Cuesta concebir que el nuevo estadio del Athletic apenas se haya movido unos metros de su ubicación original. San Mamés se modernizó, conservando su nombre y su esencia envolvente en el interior, aunque aún a expensas de ser completado con una de sus gradas en un fondo. La cubierta externa lo hace muy moderno, dentro sigue siendo ese recinto que ruge y mete presión a los rivales, a pesar de que hasta que no esté cerrado del todo no se notará tanto. Con la categoría de estadio de élite y, por tanto, capaz de albergar cualquier gran acontecimiento que la UEFA decida, sin duda es un magnífico escenario para que el Málaga logre otro triunfo que, a falta del lacre matemático, metería la salvación de manera definitiva en el bolsillo.

No es plaza, no obstante. Esta temporada sólo Espanyol y Atlético de Madrid han sido capaces de ganar allí. Valencia, Elche y Real Madrid sacaron un empate; los otros once equipos que desfilaron por ese escenario acabaron mordiendo el polvo.

Ahí expondrá el conjunto de Schuster su magnífica racha de tres victorias consecutivas, un hito que no se conseguía desde la temporada 04/05, con Antonio Tapia sentado en el banquillo (derrotó a Albacete, Levante, Real Sociedad y Sevilla en las últimas cuatro jornadas del campeonato). Enlazar una cuarta sería bastante meritorio teniendo en cuenta el rival que habrá enfrente y que habrá bajas.

No obstante, si históricamente siempre había sido un suplicio para el CD Málaga jugar en Bilbao, bajo la actual denominación los resultados son más pesadillescos para los locales. De las últimas seis visitas de los blanquiazules a San Mamés, en cuatro ocasiones se marcharon vivos. Sólo hincaron rodilla en la temporada 08/09 (3-2) y hace dos, en un extraño 3-0 conseguido en apenas tres minutos tras una gran primera mitad cuajada por el equipo de Manuel Pellegrini.

Ayer Juanmi reconocía la dificultad de asaltar el fortín en el que se ha convertido esta campaña, si bien no descartaba nada: "Nos jugamos mucho en San Mamés, un campo muy difícil, pero el equipo está trabajando bien y con la moral alta. Es otra final, como las seis que quedan. Es un equipo que no deja escapar puntos en su casa, pero tenemos que intentar sacar los tres puntos".