia. Eso es lo único que nos puede ayudar a emerger otra vez, recuperar a los lesionados, esperar algún paso al frente de los que están y pensar que aún nos quedan diez partidos por delante. Nuestra posición, que idílica hace mes y medio, ahora, si nos abstraemos de lo que ha pasado en los últimos meses, es una posición todavía buena, aunque la dinámica es obvio que es ahora malísima".

Sobre el partido con el Estudiantes, el técnico cajista resaltó la "mentalidad blanda" de su equipo y lamentó la nueva oportunidad perdida: "Hemos tenido un inicio aceptable, en una buena línea, pero hemos perdido muchísimos rebotes defensivos que les han dado la vida, ese ha sido un problema grave durante todo el partido, hemos concedido muchas canastas de dos puntos facilísimas, sin esfuerzo, del equipo contrario... Otra vez hemos tomado decisiones inexplicables al final, en ocasiones de mala lectura y eso nos hace venirnos abajo. 19 pérdidas son otra vez demasiadas. Hemos perdido una oportunidad de oro de empezar a ganar después de tanto tiempo sin conocer la victoria". Estas pudieron haber sido sus últimas declaraciones como técnico del Unicaja.