El ritmo del Sevilla asfixia a la Real

Un gol de Deulofeu da el triunfo al equipo de Emery

Antonio Gutiérrez (Efe) Sevilla

25 de septiembre 2014 - 05:02

El Sevilla sumó su cuarta victoria consecutiva y se afianza en la zona alta de la tabla, aunque en esta ocasión lo hizo sin brillantez y con sufrimiento por 1-0 ante la Real Sociedad, un equipo que lo intentó en algunas fases del choque pero que estuvo sin continuidad y con pocos recursos en ataque.

Los locales salieron fuertes y marcaron pronto, pero después perdieron el control y ello valió para que la Real Sociedad siempre tuviera la posibilidad de empatar.

Volvió Unai Emery a efectuar numerosos cambios, hasta siete -sólo se mantenían Pareja, Tremoulinas, Krychowiak y Bacca- lo que es habitual en este inicio de temporada y ante el carrusel de partidos cada tres o cuatro días. Éste que utilizó ante el equipo de Jagoba Arrasate se pareció mucho al del jueves en el mismo escenario frente al Feyenoord, con Reyes, Banega y Deulofeu. Arrasate, por su parte, no pudo utilizar a Zuturuza y Rubén Pardo, ambos con dolencias físicas.

Uno de los que fue titular fue el meta Zubikarai, cuestionado por sus actuaciones pero que pronto respondió a la confianza de su entrenador al efectuar una gran parada en una lanzamiento de libre directo de Nico Pareja.

La formación donostiarra contuvo el ímpetu local en el arranque e incluso, en una contra antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, Chory Castro remató con intención y el balón lamió el larguero de la portería que defendió el portugués Beto tras su baja durante varias semanas por lesión. Pese a este aviso, fue el equipo local el que a los 18 minutos abrió el marcador en una jugada trenzada que culminó el lateral Tremoulinas con un centro al área que transformó en gol Deulofeu. A partir de ahí, la presión en todo el campo de los locales complicó el juego rival para hacerse con el dominio en busca del empate.

En la segunda parte, la Real salió con sus líneas más adelantadas para intentar que el adversario se sintiera incómodo en el control del balón, como sucedió en el las postrimerías del primer periodo, y lo consiguió porque los visitantes acosaron el área de los sevillistas, que vieron cuatro amarillas casi consecutivas en un dato que mostró su nerviosismo. Pero los donostiarras no tuvieron la contundencia necesaria ante la meta de Beto y el paso de los minutos valió para que el Sevilla equilibrara el encuentro, mejorase con los cambios y hasta estuviese cerca el 2-0.

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