Málaga

La Caixa impulsa actividades de verano para más de 3.260 menores vulnerables de Málaga

Niños participando en actividades promovidas por el programa CaixaProinfancia.

Niños participando en actividades promovidas por el programa CaixaProinfancia. / Fundación La Caixa

El ocio educativo como herramienta para fomentar la igualdad y romper el círculo de la pobreza. Con este objetivo, el programa CaixaProinfancia, de la Fundación ”la Caixa”, pone en marcha este verano nuevos campamentos, colonias urbanas y centros abiertos en Málaga. En ellos se prevé que participen más de 3.260 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, riesgo de pobreza o exclusión.

A través de estas experiencias, menores que viven en hogares con dificultades económicas y sociales pueden desarrollar herramientas personales beneficiosas para su éxito educativo. Las actividades son realizadas por más de 320 entidades sociales de todas las provincias españolas vinculadas al programa CaixaProinfancia. En Andalucía se promueven a través de más de 40 entidades.

Se estima que más de tres cuartas partes de los aprendizajes adquiridos de una persona adulta provienen de fuera del sistema educativo, es decir, surgen a través de la educación "no formal" (referida a cualquier acción educativa estructurada no escolar) e "informal" (en referencia a la influencia producida por la inmersión en un entorno o ambiente social). Por ello, el programa CaixaProinfancia promueve el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre como motor de cambio y mecanismo de empoderamiento entre los menores.

Además, tal como comenta el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón: "Para muchos niños, estas actividades se convierten en sus únicas vacaciones de verano. De este modo, es imprescindible lograr que la experiencia sea enriquecedora y permita que desarrollen sus capacidades y su confianza, que puedan abrirse a nuevas posibilidades y conexiones, y así romper el círculo de la pobreza".

Alineadas con las competencias globales recogidas por la UNESCO, estas actividades ahondan en distintas temáticas: deportivas y psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales y cognitivas. De esta forma, niños, niñas y adolescentes acceden a los beneficios que conllevan estas experiencias, lo que contribuye a su desarrollo personal, educativo, social y cultural. En este sentido, los participantes logran integrar valores como la madurez, la creatividad, la curiosidad, la confianza, la autoestima, la empatía, la solidaridad, la gestión emocional y el sentimiento de comunidad, entre otros.

El impacto del ocio en el ámbito educativo

Según las últimas investigaciones del Observatorio CaixaProinfancia ―Infancia, Vulnerabilidad y Acción Socioeducativa―, el acceso a actividades educativas de calidad en el tiempo libre incide en los resultados escolares y es reconocido como un importante factor condicionante del éxito educativo. La situación de pobreza, asociada a un conjunto de necesidades educativas dentro y fuera de la escuela, tiene reflejo en el rendimiento académico, la integración social y el despliegue de las competencias personales.

En este sentido, los niños, niñas y adolescentes que viven en contextos de vulnerabilidad tienen mayor dificultad para conseguir el éxito educativo, que supone, además, mayor dificultad para la construcción del yo.

Según los datos de la estadística de Eurostat (2021) sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social, la tasa AROPE (at risk of poverty and exclusion) se ha reducido en Europa desde 2015 a 2021 del 27,5 % al 24,2 %. Sin embargo, en España ha aumentado hasta niveles por encima del 33 % y, con más de 2,3 millones de menores, se convierte en la franja de edad con un mayor porcentaje de población afectada.

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