Ni playas ni pueblos blancos: las fortalezas medievales más impresionantes que aún resisten en Málaga y estás tardando en visitar
De cruzadas escocesas a cementerios ocultos entre montañas, los castillos malagueños guardan historias sorprendentes
Murallas, leyendas y vistas infinitas: un viaje al pasado sin salir de la provincia de Málaga
Teba, Vélez-Málaga y Benadalid: tres destinos donde el pasado sigue vivo entre piedras y almenas
Málaga es tierra de contrastes. Su costa, sus pueblos blancos y su gastronomía suelen acaparar la atención del visitante, pero entre sierras, valles y colinas aún sobreviven auténticos testigos de piedra que relatan la historia más antigua de la provincia. Las fortalezasmedievales, dispersas por todo el territorio malagueño, conservan la memoria de un pasado en el que la defensa del territorio marcaba el pulso de la vida cotidiana. Algunas han desaparecido con el paso de los siglos, pero otras todavía se mantienen en pie, desafiando al tiempo y ofreciendo una perspectiva única sobre la historia y el paisaje de Málaga.
Castillo de la Estrella de Teba: leyendas y cruzadas en la campiña malagueña
En el municipio de Teba, al norte de la provincia, se levanta una de las fortalezas más imponentes y mejor conservadas de Málaga: el castillo de la Estrella. Sus muros, torres y almenas dibujan un perfil inconfundible sobre el paisaje de la campiña, evocando una época de caballeros y batallas.
Su historia está ligada a episodios legendarios, como la presencia de tropas escocesas durante la defensa de la fortaleza en el siglo XIV. Entre ellas se encontraba sir James Douglas, que transportaba el corazón embalsamado del rey Ricardo I de Escocia con destino a Tierra Santa. Douglas murió en combate en Teba, y aquel suceso quedó grabado para siempre en la historia de Escocia y de este rincón andaluz.
Más allá de la leyenda, el castillo de la Estrella fue una de las fortalezas más relevantes en la frontera con el Reino Nazarí de Granada. Desde sus murallas se controlaban los accesos entre el valle del Guadalteba y las tierras interiores, convirtiéndolo en un punto clave en las campañas de la Reconquista. Hoy, su silueta domina el horizonte tebeño, recordando al viajero que el pasado sigue presente en cada piedra y en cada torre que desafía al tiempo.
La fortaleza de Vélez-Málaga: el vigía de la Axarquía
La ciudad de Vélez-Málaga conserva entre sus lomas los vestigios de una de las fortalezas más emblemáticas del Reino de Granada. Construida en el siglo X, su castillo dominaba toda la comarca de la Axarquía, actuando como bastión frente a las incursiones que llegaban desde la costa. Aunque el paso del tiempo y los conflictos bélicos, especialmente la invasión napoleónica, deterioraron gran parte de su estructura, su ubicación privilegiada continúa ofreciendo una de las panorámicas más impresionantes de la zona.
Desde su recinto se divisan tanto las montañas del interior como el litoral veleño, lo que explica su relevancia estratégica durante siglos. Tras la conquista cristiana, el castillo fue adaptado a nuevas funciones institucionales, convirtiéndose en símbolo de poder y control territorial. En el siglo XIX sufrió graves daños durante la ocupación francesa, y no fue hasta los años 70 del siglo pasado cuando se emprendieron algunas labores de consolidación.
Aunque gran parte de su estructura original ha desaparecido, el castillo de Vélez-Málaga sigue siendo una referencia en la memoria patrimonial de la provincia. Es un recordatorio de la importancia que tuvo esta ciudad en la historia de la frontera nazarí y del posterior proceso de integración en la monarquía castellana.
Castillo de las Cuatro Torres de Benadalid: un bastión entre la sierra y el cielo
En pleno corazón de la Serranía de Ronda, el castillo de las Cuatro Torres de Benadalid se alza sobre una colina que domina el valle del Genal. Esta fortaleza, de origen romano, ha sido escenario de distintas etapas históricas: romana, andalusí y cristiana. Su peculiar trazado cuadrangular y las cuatro torres que le dan nombre lo convierten en uno de los castillos más singulares de la provincia.
A lo largo de los siglos, su función ha cambiado: fue fortaleza militar, refugio, punto de control estratégico y, posteriormente, cementerio del pueblo. Hoy, las murallas que aún permanecen en pie permiten imaginar la magnitud que tuvo en su época de esplendor. Desde sus alturas, el visitante puede contemplar un paisaje que resume la esencia de la serranía, con un horizonte de montes, bosques y pequeños pueblos blancos que parecen suspendidos en el tiempo.
Más allá de su interés arquitectónico, el castillo de Benadalid representa una pieza clave para entender el entramado defensivo que articulaba el paso entre la sierra y la costa, una posición estratégica que durante siglos definió la historia del interior malagueño.
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