Buenas y malas noticias en la enfermería del Unicaja. Sergi Vidal es la cara y Txemi Urtasun es la cruz. En el regreso al trabajo del equipo se pudo ver al alero catalán trabajar con sus compañeros. Aunque se retiró antes de cada sesión (hubo ayer mañana y tarde) para no forzar, las sensaciones fueron buenas y su integración al trabajo será progresiva. Será cuestión de ver si han desaparecido las molestias y ver cómo tolera la carga de trabajo para comprobar cuándo puede jugar un partido oficial.

"Poquito a poco voy trabajando más, haciendo cosas con el equipo y recuperando las sensaciones", describía tras la sesión matutina Sergi Vidal, que lamentaba la mala fortuna con la lesión: "Algo que tenía que ser más sencillo, como que cierre una cicatriz, no se consumó bien y no me ha dejado trabajar en las condiciones normales durante este verano. A día de hoy me cuesta la reacción, la resistencia y explosividad, pero la sensación con el abductor es mucho mejor". Sobre la posibilidad de que juegue el dominio ante el Estudiantes, Vidal fue cauto: "Aún no estoy a buen nivel. Si valoramos que pueda estar disponible, aunque sea el tiempo que sea, estoy dispuesto y ya es cosa del entrenador y los doctores".

Más oscuro es el panorama para Txemi Urtasun, que sigue haciendo trabajo de fortalecimiento en su cuádriceps izquierdo, que ha sufrido una notable pérdida de musculatura. Una tendinosis en la rodilla propició que incluso se le enviara a Vitoria a la consulta del prestigioso doctor Mikel Sánchez, el que suele tratar a Rafa Nadal, para que se le inyectaran factores de crecimiento en recientes semanas. De momento, el tratamiento parece que está surtiendo efecto y que algo surte tras un par de sesiones. Es habitual que los jugadores con problemas de rodilla acudan a la consulta en la capital vasca. En su día también se envió a Álex Abrines, que finalmente este verano, ya en disciplina del Barcelona, tuvo que pasar por el quirófano para recuperarse de sus problemas.

De momento, no hay fecha ni previsiones para el regreso de Txemi Urtasun, se opta por la paciencia. Más allá de la citada pérdida de musculatura está el trabajo de acondicionamiento y puesta a punto que tendrá que realizar. La bicicleta estática y el hielo son ahora mismo sus compañeros de viaje.

En la sesión matutina, Carlos Suárez dio el susto al torcerse un tobillo. Aunque hubo un susto inicial por la posibilidad de un esguince, finalmente pudo incluso trabajar a buen ritmo en la sesión vespertina, así que las alarmas se quedaron quietas.