La Generalitat naufraga entre dos aguas turbulentas: la CUP y los pagos a los proveedores. La inmersión en el proceso independentista sigue como pollo sin cabeza al negarse los antisistema a investir al president en funciones, Artur Mas, ante lo que Junts pel Sí (JxS) lanzó ayer una nueva oferta. Al tiempo, el conseller en funciones de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, se declaraba dispuesto a ponerse de rodillas con tal de que lleguen los fondos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para que las farmacias no echen la persiana.

Mas-Colell urgió ayer, en declaraciones a TVE, al Ministerio de Hacienda a que "pague mañana mismo" los fondos del FLA prometidos a Cataluña con el fin de poder saldar las deudas pendientes con los proveedores, entre ellos los farmacéuticos. "Que paguen mañana mismo y se dejen de historias. Les enviamos toda la información que quieran y rellenaremos todo lo que quieran. Si quieren que corramos los 100 metros libres, los correremos; si tenemos que arrodillarnos, nos arrodillamos, pero paguen", apostilló el conseller.

El Gobierno central aprobó el viernes en Consejo de Ministros el reparto del remanente del FLA de 2014, del que a Cataluña le corresponde recibir 3.034,84 millones de euros. No obstante, para recibirlos, Hacienda ha impuesto una serie de condiciones a la comunidad para asegurarse del destino de estos fondos y evitar que se dirijan a financiar la independencia, lo que Mas-Colell consideró "un 155 encubierto", en referencia al artículo de la Constitución que contempla suspender una autonomía.

La Generalitat de Cataluña pidió el pasado lunes instrucciones al Ministerio de Hacienda para conectarse al punto de entrada general de facturas electrónicas, uno de los requisitos impuestos por el Ejecutivo para que esta comunidad pueda seguir cobrando los fondos de financiación. Deberá cumplir esta y otras medidas antes de hoy para cobrar el pago ordinario del FLA de este año correspondiente a noviembre.

En el otro gran frente abierto, JxS ofreció ayer a la CUP un Govern de transición con un solo presidente y tres "comisiones de gobierno", una de ellas dirigida por un vicepresidente, que trabajarían de forma colegiada con el jefe del Ejecutivo, que se sometería a una cuestión de confianza en 10 meses.

En un comunicado, JxS remarcó que en ese Gobierno el presidente de la Generalitat mantendría "sus atribuciones propias" y se nombraría un vicepresidente, que asumiría la comisión delegada de Economía, sin concretar nombres, aunque este área recaería con toda probabilidad en el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

Las otras dos comisiones de Govern serían las de Asuntos Institucionales y de Exteriores, que asumiría en un principio Raül Romeva (ex ICV), y la del Estado de bienestar, que sería para Neus Munté (CDC).

La propuesta es un nuevo intento para acercar a la CUP al acuerdo antes de la asamblea que la formación antisistema celebrará este domingo para debatir sobre la posibilidad de apoyar un Govern de Mas, el candidato de JxS a la Presidencia que los cuperos ya han descartado investir en dos ocasiones.

En este sentido, el dirigente de CDC y candidato al 20-D, Francesc Homs, recalcó ayer que JxS ya se ha movido para el consenso con la propuesta de una dirección coral del Govern y urgió a la CUP un "esfuerzo" para llegar a un acuerdo que ve necesario para la "supervivencia" de las instituciones catalanas.