Gustavo Cuéllar arrasó en las elecciones locales después de lograr casi el 50% de los votos, que le otorgan los once concejales en los que se situaba la mayoría absoluta. El PP logra unos pobres resultados: 34,40% ( 8 concejales); frente al 21,29% de la Agrupación de Vecinos de Mazagón (2 concejales). Un triunfo sin paliativos que le permitirán disfrutar de la anhelada mayoría absoluta y prescindir de la formación mazagonera.

Los socialistas logran unos resultados excelentes tras amarrar 4.503 votos, 400 más que en la cita de 2011. Un trasvase en toda regla que se materializan a costa de un PP que sufre una autentica sangría y que sólo logra conservar 3.104 apoyos. AVEMA cierra la campaña con un sabor agridulce, logra 1.109 votos, prácticamente calcar los resultados del 2011 (1.075 votos), si bien la alta participación le hace dejarse un concejal. La cuarta opción política en liza, Moguereños por Moguer, liderado por José Luis Márquez, se salda con unos pobres resultado. A penas 209 votos que no le dan para lograr representación.

Cuéllar demuestra su capacidad de pescar en todo el espectro de la izquierda y capitalizar los votos que una hipotética presencia de IU o Podemos podía arrebatarle. Por consiguiente, los resultados recompensan su labor de gobierno para reconducir la deuda pública, que obligó a reducir de forma notable los gastos y frenar la espiral de endeudamiento de la etapa de Volante. A tenor de los resultados, a Álvaro Burgos le ha pasado factura los años de gobierno en los que ejerció de mano derecha del alcalde popular.

El éxito del líder socialista no sólo se cimenta en la mejora económica de la institución, si no que logra que no le pasa factura la regularización de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana que, si bien brinda seguridad jurídica a los cultivos, también deja fuerza de la regulación al gran número de agricultores que iniciaron su actividad con posterioridad al Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana (Potad). Un documento que el propio Burgos abogó en campaña por derogar.