La costa oriental de Málaga tiene muchos argumentos para seducir a los visitantes. Desde las costas cercanas a la capital, y menos orientales, como las del Rincón de la Victoria con la monumental Cueva del Tesoro como uno de sus reclamo, hasta los paisajes de La Axarquía, una zona diferente en la que los cultivos tropicales, el pasado fenicio y musulmán o el patrimonio natural se entremezclan en pueblos acogedores y realmente bonitos. Además, en el extremo oriental de la provincia se encuentra el parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, el paraje protegido de los acantilados y las playas de Maro y Cerro Gordo, o localidades tan icónicas como Nerja y Frigiliana. En este particular oriente malagueño se encuentra también la posibilidad de dar un paseo con el agua como protagonista por lugares como los molinos de Árchez y también por uno de los ríos clásicos del Mediterráneo: el río Higuerón.

Corto, no llega a los 13 kilómetros, nace en la sierra Almijara y recolecta el agua de varios montes cercanos hasta que acaba uniéndose al famoso (por sus características y condiciones naturales) río Chíllar. En el camino cruza las tierras de la fotogénica Frigiliana, se aprovecha en acequias y pequeñas obras hidráulicas destinadas al riego de los campos de alrededor, serpentea entre pinares y arboleda y acaba en el Chíllar. Hay una ruta en el río Higuerón que no es excesivamente larga, sale desde las proximidades del cuartel de la Guardia Civil de Frigiliana y recorre parte del río. Pero también se puede ir hacia el norte y recorrer su cauce hasta ver el pozo de batán, parte de una de las infraestructuras hidráulicas que hay en la zona y que sirve para regar el entorno y como punto de acopio de agua por el riesgo de incendios que es alto en el estío en casi todo el campo andaluz. Otra opción es la zona de senderismo en torno a la acequia de Lizar. Esta es otra ruta recomendada en la que se pueden ver restos del antiguo castillo de Lizar que nombra la zona y también disfrutar de una perspectiva diferente del pueblo que alberga estos parajes.

Si el río Chíllar es el más conocido de esta parte de la provincia malagueña, el Higuerón es también una buena opción para disfrutar del agua y la naturaleza. Además, es relativamente fácil visitar también Frigiliana, una de las localidades más fotografiadas de la provincia que además tiene buenos sitios para comer y elementos de patrimonio histórico que cuentan la historia de esta parte de la provincia en los siglos pasados, ligada a cultivos como el de la caña de azúcar. Sin duda, la parte más oriental de Málaga ofrece lugares en los que disfrutar del entorno tratando de olvidarse del calor y no sólo por sus playas.