Málaga cf

Un triunfo dentro de la derrota

  • El inesperado traspié ante el Cádiz rebaja el nivel de euforia en torno al equipo y permite a Pellegrini, en la última semana de amistosos del verano, reflexionar acerca de lo que tiene que corregir para la Liga

Nadie podía aventurar la derrota en la final del Carranza tras el triunfal caminar por el verano futbolero. Ni siquiera a pesar del absoluto lavado de cara de Pellegrini en el once. Los Duda, Bunanotte, Rondón, Sebas Fernández o Maresca, por más que estén llamados a la segunda fila en este Málaga, oponen mucha más calidad que el digno Cádiz. Pero llegó, a la séptima, el primer tropiezo de la pretemporada después de seis victorias, varias de ellas ante equipos de enjundia. Sin embargo, el freno a la euforia llega en un momento muy oportuno. Se trata de una victoria dentro de la derrota.

La que empieza hoy es la última semana amistosa del verano. Se acaba la carga de partidos (cinco en trece días) para adecuar mejor el entrenamiento al objetivo físico en el inicio del campeonato el 21 de agosto. Esta semana Manuel Pellegrini se centrará en intensificar el trabajo y el único encuentro en liza será el del sábado ante el Peñarol, en el partido de presentación ante la afición de La Rosaleda y valedero para pelear por el XXVIII Trofeo Costa del Sol. Tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido en el encuentro del sábado por la noche.

Desde hoy, en la vuelta al trabajo, el Ingeniero y los suyos analizarán en profundidad lo que hicieron mal ante el Cádiz más allá del cansancio y la motivación extra de los locales por llevarse su trofeo ante su gente. No será habitual ver un once como el que el chileno expuso dadas las rotaciones obligadas porque 24 horas antes hubo que jugar ante el Sporting de Lisboa. Pero a lo largo del curso habrá tiempo de lesiones, sanciones y de descanso para los más veteranos y seleccionables. Y ahí es donde tendrán que dar el callo la mayoría de los que cayeron ante los amarillos.

De hecho, uno de los mayores retos esta temporada para Pellegrini es impedir que se abra un escalón entre los llamados a contar siempre y los que tendrán que aguardar su oportunidad desde el banquillo o la grada. Por los fichajes realizados, todo apunta a que habrá un bloque de jugadores de unos 17 que están llamados a repartirse la mayoría de los minutos. Tener enchufados a los menos habituales permitirá afrontar con mayores garantías la dura temporada que habrá por delante.

Obviamente, a estas alturas de temporada tampoco se puede apreciar una conjunción plena entre los elementos del plantel. Y es otra de las cuestiones que se pudo observar durante la derrota contra el Cádiz.

Hay sectores de la afición que ya se habían embriagado con tanta victoria y, de hecho, no encajaron de buen grado la derrota contra un equipo de Segunda División B. Entender que la metamorfosis del equipo será gradual es la particular adaptación que tendrán los seguidores, que no pueden confundir ilusión con euforia.

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