El lleno en La Rosaleda para la próxima temporada está asegurado. Ilusión por disfrutar de un equipo que promete no defraudar en la próxima temporada fue lo que congregó ayer a 2.000 personas, según fuentes del club, en una cola que, desde primera hora de la mañana, daba la vuelta al estadio. El jeque y su promesa de hacer del Málaga un equipo que luche por jugar en Europa, junto a la reciente incorporación de Van Nistelrooy como el primero en la lista de fichajes estrella que se esperan, han desatado la euforia entre una afición que ha pasado de ver a su equipo ocupando las zonas de descenso a estar cada vez más cerca de concretar su sueño de grandeza.

A las 10:00 horas se abrieron las puertas a los aficionados. Los primeros en entrar llevaban apostados desde las 22:00 de la noche anterior. Y es que alrededor de un centenar de personas fueron las que pernoctaron a las puertas del estadio para poder asegurar así su localidad para la próxima temporada. "Hemos pasado la noche como hemos podido, jugando a las cartas, durmiendo un poco...", contaba Manuel, uno de los primeros en llegar a las 23:00 horas del martes. Sin embargo, el esfuerzo de pasar así la noche, aseguraba, "merece la pena por poder ver a un Málaga grande esta temporada".

Sergio, otro de los aficionados que vivieron esta experiencia, se quejaba de que a última hora ha habido mucha gente que ha aprovechado la aglomeración para colarse: "Todo el mundo ha llevado una fila correcta durante la noche, pero a partir de las nueve esto se ha convertido en una auténtica locura".

Poco más de una hora después de la apertura de las taquillas, el club empezó a hacer diversas recomendaciones a través de su cuenta oficial de Twitter. La avalancha de gente había superado hasta las previsiones más optimistas. Así que, para evitar grandes aglomeraciones, recordó a los 22.800 abonados de esta última temporada que tenían de plazo para renovar su carné hasta el próximo 3 de julio. También la tienda oficial del Málaga del Centro Comercial Larios quedó colapsada y se pidió a los aficionados que no acudieran a este establecimiento.

Fue tal el tumulto, que por primera vez en la historia de La Rosaleda el socio número uno del club, Antonio Berdugo, no pudo renovar directamente su carné en este primer día de campaña. Sin embargo, se tomó con humor el revuelo generado: "Estoy muy ilusionado. Lo que he visto no se lo esperaba nadie, aunque en el fondo no me he llevado una gran sorpresa porque el Málaga está fichando a grandes jugadores. En todos los años que llevo viniendo a renovar mi abono no he visto a tantas personas. Es una lástima que no tengamos un campo con mayor aforo". Berdugo se mostró muy satisfecho al ver "a toda la juventud con el Málaga a tope". También Francisco Martín Aguilar, consejero consultivo del club, expresó su entusiasmo ante la demanda desatada: "La afición no es tonta y sabe que el Málaga tiene mucho tirón. Hemos tenido temporadas muy buenas, pero esta ilusión no la vi nunca".

De los 2.800 abonos nuevos puestos ayer a la venta, el club informó de que se habían adquirido 1.100 durante esta jornada inaugural. Además, se habían producido 12.000 renovaciones automáticas, aparte de 300 presenciales en las taquillas habilitadas para ello, por lo que la cifra de localidades ocupadas ascendía ya a 13.400. A esto hay que sumar el tanto por ciento que por ley corresponde dejar reservado para vender en taquilla el día que se celebren partidos, las localidades reservadas para las instituciones y aquellas que ocupan los aficionados visitantes, por lo que todo indica que el aforo de 28.963 personas de La Rosaleda se quedará pequeño. La Malagamanía se ha desatado.