Condenada a seis años la dueña de un asilo que se quedó con cuatro viviendas de ancianos
La Audiencia resalta "la capacidad extraordinaria para idear mecanismos depredatorios" de la condenada, que se apropió de cuatro viviendas de internos en la residencia Nuestra Señora de Gracia


La Audiencia de Málaga ha impuesto seis años y medio de cárcel y 18 meses de multa, con una cuota diaria de 18 euros, a Concepción Barrabino, propietaria de la residencia Nuestra Señora de Gracia, por estafa continuada al apropiarse de cuatro viviendas de ancianos ingresados en su geriátrico. La sentencia dictada por la Sección Novena de la Audienciasubraya la "capacidad extraordinaria" de la acusada para "idear mecanismos depredatorios" dirigidos a estafar con "absoluto desprecio" a mayores que se encontraban indefensos "debido a su edad y en ocasiones a su precario estado de salud", para los que sus casas y en algunos casos también sus ahorros bancarios estafados constituían "el único patrimonio del que disponían para hacer frente a sus subsistencia en el final de su vida".
Las víctimas firmaban poderes notariales a Concepción Barrabino en la creencia de que se trataba de documentación para solicitar ayudas a la Junta de Andalucía. Después, la dueña del geriátrico vendía o hipotecaba las viviendas. En otros casos, además, extraía el dinero de las cuentas corrientes. La sentencia recoge las declaraciones de las trabajadoras de la residencia que aseguraron que los ancianos tenían miedo de la acusada, quien, además, les suministraba tranquilizantes sin prescripción médica.
Uno de los matrimonios estafados firmó al ingresar en la residencia el 5 de noviembre de 2004 un documento de cesión de su casa. Trece días después, Concepción Barrabino "les hizo firmar un poder notarial" que la autorizaba a disponer de sus bienes. El 24 de noviembre, la condenada hipotecó la casa y el 3 de noviembre siguiente se la autovendió, para seguidamente, venderla a Adquisiciones CPC XXI por 87.000 euros. Diez días después el matrimonio abandonó el geriátrico.
En julio de 2003 ingresó otro matrimonio mayor en el centro. Transcurridos unos meses rubricaron la cesión de su casa que fue inmediatamente vendida y la nombraron heredera, al tiempo que la propietaria del centro les vació la cuenta corriente en apenas dos meses. Si en el primer caso el tribunal no acepta la versión de la perjudicada de que firmó un documento en blanco ante un notario porque "no ha dado siempre la misma versión", en el segundo sí reconoce que en julio de 2003 los ancianos fueron engañados porque acudieron a una notaria pensando que se trataba de una asistente social que les iba a gestionar una ayuda. Sin embargo, cuando la fedataria pública les explicó el alcance de los documentos que debían firmar se abrazaron llorando por lo que la notaria se negó a dar poderes y comunicó lo ocurrido al Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. Poco después Concepción Barrabino consiguió "su propósito depredatorio, aleccionando o influyendo en los ancianos de una manera que no ha podido determinarse, que bien pudo consistir en el amedrentamiento o el uso de tranquilizantes".
En el tercer supuesto no se apropió de la viviend porque el notario se percató del engaño, mientras que en el cuarto caso logró hacerse con el 50% de una casa al lograr que una anciana, días antes de morir, la nombrada heredera. La quinta víctima vendió su piso al hijo de la acusada, que ha sido absuelto al entender el tribunal que motivado por la confianza sólo hizo aquello que le dijo su madre.
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