Qué es un hotel boutique y tres ejemplos perfectos en Málaga
En lugares preferentes de las ciudades, con pocas habitaciones, atención personalizada y una gran cantidad de detalles decorativos y de confort, así son este tipo de alojamientos
La oferta de particularidades en los hoteles y lugares para huéspedes es bastante amplia, se pueden encontrar hoteles cápsula, temáticos, sólo para adultos, grandes complejos con todo el equipamiento imaginable y, desde los 80 del siglo XX, también hoteles boutique. Este tipo de establecimientos se han popularizado en los últimos tiempos en bastantes puntos de Europa y, por supuesto, también en la Costa del Sol. Pero para quien no tenga claro en qué consiste este concepto, es mejor acercarse a él desde una perspectiva no sólo comercial. No son hoteles que vendan su mobiliario o decoración (que también existen), se trata de establecimientos que, por norma general, se encuentran en puntos clave de las ciudades para poder hacer compras y disfrutar del turismo urbano, además de tener otro tipo de atenciones.
Los hoteles boutique son pequeños establecimientos si se comparan con los grandes edificios y complejos con gran número de habitaciones, por lo que la atención pormenorizada al cliente y el cuidado de los detalles tanto en los aspectos de la estancia de los huéspedes como en al decoración y oferta de servicios son el principal punto fuerte de estos establecimientos. Un sitio acogedor, con pocas habitaciones, buena situación en una ciudad, donde la tranquilidad y la confianza de estar en un sitio sin demasiado trajín de gente son premisas que todos ellos comparten. La idea es antigua, ya que identificar el primer establecimiento con estas características es complicado, pero en Nueva York se popularizó en la década de los 80 y se expandió en la siguiente por todo el mundo. Los hay que están dirigidos a un público de gama alta en el que el lujo y es una de las premisas, pero no son así la mayoría.
Los hoteles boutique son hoteles con un encanto especial, que pueden estar decorados en trono a una temática concreta, y que fomentan la confianza y tranquilidad con sus huéspedes, algo que también se fomenta en los hoteles normales aunque más complicado de conseguir cuando el número de habitaciones y huéspedes se cuenta por cientos. En la provincia de Málaga se concentran una parte muy importante de las plazas hoteleras de todo el país y también se pueden encontrar algunos hoteles boutique en los que descansar de una manera más familiar, especial y armoniosa.
Mariposa Hotel, Málaga
Ambiente hogareño, decoración cuidada al más mínimo detalle y un lugar privilegiado en la capital malacitana, perfecto para seguir los pasos de los nueve días el rey de España en Málaga. El hotel Mariposa tiene 53 habitaciones, dos figuras orientales gigantes en su puerta y una filosofía en la que pone al visitante en el centro de la acción. Tiene un pequeño gimnasio, todo tipo de servicios y una terraza con solarium y rincones para estar a gusto con alguno de los audaces cócteles que propone. Un buen ejemplo de este tipo de establecimientos.
Hotel Teatro Romano, Málaga
Otro establecimiento con un lugar privilegiado en la ciudad, frente al teatro romano y la alcazaba malacitana, punto clave para seguir los pasos de Ibn Gabirol en sus primeros añosIbn Gabirol en la ciudad. Tiene 14 habitaciones, todas exteriores, con una decoración cuidada al detalle y buenos acabados. Además, de la orientación de sus habitaciones, del trato personalizado y de las peculiaridades como el japonés en la lista de idiomas en los que atiende, su tamaño hace que la filosofía de hotel boutique se amplifique. Ideal cuando la ciudad acoge en el centro cualquiera de sus conmemoraciones.
Anahita Boutique Hotel, Málaga
Las habitaciones son variadas y con composiciones y decorados reconfortantes. Su patio es unas fortalezas y marca la tendencia decorativa del local con unas columnas romanas que le dan a la estancia un punto diferenciador. Además, el típico patio sureño es un lugar en el que estar a salvo de los peores trances de calor. Su situación en la ciudad también es bastante buena: en calle Álamos, a un suspiro del Cervantes o la plaza de La Merced. Sólo tiene 16 habitaciones pero, como alguna de las estancias del edificio, se pueden encontrar en alguna frescos del siglo XVIII.
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