Hecha crítica constructiva de la forma en que se ganó en el Ruiz de Lopera, queda el poso de felicidad propio de un equipo de récord. El mero hecho de ya haber logrado la mejor primera vuelta de la historia a falta de aún tres puntos en liza ya es muy significativo. Pero otros más adornan la tarjeta de un Málaga que iba para sufridor y a cada semana que pasa enamora más.

Cuando al final de la pretemporada el último amistoso (2-0 ante el Sevilla) desnudó todas las carencias de la configuración de la plantilla, no se daban muchos euros por este equipo. El arranque liguero, tan triste como reconocer que hasta la quinta jornada el equipo no vio puerta, fue más descorazonador aún. Pero a partir de ahí todo se activó. Hay un dato revelador: el imparable Barcelona de Guardiola, que sigue batiendo registros ligueros y es laureado en Europa, es el único equipo que ha sumado más puntos que los de Tapia desde que éstos marcaron su primer gol.

Es decir, quitando del calendario ese primer mes en el que el técnico blanquiazul vio cómo le faltaban varias piezas clave para ir ensamblando el juego del equipo, quedaría que el conjunto azulgrana ha sumado 40 puntos. La segunda posición la comparten ex aequo el Málaga y el Sevilla, que han sumado 27 en ese tramo. Equipos como el Real Madrid (26), Valencia (21) o Atlético (21) quedan por debajo.

También sirve como aplastante comparación ver cómo los actuales 28 puntos ya superan los 24 con los que el Málaga del último año en Primera -dirigido en primera instancia por Antonio Tapia y luego por Manuel Ruiz Hierro- acabó esa caótica temporada.

Y es que este Málaga se ha convertido en un coleccionista de puntos. Sin haber hecho grandes méritos, se impuso en el campo del Betis y se confirma como uno de los mejores visitantes de la categoría. Precisamente el récord de triunfos a domicilio lo elevó a siete Tapia en su primera etapa. Con diez encuentros por jugarse lejos de La Rosaleda y el actual nivel de juego, no resulta descabellado batirlo.

En cifras y sensaciones, esta plantilla empieza a parecerse a las de los buenos años de la era Peiró. Sin embargo, el mensaje, como ayer recordó Lolo, sigue siendo cauteloso: "El objetivo sigue siendo la permanencia. 13 puntos son un buen colchón, pero se han visto cosas mucho peores en el fútbol".