La basta geografía de Málaga oculta grandes secretos, puntos de gran belleza que aún pasan desapercibidos para la gente en general, no tanto para los locales. A lo largo y ancho de la provincia existen algunas joyas escondidas, secretas, pero naturales que dotan de un valor incalculable a Málaga y que, además, gozan de alguna que otra ruta de senderismo para descubrirlas. Viajamos hasta la Serranía de Ronda, hasta el precioso pueblo de Faraján, para contemplar uno de sus grandes tesoros: las Chorreras de Balastar.

Las Chorreras de Balastar son un espectacular par de cascadas que superan los 20 metros de altura, y que, de un tiempo a esta parte, entre los amantes del senderismo y la naturaleza, ha ganado bastante protagonismo por resultar de ella una ruta no sólo increíble, sino también refrescante y gratificante. Y es que en los últimos años se ha prestado una mayor atención a la conservación y promoción de muchos de nuestros entornos, lo que ha resultado en el desarrollo de varias rutas senderistas que permiten disfrutar de su belleza.

Una de estas rutas es un sendero circular que comienza en el propio pueblo de Faraján y que está claramente señalizado. A lo largo del camino, los senderistas pueden deleitarse con vistas panorámicas de las cascadas y explorar los rincones más pintorescos de la zona. Además, durante la caminata, se pueden observar las antiguas acequias, fuentes y otros sistemas de canalización que aún se utilizan para el cultivo en los terrazas agrícolas que rodean el pueblo. Estos pequeños detalles agregan un encanto adicional a la ruta y proporcionan una experiencia completa a los visitantes.

Por otro lado, otra de las rutas que existe transcurre a lo largo de tres kilómetros hasta la cima del Romeral, donde se pueden avistar vestigios de obras celtas y un tramo de muralla romana. Desde este punto elevado, entre los pinos, se divisan el Dolmen de El Romeral y la Cueva de los Almendaraches, aspectos que dotan de mayor interés a la caminata.

La Chorrera de Balastar.

Cerca de esta área, hay un descenso estrecho y sinuoso que lleva a Las Chorreras, un paraje donde se encuentran estas dos impresionantes cascadas del arroyo Balastar, con caídas de hasta 20 metros de altura. Junto a estas cascadas, aún se conservan restos de un antiguo molino de la época árabe, así como acequias talladas en las rocas para la distribución del agua. Continuando por este sendero, se sigue el curso del arroyo Balastar hasta su unión con el río Genal, en un trayecto de aproximadamente un kilómetro. Después, es posible retornar hasta Faraján por el camino del Molino, una ruta a la que sumar otros tres kilómetros.

La ruta de las Chorreras de Balastar ofrece una experiencia gratificante en varios aspectos, ya sea al admirar la impresionante belleza de las cascadas, explorar la riqueza histórica del sistema de riego o simplemente disfrutar de la paz y tranquilidad del entorno natural. Es una oportunidad enriquecedora para conectar con la naturaleza y disfrutar de una auténtica joya de la provincia de Málaga que todos deben conocer, valorar y disfrutar.