La farola

Restos colosales del patrimonio industrial de Málaga

Real Fábrica de Hojalata de San Miguel en Júzcar.

Real Fábrica de Hojalata de San Miguel en Júzcar. / Javier Flores

Son innumerables por la mayoría de paisajes de la provincia de Málaga, especialmente por toda su costa, tanto en el peculiar litoral axárquico como en la parte más occidental de la línea costera malagueña. Fundiciones, ingenios, infraestructuras mineras, destilerías o fábricas de todo tipo tuvieron su sede en este punto de Andalucía y hoy en día aún se conservan los vestigios del pasado industrial que alumbraron el siglo XIX y comienzos del XX, pero también infraestructuras anteriores. Algunas se muestran en forma de chimeneas, otros son ruinas y también los hay que se han mantenido, reformado o puesto en valor. En su conjunto, sirven para tener una mirada diferente del entorno.

Las materias primas de la provincia, su situación geográfica estratégica, el mar, el puerto y los diferentes cursos de agua son algunos de los factores que ayudaron a diferentes ingenieros y hombres de negocio a invertir en altos hornos, fábricas y otros negocios que aún hoy tienen su eco. La capital malagueña tiene muchos restos de este tipo aún en su casco urbano. La zona Oeste de Málaga capital era el lugar en el que se desarrollaban gran parte de estas actividades en este punto de la provincia y lo que hoy es el bonito parque de Huelin, por ejemplo, se ubicaban los altos hornos La Constancia, que fue protagonista en la producción metalúrgica especialmente en el siglo XIX y aunque a finales de dicha centuria su producción bajó, no cerraría hasta la década de los años 20 del siglo XX. La historia de la metalurgia en esta zona de la ciudad abarca casi todo el siglo XIX y gran parte del XX con gran cantidad de industrias que a menudo se abrían ocupando los terrenos de otras más antiguas. La chimenea de La Mónica que está en el paseo marítimo Antonio Banderas, cumplirá un siglo en pie en 2023 y era la chimenea de la Fundición de Plomo Los Guindos, una peligrosa actividad bastante perjudicial para los trabajadores que se convirtió en una más en el paisaje industrial del Oeste malacitano. Sin embargo, en la provincia hay algunas estructuras, fábricas e ingenios que se pueden visitar y que sirven para hacerse una idea de las colosales obras que se llevaron a cabo para este tipo de actividades.

Real Fábrica de Hojalata de San Miguel

Es la primera fábrica de este tipo de toda España. La historia de la Real Fábrica de Hojalata de San Miguel es peculiar: hubo que reclutar de manera sigilosa a artesanos alemanes que conociesen el secreto de la mezcla exacta entre hierro y estaño para producir una hojalata de calidad. Llegaron escondidos y no fue el único problema, como curiosidad, se usaron camellos para transportar materiales por las sierras malagueñas. Corría el año 1726 cuando Felipe V aprobaba esta infraestructura que era pionera en el país y que ayudó a deforestar parte de lo que hoy es un entorno natural precioso. Está reformada y no sólo se ha convertido en una bodega con hotel, también se pueden ver los pormenores de un proceso industrial complicado pero avanzado en su época que aprovechó el agua, el mineral y los bosques de la zona. 

Ingenio Nuestra Señora del Carmen

Es un ejemplo único no sólo de la industria de la miel de caña de azúcar que produce aún en la actualidad, también de la maquinaria que se construía en la provincia. Y es que el ingenio que en 1928 pasó de ser el Ingenio de San Raimundo a tener su denominación actual está situado en un edificio único de la bonita Frigiliana (el palacio de los Condes de Frigiliana de arquitectura renacentista) y lleva funcionando desde 1725. Su maquinaría también está hecha en fundiciones malagueñas. Concretamente en la Fundición Díaz de Vélez Málaga que en el siglo XX produjo gran cantidad de maquinaria agrícola pesada, entre ellas los molinos del particular y precioso ingenio de Frigiliana.

Altos Hornos de la Concepción

Están en Marbella y sólo quedan ruinas del gran edificio que fue. Es otro ejemplo industrial en la parte occidental de la provincia malagueña, donde se aprovechó el río Verde para una construcción que también fue de las pioneras del país. Construida a comienzos del XIX sólo había una fundición similar a ella en toda España. En otro punto de la costa marbellí se puede disfrutar del patrimonio industrial desde la arena de su litoral. La playa del cable cuenta con una torre en el mar que servía para sustentar el sistema de transporte de minerales desde la costa hasta los barcos cargueros. Y es que en la zona no sólo funcionaron siderurgias, también se extrajeron minerales de sus sierras para uso en los diferentes altos hornos de la comarca.

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