Málaga

8M Málaga: El mundo que ellas hacen girar

  • Las mujeres luchan a diario para que su profesionalidad se estime al margen del género

  • La suya no es tarea fácil

8M en Málaga: El mundo que ellas hacen girar.

8M en Málaga: El mundo que ellas hacen girar.

Si todas las mujeres frenasen en seco su actividad, el mundo se detendría a pesar de llevar milenios dominado por el hombre. Mucho más allá de la labor callada en casa, de la dedicación sufrida a la familia, de la imposición de los cuidados a sus mayores, llevan décadas demostrando también en el ámbito profesional, académico, cultural e investigador que su valía no entiende de género.

El talento, el esfuerzo, la disposición para asumir retos y la capacidad de trabajo las iguala aunque en número sigan estando en minoría. El movimiento feminista lleva más de dos siglos luchando por conseguir esa consideración de iguales, una batalla que ha alcanzado especial relevancia desde 2018 y que cobra rostro en mujeres como María Gámez, María Luisa Balaguer, María José Torres, Mercedes Siles, Blanca Hermana, Violeta Aragón y Victoria Abón.

“Ser mujer u hombre no es ningún beneficio ni ningún problema, la cuestión reside en trabajar, en esforzarse”, dice Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga. “Hay que borrar de la mente esa barrera, no hay que anticiparse a los obstáculos, somos las primeras que tenemos que estar convencidas de que no existen para normalizar la realizad”, agrega.

El empuje, el querer avanzar dejando atrás los segundos planos, el tomar la palabra y la voz en una sociedad todavía poco acostumbrada al liderazgo femenino es un primer paso fundamental. Pero, “la maternidad y los cuidados es lo que produce más desigualdad”, como sostiene María Luisa Balaguer, magistrada del Tribunal Constitucional.

Las reducciones y la flexibilidad horaria para poder conciliar sigue siendo patrimonio casi exclusivo de la mujer y se convierte en elemento clave de la brecha salarial. Según el sindicato CCOO, las malagueñas cobran un 27,8% menos que los malagueños lo que supone unos 4.017 euros menos al año.

En la Universidad de Málaga, por ejemplo, las mujeres representan el 53% del alumnado y son las que titulan en mayor porcentaje pero las cifras cambian en cuanto se suben peldaños en el escalafón. En el profesorado ellas ocupan el 35% y según se asciende en las categorías académicas e investigadoras se produce una mayor desigualdad. De los 329 puestos de catedráticos de universidad de la UMA, 266 están ocupados por hombres y tan solo 63 por mujeres.

También ellas son minoría en los ámbitos científicos y tecnológicos a pesar de lo que puede significar. Como explica la catedrática de genética Carmen Beuzón, “lo más importante es que la ciencia y la tecnología tienen un papel central en el desarrollo de la sociedad en el futuro y todos tenemos el derecho y el deber de participar de ello, si ellas no participan no se tendrá en cuenta su visión y tendremos una sociedad mucho menos inclusiva”.

María Gámez, directora general de la Guardia Civil

María Gámez, directora de la Guardia Civil. María Gámez, directora de la Guardia Civil.

María Gámez, directora de la Guardia Civil.

María Gámez ha roto varios techos de cristal en los últimos años: el primero, en julio de 2018, al convertirse en la primera subdelegada provincial del Gobierno en la provincial, y el segundo, el pasado mes de febrero, al ser nombrar directora general de la Guardia Civil, un cargo que en sus 175 años de historia siempre estuvo ocupado por hombres. Al tomar posesión del primer puesto se mostró “orgullosa de ser la primera” y “a la vez, con rabia por las que no pudieron serlo antes”.

Un año más tarde, antes de tomar los mandos de la Benemérita, un cuerpo de más de 80.000 agente con una representación femenina del 7%, afirmó que “ser la primera no es lo más importante”. “Quizá lo más importante es no ser la única o la última. Pido que vengan muchas más a muchos lugares más”, aseveró.

La socialista, de 51 años, opina que estos nombramientos “demuestran que las mujeres podemos llegar a lo más alto, tambien en organizaciones mayoritariamente masculinas”. “Tenemos que verlo con normalidad, después de mí tienen que llegar muchas más. Vivimos un fuerte movimiento feminista para alcanzar la igualdad efectiva, no hay vuelta atrás y no podemos permitir retrocesos”, asevera.

María José Torres, jefa de Alergología del Hospital Regional e investigadora

María José Torres, jefa Alergología del Regional María José Torres, jefa Alergología del Regional

María José Torres, jefa Alergología del Regional / Javier Albiñana

María José Torres es jefa de Alergología del Regional, profesora de Medicina de la UMA, miembro del comité de la Academia Europea de Alergias y la tercera científica más importante a nivel nacional en Ciencias de la Salud-Alergias. Tiene dos hijos. “Es complicada la carrera de investigadora para la mujer porque te obliga a estar permanentemente actualizada y publicando. Imagínate cuando te quedas embarazada”, dice.

En su caso, fue su marido quien se cogió la baja maternal para que en su actividad de investigación no se produjera un parón. “Muchas mujeres empiezan la carrera investigadora, pero a los puestos de relevancia, a igual preparación que los hombres, llegan menos mujeres”, afirma.

Habla del club de los chicos porque los hombres se sienten más a gusto trabajando entre varones, lo que “frena” el acceso a puestos de responsabilidad de las mujeres. “La mujer, para que la fichen, tiene que ser mejor que el hombre. Siempre tiene que demostrar más”, opina. Ve el avance de la mujer en Medicina e investigación, pero dice que el aumento en su representación en ambos sectores va a menor ritmo a nivel directivo. El avance femenino “es un goteo; la presencia de la mujer aumenta, pero es lentísimo en los cargos”.

Mercedes Siles, Catedrática de Álgebra y presidenta de la Aneca 

Mercedes Siles, presidenta de la Aneca. Mercedes Siles, presidenta de la Aneca.

Mercedes Siles, presidenta de la Aneca. / Javier Albiñana

Mercedes Siles, única catedrática de Álgebra en la Universidad de Málaga, preside desde hace unas semanas la Aneca. En un mundo de hombres, reconoce que ha percibido sexismo a lo largo de su carrera. “Parece que tuvieras que demostrar más. Tienes que estar continuamente alerta”, explica apuntando a que todavía “queda recorrido” para encontrar nombres de mujeres en altas esferas de forma natural.

En su opinión, el principal reto de la mujer es que “se crea capaz de lograr sus objetivos, deje volar su imaginación para marcarse metas” y considera que la batalla por la igualdad “es común”. “No carguemos las espaldas de las mujeres más de lo que están”, asevera.

Lola Bermúdez, policía en el Grupo Operativo de Apoyo

Lola Bermuedez, agente GOA. Lola Bermuedez, agente GOA.

Lola Bermuedez, agente GOA. / Javier Albiañana

En el Grupo Operativo de Apoyo (GOA), la élite de la policía malagueña, sólo hay una mujer, Lola Bermúdez. Es el activo de mayor rango (la que más tiempo lleva, para los no iniciados) en el operativo al que llaman cuando las fuerzas de seguridad tienen problemas, que dirían en una película de Hollywood.

Desde que entrase en el cuerpo de élite no se ha sentido discriminada por ninguno de sus compañeros, “soy una más, en ningún momento me han mirado distinto”, asegura Bermúdez. En la calle es distinto, “responden a los compañeros cuando les estás hablando tú o te giran la cara directamente, me respetan menos”, sostiene.

María Luisa Balaguer, magistrada del Tribunal Constitucional

María Luisa Balaguer, magistrada de TC. María Luisa Balaguer, magistrada de TC.

María Luisa Balaguer, magistrada de TC.

María Luisa Balaguer ha visto mucha desigualdad en sus cuatro décadas de carrera como abogada y profesora en la UMA. La catedrática de Derecho Constitucional y magistrada del Tribunal Constitucional asegura que “no existe la igualdad en casi ninguna actividad profesional”.

Afirma que “parece que se ha avanzado más de lo que realmente se ha hecho” y sostiene que “se sabe por experiencia vital que el ámbito del hogar, de los cuidados y la familia sigue recayendo en la mujer y esto es muy importante porque se lleva gran parte del tiempo, de los afectos, del sufrimiento, y mientras eso no se comparta no habrá igualdad”.

Balaguer estima que la maternidad “hipoteca mucho a las mujeres” y que la falta de corresponsabilidad hace que “la vida pública para los hombres sea mucho más fácil, ellos están en condiciones de llevar a cabo otros trabajos”.

En el ámbito jurídico, señala que “hasta que no cambie el Código Civil con las obligaciones de los cónyuges y la equiparación del permiso parental esto no servirá de nada”. Balaguer apunta que no se ha tomado conciencia hasta el siglo XXI y “la sociedad tarda mucho en cambiar sus costumbres”.

Victora Abón, presidenta del Ateneo de Málaga

Victoria Abón, presidenta del Ateneo Victoria Abón, presidenta del Ateneo

Victoria Abón, presidenta del Ateneo / Javier Albiñana

Profesora de Fotografía en la Escuela de Arte de San Telmo y primera mujer en presidir el Ateneo. El mundo de Victoria Abón es el de los medios audiovisuales, al que llegó siendo “esa niña con la cámara”. La primera. “En mis comienzos, tuve que demostrar que sabía hacer mi trabajo para que me empezaran a respetar”, cuenta.

Alma libre y aventurera, ha desarrollado proyectos fotográficos en Tanzania o Bostwana antes de arribar en la universidad, donde las mujeres son más, en contraposición del espacio de debate público, señal de la entidad que preside.

“En este momento estamos achuchando mucho. En determinados ámbitos, como las artes plásticas, vivimos un momento pujante, pero los principales cargos los siguen ocupando los hombres”, asevera. En las trincheras de la guerra por la igualdad, reconoce que “todavía quedan muchas batallas” por librar y subraya la importancia de la sororidad.

“Estamos en un punto dulce, hay muchas mujeres tomando consciencia de la relevancia de estas reivindicaciones”, apunta al tiempo de reconocer que “somos demasiado exigentes con nosotras mismas”. A pesar de todo, “en las últimas décadas el avance ha sido espectacular”. Y continúa.

Alhambra Nievas, ex árbitro y ex jugadora profesional de rugby 

Alhambra Nievas, árbitro de rugby internacional. Alhambra Nievas, árbitro de rugby internacional.

Alhambra Nievas, árbitro de rugby internacional.

Alhambra Nievas nació en Granada, pero su vida cambió en Málaga cuando a los 19 años conoció los embarrados campos de rugby. Al año estaba jugando en la andaluza y de ahí a defender a su nación. Una vez acabada la ingeniería de telecomunicaciones la decisión de apostar por un deporte casi amateur, sin casi estructura profesional en España, fue complicada.

Más aún la de arbitrar cuando nadie en España había vivido de eso. Y con tesón y talento acabó arbitrando la final de rugby femenino de las Olimpiadas de Río en 2016 y ser reconocida como la mejor árbitro del mundo. “Es el mejor momento de mi carrera deportiva, sin ninguna duda, después llegaron otros momentos muy buenos, pero ninguno a la altura”, sostiene Nievas.

En el rugby no ha sentido diferencias con sus compañeros hombres, porque en España nadie lo tiene fácil para vivir de este deporte tan sacrificado. Después de colgar el silbato se mantiene ligada a su pasión por la gerencia del Desarrollo del Arbitraje Mundial en la World Rugby, máximo organismo que rige este deporte. También da charlas TEDx, en las que anima a las chicas a que persigan sus sueños y a que jueguen al rugby.

Blanca Hermana, directora general de Fujitsu Ten en Málaga

Blanca Hermana, directora general de Fujitsu. Blanca Hermana, directora general de Fujitsu.

Blanca Hermana, directora general de Fujitsu. / Javier Albiñana

En 1988 ingresó en la sede malagueña de Fujitsu, en el departamento de compras. Estaban buscando un ingeniero que hablara inglés y la ficharon. La empresa la siguió formando en Japón, donde vivió casi tres años para recibir un importante bagaje en las distintas áreas de la compañía. 

“En ese momento la mayor parte de la producción eran impresoras matriciales y cajeros automáticos, pero la tecnología cambió y la carga de trabajo se cayó dramáticamente, me pilló en Japón y justo después de la reestructuración me pidieron volver a España”, recuerda Blanca Hermana. “Me hicieron directora de gestión, luego CFO, es decir la cabeza financiera, y el año pasado me nombraron directora general”, agrega.

“Nunca me han discriminado, han invertido mucho en mi formación y solo tengo palabras de agradecimiento a la compañía”, comanta la directora general de Fujitsu. Pero afirma que, a pesar de tener planes y una comisión de igualdad, “sigue habiendo más hombres en la plantilla y más jefes hombres que mujeres”.

Blanca Hermana apunta que “para que el número de mujeres se iguale debería de haber un crecimiento de plantilla, que no es el caso”. Aún así, destaca que el número de mujeres es superior en al que había antes porque “no se tenía cantera, no por discriminación”.

En la actualidad “estamos casi en un 40% del total de la plantilla”. Para ella, “la mujer cada día asume mejor la responsabilidad y lo hace igual de bien que el hombre, no tiene nada que ver con el género”. No obstante, en la cúspide empresarial la desigualdad es más que evidente y el peso de la mujer en la casa tiene mucha culpa.

Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga

Violeta Aragón, secretaria general de los constructores y promotores. Violeta Aragón, secretaria general de los constructores y promotores.

Violeta Aragón, secretaria general de los constructores y promotores. / Javier Albiñana

Es ingeniera de caminos, canales y puertos por la Universidad Granada, donde las féminas no suponían ni el 10%. Pero daba igual. Le gustaba construir y crear, y en lo último que pensó fue en autocensurarse. “Vamos a romper barreras, a quitarnos los techos de cristal, somos las primeras que tenemos que concienciarnos de que no debemos de tener reparo a abordar cualquier reto”, considera.

Violeta Aragón lleva 13 años como secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga. En el proceso de selección pasaron 15 candidatos y ella era la única mujer. Cuando decidieron entre los tres mejores, hubo miembros del comité que no estaban dispuestos ni siquiera a entrevistarla. “No podemos poner como cara visible de los constructores a una mujer”, dijeron.

Afortunadamente se impuso la cordura y se hizo un proceso de selección correcto en el que le dieron la oportunidad de demostrar su valía. “Te das cuenta de que todavía subyace esa discriminación hacia la mujer en el sector y tenemos todavía que vencer estereotipos, pero todos terminan reconociendo a las personas por su trabajo, por lo que hacen y lo que son”, estima Aragón. Eso sí, “los hombres tienen ya la puerta abierta y para nosotras cuesta más”, añade. También apunta que cada vez crece la presencia femenina en la dirección técnica de las obras.

Beatriz Asenjo, Jefa de Radiología del Hospital Regional

Beatriz Asenjo, jefa de Radiología del Regional. Beatriz Asenjo, jefa de Radiología del Regional.

Beatriz Asenjo, jefa de Radiología del Regional.

Como jefa de Radiología del Hospital Regional, Beatriz Asenjo dirige un equipo de más de 200 sanitarios. Nunca se ha sentido discriminada. “Eso yo no lo he palpado; de hecho, soy un cargo intermedio”, dice. Pero añade la misma queja que se repite en boca de muchas profesionales de distintos ámbitos: “Las mujeres hemos aumentado sustancialmente, aunque todavía no tanto en cargos directivos.

Ha subido el número de médicos mujeres, pero seguimos siendo pocas en los órganos de poder”. Y recuerda que ya las facultativas son más del 50% la profesión, pero sin embargo “no hay la mitad de jefas de servicio en un hospital”. Destaca que la conciliación laboral y familiar sigue siendo todavía más responsabilidad de las mujeres que de los varones, ya que estos “se reincorporan antes a su trabajo” tras el nacimiento de un hijo sin que éste suponga una alteración grave en su vida.

Carmen Beuzón, catedrática de Genética de la UMA

Carmen Beuzón, catedrática de Genética de la UMA. Carmen Beuzón, catedrática de Genética de la UMA.

Carmen Beuzón, catedrática de Genética de la UMA.

La catedrática de Genética de la Universidad de Málaga es también investigadora del IHSM, el instituto mixto que comparten la UMA y el CSIC. Estuvo cinco años de estancia postdoctoral en el Imperial Collage de Londres y se incorporó a la institución malagueña con un contrato Ramón y Cajal en las primeras convocatorias.

“En Ciencias ahora, en lo que se refiere a gente joven, sí hay mucha presencia femenina, pero sí que se pierde cuando se avanza en el escalafón”, destaca. También apunta a los pequeños gestos diarios, a las “actitudes paternalistas” que toda mujer encuentra.

“Afortunadamente la gente está más concienciada, tiene presente este tipo de cosas y se esfuerza para eliminarlas”, estima. Eso sí, apunta que “la conciliación es complicada”. “Aludir a la necesidad de conciliar sigue considerándose mal visto en el trabajo, como si no estuviéramos siendo lo suficientemente profesionales”, dice.

Nathalie Hadj, cónsul honoraria de Francia en Málaga

Nathalie Hadj, cónsul de Francia. Nathalie Hadj, cónsul de Francia.

Nathalie Hadj, cónsul de Francia.

Nathalie Hadj, es Cónsul Honoraria de Francia en Málaga, periodista y profesora de Historia en la UMA y de Lengua en el Liceo Francés. Al puesto de Cónsul Honoraria se llega por designación directa del embajador francés, no sin antes pasar por un proceso de selección.

El de la diplomacia es un mundo de hombres “somos pocas mujeres en el cuerpo consular de Málaga y me consta que es así en las demás ciudades”, afirma. Pese a ello, no ha sentido ninguna diferencia con los hombres que la rodean, “en ese sentido percibo Málaga como una ciudad concienciada en la igualdad. No sé como será en Madrid o en otras ciudades más grandes, pero aquí no es un espacio donde haya diferencia”.

Asegura Nathalie que el mundo de la diplomacia es una dedicación que le “llena mucho” y anima a todas las niñas a iniciarse en la carrera diplomática, “no hay profesiones de hombres o de mujeres, hay talento, ganas y voluntad de hacer las cosas”, asegura. En el mundo del periodismo nunca ha sentido que le pusieran trabas por su sexo. Es consciente de que es una privilegiada, “tanto el periodismo como la enseñanza son dos ámbitos en los que no he podido ver la discriminación”. Aún así, sigue remando a favor del Me too y otros movimientos “no puede ser que las mujeres sigan cobrando menos en ciertos puestos”.

Elena Blanco, presidenta de la Asociación de la Prensa

Elena Blanco, presidenta de la APM. Elena Blanco, presidenta de la APM.

Elena Blanco, presidenta de la APM.

Elena Blanco llegó al mundo del periodismo coincidiendo con las primeras promociones de las facultades de comunicación, a principios de los años 80. “Fue una aventura compartida con muchas compañeras que, ilusionadas, irrumpimos en unas redacciones dominadas por hombres, bastante descolocados con nuestra llegada”, cuenta. Sus primeros pasos fueron en Madrid, donde experimentó en hasta tres medios “el acoso de los responsables de contratarme”.

En Málaga, tampoco fue fácil: tuvo que demostrar su valía, primero con asuntos livianos, para llegar a otras secciones con más peso. Poco después se encontró con otro escollo: la maternidad. “Es muy difícil compatibilizar ser madre y periodista”, asegura. Ahora, al frente de la Asociación de Prensa de Málaga –primera mujer en más de un siglo, opina que “la situación parece haber mejorado, pero no es suficiente”.

“La igualdad por la que luchamos aún no es efectiva y los datos lo respaldan. El mero hecho de ser mujer supone ya discriminación: el cuidado de hijos, ascendientes y dependientes o la falta de ayudas efectivas nos impide muchas veces compatibilizar trabajo y familia”, asevera.

Beatriz González, puesto número 13 del World Padel Tour

Beatriz González, jugadora de pádel. Beatriz González, jugadora de pádel.

Beatriz González, jugadora de pádel.

Con 18 años, Bea, o como todos la conocen, Beíta; sólo lleva el diminutivo en el nombre. Ostenta la posición número 13 de la clasificación mundial de jugadoras de pádel desde un revés portentoso. Su pareja a la derecha es Marta Ortega, Martita, en el circuito; la jugadora más valorada del ranking WPT.

Lo que tendría a cualquier jugadora en una nube ella lo ha normalizado, “conozco a Marta hace muchos años y nos entendemos muy bien, somos las dos muy jóvenes en un mundo de adultos”. Los que entienden de este deporte vaticinan que no tardará mucho en acompañarla cerca del laurel, pero ella mantiene los pies en la tierra, “no pienso en eso, no dejan de ser números, yo pienso en seguir disfrutando del camino”.

Ha notado más dificultades que sus compañeros, el deporte masculino tiene más patrocinadores, lo que implica luchar más. “Desde el circuito intentan que la diferencia sea cada vez menor, pero los chicos acaban jugando en las pistas cubiertas y tienen más seguidores y más patrocinadores”, afirma la malagueña. “La visibilidad que se le da a los hombres en todos los deportes es siempre mayor, no es algo del pádel, pero con la ayuda de todos esto se irá disminuyendo”, sentencia Beatriz.

Amal Oukaja, operadora de línea del Metro de Málaga

Amal Oukaja, conductora del metro. Amal Oukaja, conductora del metro.

Amal Oukaja, conductora del metro.

Amal Oukaja nació en Marruecos hace 35 años. En la Universidad de Málaga estudió Ingeniería Industrial y se especializó en la rama de electricidad, unos estudios en los que como mujer siempre estuvo en minoría. También en las experiencias laborales que tuvo después.

“He sido técnica comercial, ingeniera de oficina técnica, gestor de proyecto”, apunta. Desde el pasado noviembre es operadora de línea del Metro de Málaga. De una plantilla de 68 conductores, solo 7 son mujeres. “En Marruecos no hay igualdad pero aquí hay bastante”, considera Amal.

“En la empresa tenemos la misma categoría, el mismo salario, no se perciben esas diferencias”, añade. Aunque se siente muy satisfecha en su trabajo, confiesa que fue su padre, también ingeniero, el que determinó los estudios que debía de realizar. “Llevar un tren supone mucha responsabilidad”, indica.

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