Las funciones de don Juan Carlos no son delegables. "Nadie, ni el Príncipe de Asturias, puede ejercer las funciones que corresponden al Rey como jefe del Estado". Así de claro lo dejó ayer el jefe de la Casa del rey, Rafael Spottorno. En la agenda inminente del Monarca destacaba su presencia en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Panamá los días 18 y 19 de octubre. Antes aparece en el calendario la efemérides del 12 de octubre. Ninguno de los acontecimientos contará con la presencia del Rey.

El Príncipe no podrá sustituir a su padre en las tareas de jefe de Estado. Sí podrá hacer labores de representación como ya lleva haciendo desde hace años en ocasiones como, por ejemplo, las tomas de posesión de presidentes de los países iberoamericanos. Don Felipe, a sus 45 años, es desde hace algún tiempo el encargado de mantener, con su presencia, los estrechos vínculos con Latinoamérica. "Pero distinguiendo siempre entre representación y actividad como jefe de Estado", destacó Spottorno. Es el caso del 12 de octubre, una jornada en la que se celebra la Fiesta Nacional de España y en la que "no sólo debe estar el Príncipe sino toda la Familia Real".

En Panamá, la máxima representación recaerá sobre el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy. La cumbre está precisamente reservada para jefes de Estado y de los Ejecutivos.

Durante el periodo de recuperación la agenda del Rey será "adaptada" en función de las recomendaciones médicas. No obstante, la magnitud de la convalecencia tras la operación deja entrever que el parón del Rey durante todo ese tiempo será absoluto. Los especialistas apuntan a un abanico muy amplio: entre las ocho semanas y los seis meses.

La Cumbre Iberoamericana es una de las citas más importantes a las que acude don Juan Carlos cada año. En una de ellas, la de 2007, se produjo el ya famoso choque verbal con el fallecido Hugo Chávez, presidente de Venezuela, a quien el Monarca conminó a callar durante la intervención del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Precisamente en el cónclave celebrado el año pasado en Cádiz, don Juan Carlos anunció que iba a "a pasar por el taller" para ser operado de la cadera.

El Gobierno panameño expresó ayer "toda su solidaridad" con don Juan Carlos, así como "sus deseos" de que "sea exitosa" la operación de cadera a la debe ser sometido y que le impedirá asistir a la Cumbre Iberoamericana. "El Gobierno de Panamá expresa toda su solidaridad con el Rey y sus deseos de que esta nueva operación sea realizada en forma exitosa y que tenga un pronta y completa recuperación", dijo el ministro panameño de Relaciones Exteriores, Fernando Núñez Fábrega.

Sobre la ausencia del Monarca en la cumbre Iberoamericana, el canciller panameño destacó que la presencia del rey español "es ceremonial, porque representa la continuidad historia de los vínculos de América Latina con las naciones que les dieron vida y las ha acompañado en su desarrollo". Hasta ahora, el Rey, de 75 años, ha estado presente en todas las cumbres iberoamericanas, desde la primera edición, en Guadalajara (México, 1991) hasta la de Cádiz (España), el año pasado.

Desde Cataluña, la opinión republicana no se hizo esperar. El portavoz de ICV en el Congreso, Joan Coscubiela, consideró "insostenible" la situación del Jefe del Estado y de la institución monárquica, y añadió que la operación a la que será sometido el Rey "es una oportunidad para iniciar un debate sobre la utilidad de un estado republicano".

Según Coscubiela, más allá del estado de salud del Rey y de si sería preferible que abdicara o no, "es evidente que la situación del Jefe del Estado es muy insostenible" puesto que "no parece que pueda desarrollar sus responsabilidades". El político catalán apuntó que la nueva intervención quirúrgica a la que será sometido el Rey "es una buena oportunidad para iniciar un debate sobre la mejor forma de estructurar la Jefatura del Estado".