La farola

Una de las rutas más enriquecedoras de Málaga: ríos, cuevas y un mirador excepcional

El Paraje natural de Hondoneros.

El Paraje natural de Hondoneros. / malaga.es

En Villanueva del Rosario, se encuentra otro de los tesoros ocultos de la provincia de Málaga, un entorno natural privilegiado que ofrece no solo una magnífica jornada de senderismo con una de las rutas más enriquecedoras, sino también una experiencia reconfortante en plena naturaleza malagueña. El recorrido incluye el nacimiento del río El Chorro, la destacada Ermita de la Virgen del Rosario (patrona del pueblo), diversas cuevas y un impresionante mirador de aves. Todo esto a pocos metros del pueblo, en una travesía de baja dificultad.

La imponente Sierra del Camarolos, compuesta por calizas y dolomías del Jurásico Inferior Medio, domina la vista desde cualquier punto de Villanueva del Rosario. En esta área se encuentra el Paraje del Hondonero, que también da nombre al mirador, brindando vistas privilegiadas de la serranía saucedeña. Desde este punto se pueden apreciar espectaculares paisajes de las sierras vecinas de Villanueva del Trabuco, San Jorge y Sierra Gorda.

En la Dehesa del Hondonero se halla la Cueva del Malnombre, donde se han descubierto expresiones rupestres esquemáticas de la Prehistoria reciente. Cerca de este lugar se encuentra el manantial del río del Cerezo, conocido localmente como El Chorro, que da vida a este corto río antes de unirse al Guadalhorce. En la zona, se pueden apreciar dos molinos hidráulicos harineros centenarios. Otra cueva destacada es la de las Palomas, ubicada más al sur.

Junto al nacimiento del río, se erige la Ermita de la Virgen del Rosario, una estructura que históricamente ha ofrecido un mirador natural con vistas excepcionales de las sierras que envuelven Villanueva del Rosario, el propio pueblo y la depresión correspondiente a la cuenca de Antequera. Este lugar se conoce como el Mirador del Hondonero.

Este lugar es también un hábitat privilegiado por su fauna, destacando especialmente la abundancia de aves que se pueden observar con paciencia y agudeza auditiva. Durante el invierno, es común avistar acentores comunes, zorzales, currucas capirotadas y petirrojos, entre otras especies. En altitudes más elevadas, se pueden llegar a avistar buitres leonados, águilas reales y halcones peregrinos, que son aves frecuentes en la zona.

Si disfrutas de caminar y buscas continuar la travesía, existe una ruta cercana que conduce hasta el mirador del Alto de Hondonero y, opcionalmente, hasta el pico Chamizo, que se eleva a 1.645 metros, con una distancia de aproximadamente siete kilómetros en una sola dirección. La zona ofrece una abundancia de rutas y senderos para practicar el senderismo. Al finalizar tu jornada, te recomendamos detenerte en alguna de las ventas locales, como la Venta las Delicias, que ofrece una variada selección de platos destacando carnes (presta atención al chivo al ajillo, ciervo en caldereta o jabalí adobado) y postres caseros, como el requesón con miel de caña.

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