tenis lTorneo Conde de Godó

Nadal ya es eterno en Barcelona

  • El mallorquín vuelve a ganar a Ferrer en una final y recupera el título tras el paréntesis de 2010 por lesión

Rafael Nadal logró su sexto título en Barcelona al vencer en la final del Trofeo Conde de Godó a su amigo David Ferrer por 6-2 y 6-4, en algo menos de dos horas de partido. El balear fue más sólido y regular que su rival, especialmente en el primer set, en el que el alicantino se mostró muy poco consistente con su servicio y cometió demasiados errores no forzados, sobre todo con el revés, que allanaron el camino del triunfo al número uno mundial.

Nadal logra de este modo su título ATP número 45, trigesimoprimero en tierra batida, superficie en la que sólo ha perdido dos finales: Hamburgo 2007 y Madrid 2009, ambas ante el suizo Roger Federer. Ésta era la quinta final entre Rafa Nadal y David Ferrer. Las otras cuatro (dos de ellas en Barcelona) también habían caído del lado del manacorense, la última hace apenas una semana en el torneo de Montecarlo. Como ocurrió en el principado monegasco, Ferrer fue de menos a más, pero en esta ocasión su tenis constante y agresivo tampoco le alcanzó para robarle un set al rey de la arcilla. En un arranque de autoridad, Nadal se puso 4-1 arriba nada más empezar, y aunque el de Jávea logró hacer un break en el juego siguiente, el mallorquín restableció la diferencia con una nueva ruptura zanjando cualquier opción de remontada.

En 39 minutos, el balear ya tenía la primera manga en el zurrón y Ferrer, con muchos errores y pocos golpes ganadores en su haber, aún no había entrado en la final. El número seis del ranking mundial, un jugador dinámico, que obliga siempre a ir a límite en el intercambio y hace gala de una tremenda movilidad, no había encontrado el ritmo necesario en su juego para exigir a Nadal un punto más de intensidad en la primera manga.

El segundo set, sin embargo, fue distinto. Ferrer se vino arriba, avanzó un par de metros en la pista y empezó a golpear más largo. Contrarrestó el 2-0 inicial de Nadal obligándole siempre a jugarse una bola más, y se puso con 2-4 y saque a su favor para forzar el set de desempate. Pero, contra el número uno mundial, nada es suficiente. El mejor Nadal resurgió entonces para, en uno de los juegos más largos del encuentro, romper el servicio de Ferrer a la quinta oportunidad. Ahí acabó el encuentro. El número uno del mundo, incapaz entonces de contener la mayor agresividad de su compatriota, empezó a desplegar su mejor tenis para poner el 4-4. en el marcador. En ese momento los dos tenistas sabían que eran momentos importantes y que cualquier fallo podía condicionarles. Y ahí fue cuando Nadal ejerció de galones y rompió de nuevo el servicio de Ferrer, para después acabar cerrando el segundo parcial con su saque en un 6-4, firmando un parcial de 4-0 para volver a reinar en el Godó, sumando importantes puntos de cara a su batalla con el serbio Novak Djokovic por el reinado mundial.

De esta forma, Nadal sumó su triunfo 501 en el circuito tras encadenar con insultante autoridad cuatro juegos seguidos con los que logró la trigesimocuarta victoria seguida en tierra desde que cayera ante Soderling en Roland Garros, y la vigesimonovena consecutiva en Barcelona desde que perdiera contra Corretja en 2003. El mejor jugador de la historia sobre arcilla concluyó la reconquista de su corona. Nadal volvió a morder el trofeo que llevaba su nombre desde 2005, aunque el año pasado luciera el de Fernando Verdasco al renunciar el mallorquín, por lesión, a disputar el torneo.

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