El centro de Málaga pierde un cachito de Perú: cierra definitivamente el restaurante peruano La Pachamama

Primero fue el turno del ubicado en calle Olozaga, a pocos metros del Mercado de Atarazanas, ahora le llega el turno a su primer establecimiento, el que llevaba ya casi diez años instalado en el centro de Málaga. El restaurante peruano La Pachamama echa la persina en la emblemática calle Beatas, una de las arterias que atraviesa el centro de Málaga, poniendo punto y final a este episodio que comenzó en 2016 y que supo traer una parte de Perú a la capital.

"Después de casi 10 años La Pachamama se despide. Queremos agradecer a todos nuestros clientes y a todos los que han formado parte del equipo todo el apoyo durante este tiempo. Esperamos volver a veros pronto. Gracias por lo vivido y por lo soñado", escribían este pasado jueves en sus redes sociales, anunciando el inminente cierre del establecimiento, que desde este lunes no volverá a abrir sus puertas a un público fiel y habitual en su pequeña terraza y salón.

Sus clientes inundaron sus redes de comentarios de afectos ante la noticia, inesperada por muchos. "Gracias por traernos Perú a Malaga", decía una usuaria, muy al hilo del resto de comentarios, con mucho cariño: "Podéis estar mas que satisfechos. Nuestro restaurante favorito, os echaremos mucho de menos. Nos quedamos con todo lo comido y lo vivido, todo queda grabado en nuestra memoria y corazones". "El buen trabajo que habéis hecho, quedará. Habéis traído la sazón del Perú. Habéis enseñado una cocina rica en sabores y colores que nadie olvidará", decía otro perfil, algo que se repetía: "Espero que sea para mejor, os vamos a echar de menos, ese lomo saltado…".

Málaga pierde una sólida apuesta por la gastronomía tradicional peruana

La Pachamama ofrecía diferentes platos de la gastronomía tradicional peruana, una carta amplia y variada donde había para todos los gustos, algunas opciones más reconocibles que otras para comensal medio, pero todo "elaborado con pasión y auténtica sazón criolla" como ellos mismo definían.

El piqueo sobresalía en La Pachamama, con la patata como protagonista diversas y bien elaborada, como su 'Causa Limeña', su 'Trío de Causas', su 'Papa Rellena' o la 'Papa a la Huancaína'. Sus 'Salchipapas' o sus 'Tequeños' también presentes. El protagonista inconfundible era su ceviche, con leche de tigre y diferentes tipos de pescado. También ofrecían platos nikkei, con una llamativa fusión con lo japonés. Su 'Ají de Gallina', su 'Lomo Saltado' o el 'Tacu Tacu a lo Macho', superlativos. Sus cócteles