La farola

El Hundidero, la espectacular cueva en Málaga con río subterráneo y techo de más de 50 metros

Entrada a la cueva del Hundidero en Montejaque, Málaga.

Entrada a la cueva del Hundidero en Montejaque, Málaga. / Javier Flores

Está en un entorno natural impresionante, en las inmediaciones del parque natural de Grazalema, cerca de Ronda y en un punto muy peculiar de la geografía andaluza. La cueva del Hundidero está en la localidad de  Montejaque y es una espectacular cavidad natural que ha sido adaptada en los últimos tiempos para que se pueda visitar gran parte de ella minimizando los riesgos de un paseo complicado en alguno de sus puntos más profundos. Se trata de uno de los monumentos naturales de Málaga no demasiado conocidos que está formado por la acción de un río subterráneo en el peculiar relieve de la zona. El Gaduares (también llamado Campobuche) es un río que abandona la superficie durante algo más de cuatro kilómetros para luego volver a ella, algo muy poco habitual y que cuenta con una referencia en el Sur de la península ibérica como es el Guadiana.

En torno a cuatro kilómetros de caudal bajo el agua que vuelve a la superficie en otro punto señero del patrimonio natural malagueño: la cueva del Gato, conocida por las pozas que durante la mayor parte del año se asientan a su entrada y por los restos de actividad humana prehistórica hallados en su interior. El Hundidero cuenta con formas espectaculares, una de las más llamativas es su gran estalagmita que tiene un tamaño absolutamente inusual en este tipo de formaciones. Como también es espectacular la altura de la cueva. Su entrada está al fondo de un acantilado, pero el techo y el hueco de la entrada superan los 50 metros de altura, algo que hace sentirse pequeña a cualquier persona que la visite y que hace que al tomar una fotografía completa del hueco de la entrada con alguien en él, la perspectiva obligue a buscar a la persona. Curiosidades al margen, hay que  tener en cuenta que es un espacio que se ha puesto en valor recientemente y que en el pasado ha tenido episodios desagradables debido a la peligrosidad de bastantes de sus puntos. Lo ideal es contactar con los responsables de la cueva para aclarar cualquier aspecto en ese sentido. También hay que tener en cuenta que la cavidad no es lo único espectacular de una excursión a este punto de la provincia malagueña. Hay más.

Un pantano fallido y paisajes idílicos

En las inmediaciones de la cueva del Hundidero se encuentra también la presa del mismo nombre o también llamada de Los Caballeros. Se trata de una infraestructura con una historia peculiar. Tiene casi 84 metros de altura desde su base hasta su coronación y forma parte de un proyecto que se puso en marcha hace más de un siglo para crear un pantano en este lugar. Los estudios para construir la presa comenzaron en 1917, cuando otras grandes obras hidráulicas e la provincia (los embalses y pantanos en torno a El Chorro, por ejemplo) también estaban en construcción o en sus primeros momentos de funcionamiento. En 1924 se terminó la construcción de una presa abovedada que se podía convertir en la más grande de Europa de este tipo. El problema es que cuando terminaron las obras y se probó, el agua se filtraba por la propia cueva del Hundidero y hacía imposible que la zona se convirtiese en un pantano. Se trató de arreglar durante la década de los 30, pero al final las características naturales del terreno dejaron la presa construida y sin utilidad.

Hoy en día se puede ver cómo es una obra de estas características pero sin agua, toda una curiosidad en una zona que está rodeada por senderos y paisajes que tienen bastante encanto. La gran presa es ahora un balcón excepcional de una obra megalómana que es un punto diferente y espectacular en la visita a esta zona. Sin duda es uno de esos sitios que disfrutar con tranquilidad y precaución que provocan sensaciones no muy frecuentes en plena naturaleza. La cueva del Hundidero y la presa de Los Caballeros pertenecen a la localidad de Montejaque, un pueblo serrano que está enclavado en un precioso valle y recompensa a los visitantes con su ambiente, buena gastronomía y un entorno natural privilegiado que cuenta con algunas vías ferratas para la escalada y caminos para recorrer Grazalema.

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